Eduardo Garzón @edugaresp
Pues a pesar de la inflación y del aumento en los tipos de interés, la economía española continúa creando empleo. El caos económico del que algunos hablan parece que sólo existe en sus cabezas.
Y fijaos que el número de parados no ha aumentado algo porque se hayan destruido puestos de trabajo netos, sino porque mucha gente que antes no buscaba empleo ha empezado a buscarlo y todavía no lo ha encontrado.
Y para los cansinos que dicen que sólo se crea empleo en el sector público (como si fuera algo malo, pero bueno), recordarles que la inmensa mayoría de los puestos de trabajo creados han sido en el sector privado.
10:21 a. m. · 27 oct. 2022
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"El mercado de trabajo ha ido fluctuando a lo largo del año, tratando de mantenerse estable dentro de un panorama internacional y económico cada vez más voluble.
Si hasta el momento había conseguido aislarse casi por completo, en el tercer trimestre del año no ha sido capaz de evitarlo: el número de parados creció en 60.800 personas entre julio y septiembre, y vuelve a situarse peligrosamente cerca de los tres millones (2.980.200). Un incremento que ha derivado en un aumento de la tasa de desempleo hasta el 12,67%, a pesar de que el número de ocupados ha vuelto a tocar techo en los últimos 15 años: 20.545.700 (+77.700), según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). (...)
Desde el Gobierno celebran este comportamiento, especialmente en un trimestre “marcado por el deterioro en el entorno exterior”, y justifican el aumento de la tasa de paro por un “fuerte incremento de la población activa”. Esto es, hay más personas buscando un empleo ahora que nunca (23,5 millones). Una circunstancia que desde el Ministerio de Economía achacan a “la confianza de los trabajadores” en acceder al mercado de trabajo. El contrapunto a esta lectura se esconde en la incertidumbre generada no solo por el auge de la inflación, sino por las curvas a las que se acerca la economía en un futuro cercano, y que ha reforzado la necesidad de muchas personas por encontrar un empleo con el que cubrirse ante la tormenta.
Independientemente de las motivaciones particulares, a diferencia de lo que ocurre con la estadística de paro registrado, la EPA cuenta como parados a aquellas personas que estando en edad de trabajar se encuentran en búsqueda de empleo en el momento de la consulta. Mientras que para el cálculo de paro registrado solo se toma en cuenta a aquellos que están inscritos en una oficina de empleo. (...)
En el Ejecutivo también festejan que la mayoría del empleo creado haya sido a tiempo completo, puesto que la EPA recoge que se ha incrementado en 589.800 personas en el último año el número de aquellos trabajadores con este tipo de jornada, y se haya reducido la tasa de parcialidad hasta el 12,76%.
(...) el número de asalariados ha aumentado en el último trimestre en 99.300 personas, llegando hasta los 17,4 millones. Se trata de la cifra más elevada para esta categoría desde que se realiza la encuesta. En este punto del año, hay también casi medio millón de personas más trabajando que en 2021 (486.700); y su situación laboral es mejor: cada vez son más aquellos con un contrato indefinido (+440.200), mientras que los contratados temporalmente siguen cayendo (-344.900).Este cambio de paradigma en la contratación sigue impactando positivamente sobre la tasa de temporalidad —el tendón de Aquiles del mercado de trabajo en España—, que continúa rebajándose, a pesar de seguir lejos de los estándares europeos: en el tercer trimestre bajó en dos puntos hasta situarse en el 20,18%; lo que la mantiene cinco puntos por encima de los registros de la zona euro (15,7%). (...)" (Gorka R. Pérez, El País, 27/10/22)
"El número de ocupados —20,5 millones— es el más alto desde el tercer trimestre de 2008.
(...) Los datos de esta EPA constatan que la ocupación se está enfriando, este trimestre 77.700 personas han firmado un contrato laboral. Pero el trimestre anterior lo hacían 384.000 personas, casi un 80% más. Este dato reafirma la tendencia de los datos de paro registrado de julio, agosto y septiembre. Los meses de verano suelen ser buenos para el empleo y este año, han sido peores de lo esperado.
Eso sí, tenemos 20.545.700 personas ocupadas. No llegábamos a esa cifra desde el tercer trimestre de 2008, hace 14 años.
Sigue mejorando la calidad del empleo
El empleo en España es de mejor calidad tras la reforma laboral. La tasa de temporalidad en el sector privado es del 17,5%, la más baja de la serie histórica. Hay que recordar aquí que, en la burbuja inmobiliaria, con cifras récord de empleo, la temporalidad era de más del 30%.
En este trimestre, los que tienen contrato indefinido se incrementan en 444.200, mientras que los de contrato temporal se reducen en 344.900. En los 12 últimos meses el número de asalariados ha aumentado en 486.700. El empleo indefinido ha aumentado en 1.375.500 personas, mientras que el temporal ha bajado en 888.900.
Y la mayoría del empleo creado ha
sido a tiempo completo, más de 813.000 puestos de trabajo, y baja en
17.100 el empleo a tiempo parcial. (...)" (Elsa Llorente, SER, 27/10/22)
"España registra la mayor cifra de empleo desde el tercer trimestre de 2008.
La ocupación se ha incrementado en 77.700 puestos de trabajo entre julio y septiembre, un 0,4% más que el trimestre anterior. La cifra total de ocupados se sitúa en 20.545.700 personas, su mayor cifra desde el tercer trimestre de 2008, cuando se superaron los 20,55 millones de trabajadores, según los datos publicados este jueves del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En estos meses, tras el fin de la temporada de verano, el paro ha subido en 60.800 personas, registrando un ligero aumento del 2,1%. En total, el número de desempleados se sitúa en los 2.980.200. Por lo tanto, la tasa de paro es del 12,67%. Asimismo, la tasa de actividad ha subido algo más de una décima, hasta el 58,86%, tras aumentar el número de activos en 138.500 personas entre julio y septiembre (+0,6%). (...)" (Público, 27/10/22)
"La fortaleza del mercado laboral mantiene la morosidad bancaria a raya.
La morosidad ha sido tradicionalmente un termómetro de las crisis
económica para la banca: si la actividad se enfriaba, crecían los
impagos. Por ese motivo, todos los ojos llevan meses puestos en la tasa
de impagos. En la Gran Recesión (2008), rebasó el 13,6%. Pero esta vez
está siendo diferente. En agosto permaneció en niveles históricamente bajos,
en el 3,86%. A diferencia de lo ocurrido en crisis pasadas, sigue a
raya a pesar de los síntomas de desaceleración económica. La explicación
está, según los expertos consultados, en el mercado laboral: los
impagos no crecen, ni lo harán con fuerza, mientras el empleo aguante.
En otras palabras, la hipoteca es lo último que se deja de abonar y solo
se desatienden los pagos cuando se pierde el puesto de trabajo y los
ingresos caen de forma drástica. (...)" (Hugo Gutiérrez, El País, 27/10/22)
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