24.2.23

La mayoría de las empresas occidentales no han desinvertido en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania... Sólo el 8% de las empresas europeas lo han hecho... Esta no es la historia que seguimos escuchando en los medios de comunicación... Muestra la resistencia de las empresas a la presión política. Si esto no funciona en Rusia, ¿por qué iba a funcionar en China por cuestiones de derechos humanos? Lo que vemos en Alemania es que el sector empresarial se resiste a la presión política para reducir su compromiso en China (Wolfgang Münchau)

 "Desinversión en Rusia: ¿en serio?

La mayoría de las empresas occidentales no han desinvertido en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Esto contrasta con la imagen que da la prensa, y a pesar de las sanciones y el daño a la reputación que corren esas empresas. Un nuevo estudio de la Universidad de St Gallen ha descubierto que de las 1.400 empresas de la UE y del G7 que tenían filiales en Rusia antes de la guerra, solo 120 habían desinvertido en al menos una filial rusa hasta noviembre de 2022.

Esta no es la historia que seguimos escuchando. Los medios de comunicación informaron antes de que empresas como Ford, Renault, McDonald's, Ikea y Shell se habían retirado completamente de Rusia, según una lista recopilada por la Universidad de Yale. Pero estos datos no son representativos. Unilever y Subway siguen operando allí, por ejemplo. Y ahora los datos sugieren que los que se retiraron son la excepción y no la regla.

Si nos fijamos en el desglose geográfico de este estudio suizo, muestra que entre las empresas occidentales con filiales en Rusia, menos del 18% de las estadounidenses y el 15% de las japonesas habían desinvertido completamente en noviembre de 2022. Sólo el 8% de las empresas europeas lo han hecho. De las empresas del G7 y de la UE que mantuvieron sus filiales rusas, el 19,5% son alemanas y el 12,4% estadounidenses. Este desequilibrio no nos sorprende.

Así pues, según los dos autores del estudio, Niccolo Pisani y Simon Evenett, la narrativa de un vasto éxodo de empresas occidentales de Rusia no se corresponde claramente con los datos reales. Muestra la resistencia de las empresas a la presión política. Si esto no funciona en Rusia, ¿por qué iba a funcionar en China por cuestiones de derechos humanos? Lo que vemos en Alemania es que el sector empresarial se resiste a la presión política para reducir su compromiso en China. Esta es posiblemente la próxima fuente de conflicto transatlántico."    
                          (Wolfgang Münchau , Eurointelligence, 20/01/23; traducción DEEPL)

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