7.1.24

La vuelta a la normalidad de la austeridad en Europa... La entrada en recesión de Alemania anuncia un 2024 turbulento para la Unión Europea... La vuelta a la senda de la austeridad desmiente las esperanzas de una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que permitiera el despliegue de políticas económicas expansivas. Por extensión, esta «vuelta a la normalidad» también cierra la puerta a las oportunidades de cambio que se pusieron sobre la mesa hace unos años, durante la pandemia... Se trata de un régimen de acumulación que sigue centrado en preservar los mecanismos de endeudamiento como palancas fundamentales para la acumulación de capital a costa de las condiciones de vida de las mayorías sociales de sus países miembros (Felipe Milin)

 "El año 2023 llega a su fin planteando un panorama del capitalismo mundial sombrío y lleno de incertidumbre. En lo que respecta al capitalismo europeo, la acumulación de crisis económicas, sociales y políticas, así como la multiplicación de guerras, apuntan a grandes fragilidades en estas economías. La entrada en recesión de países del centro de este espacio económico, en particular Alemania, anuncia un 2024 turbulento para la Unión Europea. 

Es en este contexto en el que se ha tenido lugar el debate sobre la reintroducción de las medidas de control fiscal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, piedra angular de las políticas de austeridad en la UE. Efectivamente, este pacto, que se suspendió en 2020 tras el estallido de la pandemia de Covid-19, vuelve a estar sobre la mesa. Las dificultades encontradas por los Estados miembros para llegar a un acuerdo sobre su reforma cristalizan las contradicciones y dilemas a los que se enfrentan los gobiernos europeos en esta nueva crisis. (...)

Conclusión

La vuelta a la senda de la austeridad desmiente las esperanzas de una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que permitiera el despliegue de políticas económicas expansivas. Por extensión, esta «vuelta a la normalidad» también cierra la puerta a las oportunidades de cambio que se pusieron sobre la mesa hace unos años, durante la pandemia. De forma análoga a la secuencia abierta tras la crisis de 2008, la crisis del modelo neoliberal de los últimos años no ha conducido a ninguna reforma en profundidad de este sistema, y mucho menos a su cuestionamiento. 

La secuencia de acontecimientos de los últimos años ha demostrado que, más que cuestionar estos principios, las medidas puestas en marcha han sido una desviación, o incluso una adaptación táctica del programa neoliberal de ingresos para garantizar el mantenimiento de este sistema. 

La introducción de programas de inversión productiva como el Next Generation EU ha introducido innovaciones institucionales hasta ahora desconocidas, como la mutualización de las deudas, pero no ha supuesto ningún cuestionamiento a largo plazo de los fundamentos sobre los que descansa la construcción económica de la UE. 

En definitiva, la economía política de la Unión Europea muestra que avanza lentamente hacia un retorno al dogma de la austeridad, que conduce a una «destrucción creativa» en las esferas intermedias de las economías (destrucción de pequeñas empresas y refuerzo de la financiarización de las clases trabajadoras) unida a una política de apoyo a los «campeones europeos» basada en lo que Daniela Gabor ha denominado «derisking» (garantizar la rentabilidad del capital en sus inversiones en la transición energética) [2].

 Se trata de un régimen de acumulación que sigue centrado en preservar los mecanismos de endeudamiento como palancas fundamentales para la acumulación de capital a costa de las condiciones de vida de las mayorías sociales de sus países miembros."                      (Felipe Milin, CADTM, 23/12/23)

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