4.9.23

El mercado de la vivienda en el archipiélago balear está expulsando a la población local, que en ocasiones se ve obligada a abandonar las islas... Docentes sin casa vivirán en un albergue en Formentera ante la falta de vivienda: “No es normal ni aceptable”

 "El mercado de la vivienda, altamente tensionado en el archipiélago balear –es, junto a la Comunidad de Madrid, la región con la vivienda más cara de España, y se sitúa a la cabeza con los precios más caros del alquiler, según el INE–, está expulsando a la población local, que en ocasiones se ve obligada a abandonar las islas. El problema es especialmente grave en Eivissa y Formentera, cuyos servicios públicos se están viendo muy comprometidos debido a la falta de trabajadores en ámbitos como la educación o la sanidad, entre otros. Este es el caso de Àlex, un joven mallorquín desplazado como profesor a Formentera para cubrir una sustitución por una baja por enfermedad de un compañero suyo. 

 El joven se encontró con la siguiente situación: se trasladó el 23 de febrero para cubrir una baja durante un mes, pero según su testimonio, dicha baja se iba a alargar hasta final de curso. Sin embargo, Àlex tenía que abandonar el 15 de mayo su piso porque su casero vive en él durante la temporada de verano. Rechazar el trabajo como profesor sustituto no era una opción para el joven profesor porque si lo hacía sufría una penalización de dos años de acceso en la bolsa de interinos. El hecho de no encontrar una habitación [no ya un piso, lamentaba Àlex] no es una ‘razón de peso’ para abandonar un trabajo en el ámbito de la educación pública. “Si tengo que acampar en la playa lo haré. Lo que no voy a hacer es autoboicotear mi carrera profesional porque no se considere el hecho de que no tener casa sea una razón de peso para dejar el trabajo”, aseguró en declaraciones a elDiario.es.El albergue como solución “urgente”

Ahora, Formentera vuelve a estar en el punto de mira después de que el Govern de Marga Prohens (PP) haya anunciado que trabaja para que un albergue pueda acoger a los docentes destinados en la isla. “Queremos que el albergue sea única y exclusivamente para docentes para que tengan un lugar donde poder vivir debido a la falta de vivienda en Formentera”, aseguró Antoni Vera, conseller de Educación y Universidades. “Garantizamos a las familias que sus hijos serán atendidos”, afirmó.

Si a Àlex le hubieran ofrecido una litera en el albergue cuando empezaron sus problemas en marzo de 2023 en Formentera hubiera supuesto “un respiro” para él, según cuenta a esta redacción. Del mismo modo indica que “las reivindicaciones no se terminan porque el problema de base no se ha resuelto”.

Isa, una profesora valenciana de 32 años, considera que la medida del albergue es “otro de los muchos parches”, aunque reconoce que como opción para alojar algunos días a recién llegados puede ser “de gran ayuda”. “Yo me vi en la situación de cambiar a una isla de un día para otro a finales de agosto y no encontrar absolutamente nada”, lamenta a este diario, e indica que terminó pagando 100 euros por día en una casa para solucionar su problema habitacional.

En opinión de esta profesora, una de las soluciones pasaría por “regular de una vez los alquileres”, estableciendo un precio máximo. Una medida, la de topar los precios del alquiler, que el Ejecutivo del PP ya dijo que no iba a aplicar [en relación a la Ley de Vivienda estatal que lo permite]. “Hay que ofrecer alternativas para que podamos optar a una vivienda digna y asequible para todo el curso escolar”, valora Isa.

Los docentes deberían ser considerados, afirma Isa, “como personal imprescindible por la labor que realizan”. Del mismo modo, Àlex reclama que el Govern habilite “una estancia permanente que dé calidad de vida para desarrollar la labor docente”, una circunstancia que, considera, no se da si tienes que convivir con más personas “en una casa de colonias”. “No podemos ejercer nuestro trabajo de forma correcta”, asevera. En la situación en que se encontraba, junto a otros de sus compañeros, a finales de marzo, el albergue hubiera sido “una solución extraordinaria”. “Pero que estemos durante todo el curso, 32 personas metidas en una casa de colonias, no me parece normal ni aceptable”, advierte.

Otro de los problemas que narran los profesores una y otra vez es que cuando llega el 31 de junio, muchas veces, tienen que abandonar los pisos en los que viven, según atestigua una directora de un centro de la isla a este diario. “Muchos caseros alquilan a profesores sus viviendas de septiembre a junio, mientras que en julio y agosto lo hacen [ilegalmente] a turistas”, lamenta. Por tanto, se ven en la tesitura de hacer mudanzas, a inicios y finales del curso escolar, de Mallorca a Eivissa. Esta directora cuenta otro hecho insólito que asegura haber vivido este año: los maestros se ponen en contacto con el centro en el que trabaja para preguntar si alguno de los compañeros tiene una vivienda para alquilar. “Se dan cuenta que a través de internet no es tan sencillo conseguir alquileres asequibles”, resume, y añade que “hace tiempo que saben [los partidos políticos] que hay muchas dificultades para encontrar vivienda y que tienen que buscar soluciones”.

Medida insuficiente para los sindicatos

La medida del albergue, de carácter urgente, fue recibida con cierta indignación por el sindicato Alternativa de Balears, que recordó la campaña ‘Somos docentes, no excursionistas’ que inició en 2016, durante el primer Ejecutivo de la socialista Francina Armengol. Entonces ya reclamaban mejores prestaciones económicas [el complemento de insularidad y la carrera profesional], unas condiciones laborales favorables de las que ya disfrutan, al menos en cierta medida, los profesionales de Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

“Para los médicos sí que hay un acuerdo del Govern con una subida de sueldo que puede ir hasta los 6.000 euros anuales. Para los profesores: un albergue en Formentera. Esto es vergonzoso: hay funcionarios de primera y funcionarios de segunda”, afirma a este diario Àgueda Rodríguez, representante del sindicato Alternativa en las Pitiüses.

El sindicato educativo responde de este modo a las medidas urgentes anunciadas por el Govern que implican el incremento de hasta un 300% del complemento económico para las plazas sanitarias consideradas de “difícil cobertura”. El decreto–ley, anunciado en Consell de Govern por la consellera de Salud, Manuela García, beneficiará a las actuales plazas de difícil cobertura para personal médico y de enfermería. Casi 2.000 profesionales sanitarios de las áreas de salud de Menorca y Eivissa y Formentera recibirán este complemento, que oscila entre los 4.000 y los 6.000 euros, según el Govern. En los casos de muy difícil cobertura, este complemento podría incrementarse hasta un máximo de 20.000 euros anuales.

Las reivindicaciones de la comunidad educativa van en la línea de equipararse salarialmente con el archipiélago canario, donde el profesorado se beneficia de un complemento de insularidad que oscila entre los 300 y los 500 euros. En Ceuta y Melilla las cantidades ascienden hasta los 1.000 euros.(...)"                  (Nicolás Rivas, eldiario.es, 02/09/23)

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