17.7.23

Hay malestar social y este es el problema; la gente no vive bien, la gente vive mal... el problema está en que la gente ve que sus condiciones de vida se deterioran, y si se deterioran ven que los dejamos solos, que no estamos actuando... esta campaña va de tu vida y va del coste de la vida. Va de la cesta de la compra, del reparto justo de la riqueza, de que hay cuatro millones de personas que han contraído hipotecas en unas condiciones X, con un interés variable; Y va de que, como nos dicen todos los institutos, el 50% de la gente que vive de alquiler está en riesgo de pobreza. No entenderlo no es saber lo que necesita la gente... La vida de un trabajador hoy es mucho más cara y hay incertidumbres, inseguridades y esto es lo que tenemos que hacer frente al sálvese quien pueda y frente a unas estrategias que nunca se pueden plantear desde arriba. Pensar la política climática desde arriba es equivocarse; hoy la justicia climática va de la mano de la justicia social... la respuesta está en el coste de la vida (Yolanda Díaz)

  "(...) Las políticas por el bien común (para contener la crisis climática, la defensa de la igualdad de género…) colisionan con el esfuerzo individual que estas políticas exigen a cada ciudadano, que es lo que provoca un rechazo de esas políticas. ¿Cómo se casan estos dos elementos?

"Hay malestar social y este es el problema; la gente no vive bien, la gente vive mal"

Esta pregunta es muy interesante, y más allá de la complejidad de la extrema derecha en el mundo a día de hoy, en la que yo no soy una experta, hay un elemento diferencial más allá de los que siempre hablamos. Siempre hablamos de la inmigración, del feminismo y del cambio climático. Hay un factor que estamos dejando a un lado y que ya todos los sociólogos y sociólogas están poniendo en el centro, que es el coste de la vida, en Europa y en nuestro país. Hay malestar social y este es el problema; la gente no vive bien, la gente vive mal. Insisto, la mediana salarial en España es de 21.600 euros y esto son 1.542 euros brutos al mes en 14 pagas. Por lo tanto, en España no vivimos bien. Digo esto porque el problema está en que la gente ve que sus condiciones de vida se deterioran, y si se deterioran ven que los dejamos solos, que no estamos actuando.

Desde Sumar somos claras: esta campaña va de tu vida y va del coste de la vida. Va de la cesta de la compra, del reparto justo de la riqueza, de que hay cuatro millones de personas que han contraído hipotecas en unas condiciones X, con un interés variable; pero no con la estrategia suicida del Banco Central Europeo a día de hoy, que ha revalorizado su cuota hipotecaria en términos medios en 300 euros. Y va de que, como nos dicen todos los institutos, el 50% de la gente que vive de alquiler está en riesgo de pobreza. No entenderlo no es saber lo que necesita la gente. Yo incorporo a los debates que hay en torno al populismo de la extrema derecha el hecho de la vida de la gente, y esta creo que es la mirada que tenemos que tener. La vida de un trabajador hoy es mucho más cara y hay incertidumbres, inseguridades y esto es lo que tenemos que hacer frente al sálvese quien pueda y frente a unas estrategias que nunca se pueden plantear desde arriba.

Pensar la política climática desde arriba es equivocarse; hoy la justicia climática va de la mano de la justicia social. Lo vemos con la ola de calor, tiene sesgo de clase: quienes más sufren el cambio climático y la ola de calor son las gentes más humildes, los barrios de los trabajadores de nuestro país, se están muriendo. No es una discusión de intelectuales y de ciencia, que también, es Doñana: el conflicto en Doñana es de modelo productivo, de cambio climático, de aberraciones políticas… Hoy una cajera de supermercado o una médica de cualquier hospital tienen clarísimo que la emergencia climática va con ellas.

Esta campaña va de cosas concretas, no son grandes cosas pero son muy importantes. Está la política del gran relato, de los grandes discursos, y la política de la vida de la gente, la que le gusta a Sumar, la política útil. Esta pregunta es de mucho interés y la respuesta está en el coste de la vida. Cuando Nadia Calviño dice que el código de buenas prácticas hipotecarias funciona se está alejando de su país. No es verdad.

¿Y cómo puede actuar un Gobierno en estas materias con competencias transferidas a las comunidades autónomas?

Es una estrategia de país y se puede hacer, hay que disponer de recursos para hacerlo. Las competencias en materia de empleo son de ejecución de las comunidades autónomas; en las políticas activas de empleo, la estrategia la centralizábamos como país en el empleo joven y los éxitos los tenemos ya, y ha sido un éxito compartido. Se puede hacer, la cuestión es elegir lo que uno puede hacer, hay cuestiones que van dirigidas a una estrategia de país. Sumar, además, va de diálogo y creo que las políticas que fructifican son las que van de diálogo; si te sientas con los consejeros señalando las indecencias, claro que lo van a hacer.

¿Cómo es posible que en el siglo XXI tengamos centros escolares sin climatización? Siempre he dicho que tenemos un país a medio hacer. Por eso hablo tanto del proyecto de país. Estoy cambiando normas que vienen de 1985, es como que España se detuvo ahí. Por eso hablamos tanto desde Sumar de un proyecto de país que tenemos que mejorar. En el siglo XXI no se pueden tener escuelas en nuestro país sin climatización y no podemos tener a docentes o a sanitarios en las condiciones en las que los tenemos aquí. (..)"         

(Entrevista a Yolanda Díaz, Virginia P. Alonso / Alexis Romero , Público, 29/06/23)

No hay comentarios: