"La situación en España con Luis Rubiales es difícil de explicar a un público internacional porque se trata de algo histórico y cultural en nuestro país. En los años 70 las mujeres no podían hacer deporte y esa era la mentalidad que teníamos en este país. Desde entonces hasta ahora, ¿ha cambiado mucho? Sí, pero no tanto como debería porque todavía hay mucha gente que tiene una mentalidad machista.
Dentro del deporte, y en este caso del fútbol, sigue habiendo mucha gente machista. La mayoría de los dirigentes del fútbol español son hombres y son hombres de una determinada generación con mentalidades definidas. Lo que la gente de fuera de España tiene que entender es que este problema es mucho más profundo. Estamos hablando de una federación de fútbol pero podríamos estar hablando de cualquier otra federación o de cualquier otra empresa.
Lo que ha pasado con Rubiales y Jenni Hermoso ha tenido tanta repercusión porque está en torno al fútbol, en torno a una final del Mundial y con una acción indiscutible. Ha tenido repercusión mundial por cómo ocurrió, por el momento en que ocurrió y por la importancia que ha tenido. Pero, ¿qué hubiera pasado si esto no hubiera ocurrido, si Rubiales no hubiera besado a Hermoso? Estaríamos hablando de que Rubiales es el mejor presidente federativo de fútbol del mundo, de que Jorge Vilda es el mejor gestor de Europa y del mundo y todo seguiría igual. Hemos llegado a un umbral y estamos en guerra para conseguir el cambio.
¿Cómo ganó España el Mundial en estas circunstancias? En España siempre hemos tenido talento. Ese talento antes no podía brillar, pero ahora sí porque los clubes son más profesionales, las jugadoras son más profesionales, las condiciones han mejorado y eso al menos te permite competir de igual a igual. Antes no podíamos y ahora sí.
Tenemos una generación de futbolistas fantásticas. No son sólo esos 23 jugadoras que estuvieron en el Mundial, sino las que se quedaron en casa y otras que nunca han sido convocadas. En los últimos años se han facilitado las infraestructuras adecuadas y los jugadoras llegaron al Mundial en condiciones de competir. Todos esos talentos que se están formando en los clubes están en un nivel de élite, independientemente de quién sea el seleccionador nacional. Imagínense si las cosas se hubieran hecho correctamente y si hubiéramos tenido dirigentes adecuados hace mucho tiempo. Habríamos sido campeonas del mundo 10 o 15 años antes.
El problema no son las medidas que hay que tomar, sino las que se van a tomar. A mí me gustaría que las cosas se hicieran de una determinada manera, pero no sé si es posible o si quien tiene el poder las va a hacer. Pero el mensaje de la sociedad española es claro. Ahora le toca actuar al gobierno, a los políticos y a las organizaciones correspondientes. Es la gente de fuera la que debe decidir qué va a pasar ahora y cómo vamos a cambiar esto.
Las futbolistas y la sociedad española ya han dicho cuál es el problema, todos lo hemos visto y no hay más secretos. La gente que está en determinados puestos no puede decir: "Yo no lo sabía". Ahora lo sabe todo el mundo. La situación depende de las personas que están ahí para trabajar en hacer las cosas bien. ¿Van a quitar a Rubiales y poner a otro similar? O van a hacer una reforma estructural, que es lo que habría que hacer.
El problema no es si Rubiales se va o es despedido, es más profundo que eso. Es algo que llevamos viviendo y sufriendo mucho tiempo. Ya ocurría cuando yo jugaba y sigue ocurriendo con Rubiales, pero también con toda la gente que trabaja en la federación.
Lo vimos en los 30 minutos que habló la semana pasada, en los que la mayoría de la gente aplaudía, sonreía y se posicionaba a su favor. Lo que vimos públicamente es lo que algunos de nosotros hemos visto y dicho en privado durante muchos años, bueno, en realidad desde siempre.
Cuando Rubiales habló en esa rueda de prensa y dijo lo que dijo, parecía surrealista. Fue vergonzoso y vergonzante. En ese momento permitió que la frustración y la decepción se convirtieran en ira. De ahí vienen todas las reacciones y fue entonces cuando dijimos "ya está, se acabó".
Veró Boquete fue 62 veces internacional con España, pero no volvió a ser convocado tras la revuelta de los jugadores de 2015 contra la federación. Juega en la Fiorentina de la Serie A. "
(Entrevista a Vero Boquete, Alex Ibaceta. The Guardian, 30/08/23; traducción DEEPL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario