2.5.24

Michael Hudson: Gaza, la civilización vencerá a la barbarie... los sionistas están proyectando sobre sus víctimas el genocidio que ELLOS quieren perpetrar contra los palestinos... La violencia en Gaza y Cisjordania recuerda las prácticas de la colonización del siglo XIX que aniquilaron a las poblaciones indígenas... Hasta hace poco, se pensaba que estas inhumanas prácticas eran una reliquia del pasado del colonialismo europeo. Sin embargo Israel ha traído de vuelta el exterminio de la población nativa al siglo 21... El mundo mira con estupor como a vuelto a suceder, con una abominable y mojigata justificación: Israel estaría “protegiéndose”... Los agresores israelíes proyectan así su propio comportamiento y odio sobre sus víctimas... Estamos en un punto de inflexión para la civilización occidental hegemonizada por Estados Unidos... Este es realmente un conflicto de civilizaciones. Y espero que la civilización venza a la barbarie

 "Las noticias en la ciudad de Nueva York son las protestas masivas en la Universidad de Columbia, en la Universidad de Nueva York y en la New School en oposición al genocidio en Gaza. Las protestas se han extendido a Yale, Harvard y otras universidades de Estados Unidos. Columbia cerró sus puertas, excluyendo a los estudiantes no sólo de sus clases sino también de sus dormitorios y cafeterías. Están obligados a quedarse con amigos o dormir al aire libre. Más de cien fueron arrestados y les esposaron las manos durante muchas horas.

Los estudiantes están furiosos por cómo los rectores de Harvard, la Universidad de Pensilvania y Columbia han cedido ante las acusaciones realizadas por el Congreso de que están permitiendo manifestaciones antisemitas en el campus. 

Un cartel que acaba de aparecer en la televisión dice exactamente lo que dijo la congresista republicana proisraelí Stefanik: Si te opones al genocidio en Gaza, eso se llama antisemitismo.

En estas audiencias en el Congreso participan políticos que buscan dinero del lobby judío AIPAC  haciendo ondear la bandera israelí. Esta situación es el mayor escándalo desde las audiencias de McCarthy en la década de 1950, que llevaron a que muchos actores, intelectuales, profesores y funcionarios gubernamentales fueran despedidos y se les destruyeran sus carreras.

Los tres rectores de universidades de élite estadounidenses se disculparon por no impedir que los estudiantes apoyaran a las Naciones Unidas y a la Corte Internacional de Justicia.

Esto pone en evidencia la cobardía de los rectores y cuán, justa moral y comprometida son las manifestaciones de los estudiantes que se oponen activamente al genocidio del pueblo palestino bombardeado sistemáticamente como parte de una política de limpieza étnica emprendido por el estado de Israel.

Ningún rector de la universidad dijo nada al respecto. Su cobardía ha demostrado que su única preocupación son los donantes sionistas, no sus estudiantes. 

La guerra de Israel y …de EEUU, que envía armas para asesinar a civiles palestinos ha provocado una crisis de la libertad académica. La Universidad de Columbia ha cerrado todas sus clases presenciales para evitar más protestas estudiantiles contra el genocidio en Gaza.

Por primera vez desde ola de protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam en la década de 1960, los estudiantes se están manifestando contra los bombardeos contra poblaciones civiles, una práctica habitual de las guerras llevadas a cabo por el ejército estadounidense . 

El Partido Demócrata está molesto porque esto significa que Biden probablemente no pueda ganar en noviembre. Recuerdo que en la década de 1960, el presidente Lyndon Johnson no podía hablar en ningún espacio público sin tener que escabullirse por una puerta lateral para evitar que la multitud dijera: «LBJ, LBJ, ¿cuántos niños mataste hoy?».

 Algo así está sucediendo con el presidente Biden. Las multitudes se reúnen y claman contra sus guerras: desde Israel hasta Ucrania, los jóvenes hoy gritan: “El bombardero Joe tiene que irse”.

Los jóvenes comparten la repulsión por un presidente Biden que pretende utilizar hasta el último de los ucranianos contra Rusia y que apoya militarmente la guerra contra el pueblo palestino. 

Muchos estadounidenses se negarán a votar por los demócratas… o por los republicanos. Los candidatos de terceros partidos están ganando apoyo, encabezados por Jill Stein y Kennedy Jr. 

Lo sorprendente es que la única candidata pacifista que está en la boleta electoral es Jill Stein. El Partido Demócrata está tratando de sacarla de la lista al igual que en Ucrania, donde Zelensky acaba de cancelar elecciones.

La oposición al Estado Profundo neoconservador demócrata y republicano amenaza con un punto muerto entre dos terribles candidatos, Biden y Trump. 

Un resultado probable es que si ninguno de los dos candidatos de los principales partidos obtiene más del 50% de los votos, las elecciones de noviembre terminarán arrojando la decisión final a la Cámara de Representantes. 

El equilibrio recaerá entonces en los electores de terceros partidos, que pueden llegar a acuerdos como lo que ocurre habitualmente en los estados parlamentarios europeos.

La elección en EEUU está fuertemente influenciada por el dinero del AIPAC, el poderoso y multimillonario lobby sionista, que mantiene una campaña que sostiene que quienes critican a Netanyahu son antisemitas. Más increíble aun, según este millonario lobby el gran problema lo crean los judíos que se manifiestan contra del genocidio. Y estos jóvenes judíos se están manifestando contra Israel en todos los campus universitarios de Estados Unidos.

Las universidades están castigando a los partidarios del pueblo de  Gaza. Según la versión del rector de la universidad de Columbia  los estudiantes judíos se sienten amenazados, pero la realidad es que la violencia la promueven los sionistas. 

En Columbia, estudiantes que han servido en las fuerzas armadas israelíes han rociado con una sustancia química indeleble a manifestantes propalestinos. La Universidad de Columbia no hizo nada para proteger o ayudar a los estudiantes atacados.

Esto es lo que Freud llamó proyección: los sionistas están proyectando sobre sus víctimas el genocidio que ELLOS quieren perpetrar contra los palestinos y a otra poblaciones del Cercano Oriente: árabes, persas y más allá.

La afirmación de que quien “critica a Israel es un antisemita” está enfrentando a los sionistas con la gran mayoría de los judíos que han sido asimilados durante los últimos 75 años. Sin embargo Netanyahu y Biden han insistido que si uno apoya a las Naciones Unidas y a la Corte Internacional de Justicia, es antisemita… entonces si te opones al genocidio de Gaza y criticas a Israel, eres antisemita. 

La conclusión es que todo el mundo que ha criticado la violación del derecho internacional por parte del estado de Israel es antisemita.

En algún momento, muchos empezarán a decir: “Está bien. Supongo que soy antisemita”. ¡Netanyahu, Biden y la AIPAC pueden estar creando la mayor cantidad de antisemitas desde Hitler!

El Rector de la Universidad de Columbia, Nemit Shafik, ha llegado a decir que las protestas contra el genocidio de Gaza “son una acción antisemita porque los manifestantes piden un “nuevo genocidio de los judíos”. 

Llamó a la policía para disolver las manifestaciones estudiantiles, arrestó a más de cien estudiantes, canceló sus documentos de identidad y les impidió regresar a sus dormitorios o completar sus exámenes. Todo esto como una señal para los fideicomisarios que sustentan la Universidad de Columbia : bajo mi mandato no se permitirán críticas al comportamiento israelí ni se permitirán manifestaciones de apoyo a la ONU y a los palestinos.

Cuando los derechistas del Congreso le pidieron su opinión el rector de Columbia dijo que va a expulsará a los estudiantes y a los profesores que se oponen al genocidio y que se opondrá a cualquiera manifestación pacifista. Esto no debe sorprendernos.

El rector, Shafik, trabajó para el FMI y el Banco Mundial, nombrado en el cargo por la derecha y ha respaldado públicamente las afirmaciones de Netanyahu: “criticar a Israel es ser antisemita”.

Hoy, los palestinos están nuevamente siendo asesinados. Se han reanudado los bombardeos en Gaza y la matanza se ha extendido a Cisjordania. Es difícil decir que Israel está ganando. Él es quien mata, pero se está convirtiendo en un paria.

También lo es Estados Unidos. La pretensión de Biden de disociar a Estados Unidos de Israel ha resultado contraproducente. El mundo considera absurdo cuando le pide a Netanyahu que por favor “sea amable y siga las reglas de la guerra” mientras los israelíes violan el derecho internacional bombardeando hospitales, disparando a médicos y a periodistas, utilizando a civiles de Gaza para prácticas de tiro y bombardean la embajada de Irán en Siria. 

La pretensión de Biden es que Estados Unidos no está alentando a Israel a seguir eliminando a los palestinos. Sin embargo cada vez más la opinión pública reconoce que es falsa e hipócrita la actitud de Biden y la de su equipo neoconservador, encabezado por Blinken y Jake Sullivan.

EEUU sigue dando a Israel un flujo constante de bombas y dinero. Si nos fijamos bien en las acciones de Washington, lo que vemos es que están diciendo sin una pizca de vergüenza : “Adelante Israel. Nosotros simplemente no queremos que nos culpen por lo que ustedes hacen. Queremos mantener esta negación para salvar nuestra credibilidad moral ”. 

Pero esa credibilidad ya ha desaparecido, de manera tan irreversible como la de Israel. La pretensión de pedirle a Netanyahu que sea más amable –y al mismo tiempo darle más bombas cada semana– parece decir: “Sabemos que darle armas y dinero a Israel es malo. Pero todo es culpa de Netanyahu. Nos gustaría que termine definitivamente con el “problema palestino” pero de una manera más amable”.

Del mismo, cuando Biden y Blinken hacen declaraciones públicas diciéndole a Israel que NO bombardee Irán, este actuando hipócritamente; Irán ha sido un objetivo militar común de Estados Unidos e Israel durante muchos años. 

Los neoconservadores han dado a Netanyahu el visto bueno para hacer de Israel algo más que un simple “portaaviones aterrizado” y el administrador in situ del Isis. Ahora han decidido de armar a un país agresivo hasta los dientes.

El problema es que militarmente no parece haber manera que Israel evite la resistencia encabezada por las milicias pro palestina. Mientras tanto neoconservadores republicanos y demócratas  comprueban con temor cómo Estados Unidos está perdiendo poder, apoyo mundial y superioridad militar. 

Por lo tanto, los neoconservadores estadounidenses han llegado a la conclusión que el mejor momento para una guerra en Medio Oriente contra Irán –y simultáneamente contra Rusia y China– es ahora, no más tarde.

O debería decirse, el momento “menos malo” para luchar contra Irán y sus aliados. Esta es la última gran oportunidad, tienen en Israel un líder loco como Netanyahu y políticos rivales igualmente locos y al parecer con la complicidad de parte muy importante ser de la población israelí: todos preparándose para la expulsión masiva de los palestinos de su tierra.

Pero en este grave conflicto  Rusia y también China han dado señales muy enérgicas de que protegerán a Irán y su Eje de la resistencia. Si es atacado, Irán estará protegido y acabará con Israel.

Tal como están las cosas, Irán saldrá adelante pero si Israel mantiene su agresividad se autodestruirá y junto con Estados Unidos quedará aislado del resto del mundo, solo recibirán el apoyo de los estados clientes de la OTAN.

La violencia en Gaza y Cisjordania recuerda las prácticas de la  colonización del siglo XIX que aniquilaron a las poblaciones indígenas. Hoy estas prácticas aniquiladoras está impulsando a los pueblos de la Mayoría Global a crear una alternativa al neocolonialismo. Consideran que Israel está haciendo lo que hicieron las potencias coloniales europeas en el siglo XIX.

Algunos países europeos se han disculpado por estos crímenes. Y   Entre los estadounidenses crece una mayoría que simpatiza con los “indios” nativos asesinados. También hoy son muchos los estadounidenses que condenan a los esclavistas que se enriquecieron con el trabajo esclavo del algodón y el tabaco.

Esta ha sido la manera en que se han comportado los estados de colonos en su historia ( EEUU, Sudáfrica, Israel). Siempre han  tratado de exterminar a la población aborigen o la han empujado a un desierto o a tierras totalmente estériles.

Hasta hace poco, se pensaba que estas inhumanas prácticas eran una reliquia del pasado del colonialismo europeo. Sin embargo Israel ha traído de vuelta el exterminio de la población nativa al siglo 21

El mundo con estupor como a vuelto a suceder con una abominable y mojigata justificación: Israel estaría “protegiéndose”  de un comportamiento brutal de Hamas, por tanto tiene el “deber” de combatir al pueblo palestino matándolo o expulsándolo de su tierra ancestral. Los agresores israelíes proyectan así su propio comportamiento y odio sobre sus víctimas.

Entonces, para responder a la pregunta sobre quién es el ganador: hay que afirmar que el terrible ataque genocida ha introducido una nota de urgencia a los países BRICS+, al Sur Global, a Eurasia, en definitiva a la Mayoría Global.

Estamos en un punto de inflexión para la civilización occidental hegemonizada por Estados Unidos. Producto de su política criminal, intolerante y demcontrol unipolar, las instituciones de creadas en 1944-1945 están llegando a su fin

Se trata de un intento de borrar las normas del derecho internacional y dejar en su lugar únicamente el poder estadounidense. El veto constante de EEUU en la ONU y en la Corte Internacional de Justicia a la condena de Israel por genocidio y por violar todas las normas internacionales (al bombardear embajadas extranjeras), significa que la Organización de las Naciones Unidas está efectivamente muerta.

Estados Unidos acaba de vetar el intento de reconocer a Palestina como nación. Este veto muestra que Biden quiere que los palestinos sean exterminados, desaparezcan del mapa. El objetivo estratégico de EEUU sigue siendo el mismo: utilizar el poder israelí para desestabilizar el  Oriente Medio, y alternativamente provocar el caos regional financiando el terrorismo del ISIS para impedir que los países de Oriente Medio se independicen del control estadounidense.

Sólo con la movilización de un conjunto de instituciones internacionales y de los pueblos del mundo se logrará  que los países sometidos al neocolonialismo se liberen de los dictados de Washington. Solo si esto llega a ocurrir el mal sueño del poder unipolar de Estados Unidos se terminará definitivamente .

Por tanto, los ganadores y perdedores van mucho más allá de Irán e Israel. Este es realmente un conflicto de civilizaciones. Y espero que la civilización venza a la barbarie. (...)"

(Entrevista a Michael Hudson, Observatorio de la crisis, 27/04/24)

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