"¿Asturias o trabajas? El juego de palabras, tan popular en los años 90 y 2000 comienza a estar cada día más obsoleto en una comunidad en la que el desempleo está dejando de ser el gran problema que fue durante décadas. Tras una interminable reconversión que disparó el desempleo, sobre todo en las localidades más castigados por la desindustrialización, Asturies está dejando de ser antónimo de trabajo e incluso los flujos migratorios juveniles empiezan a compensarse: casi se marchan tantos jóvenes como los que llegan.
Las cosas están empezando a cambiar en una Asturies que frente al recorte medio nacional del 54 % ha reducido en los últimos diez años su tasa de paro un 57,47 por ciento, lo que representa el cuarto mayor descenso entre las comunidades autónomas tras las vecinas Cantabria (- 60,88 %) y Galicia (- 58,30 %), y Catalunya (- 57,54 %),
El descenso en el Principado hasta el 8,57 por ciento de paro sí entiende no obstante de género: la tasa de paro masculino es del 8,30 por ciento, mientras que en las mujeres es del 8,85 por ciento.
¿Hay más sombras en este escenario de mejoría? Sí, y fundamentalmente son tres. El desempleo juvenil, un 29,7 por ciento, la cuarta más alta entre todas las comunidades autónomas. También la segunda tasa de actividad femenina más baja de España, con un 49,09 por ciento en el segundo trimestre de 2025, solo por encima de Melilla y casi cinco puntos por debajo de la media nacional (54,39 %), y la cronificación del desempleo de larga duración, con alrededor de 15.600 personas que llevan más de un año buscando sin éxito un trabajo acorde a su formación, gustos o expectativas.
Una mejora generalizada
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que marca un nuevo récord histórico de empleo al sumar el mercado laboral 503.300 ocupados en el segundo trimestre del año, constatan también una fuerte reducción del desempleo.
Quince de las 17 comunidades, todas menos Extremadura y Navarra, además de Ceuta y Melilla, han reducido su tasa de paro al menos a la mitad en los últimos 10 años, desde que la economía española comenzó a recuperarse tras la crisis financiera.
Con los últimos datos, la tasa de paro en España se sitúa a mitad de año en el 10,29 %, un 54 % por debajo del 22,37 % que se registraba en junio de 2015, aunque esa cifra y esa reducción varían notablemente por territorios, con unas grandes ciudades y un norte en el que las cosas siguen estando sensiblemente mejor que en la parte meridional del país y el archipiélafo canario.
Las tasas más bajas, por debajo del 7,5 %, corresponden a Cantabria (7,10 %), País Vasco (7,13 %) y Balears (7,41 %) y las más altas a Extremadura (15,48 %) y Andalucía (14,85 %), además de a Melilla (25,91 %) y Ceuta (23,74 %).
Entre unas y otras se sitúan, en orden ascendente, Aragón (7,64 %), Madrid (7,74 %), Navarra (7,88 %), La Rioja (7,92 %), Catalunya (8,11 %), Galicia (8,34 %), Castilla y León (8,46 %) y Asturies (8,57 %), por encima de la media, y la Comunidad Valenciana (11,52 %), Murcia (11,61 %), Castilla-La Mancha (13,23 %) y Canarias (13,33 %).
Hasta un 60 % menos en 10 años
En los últimos diez años esas tasas se han reducido más de un 57 % en cuatro comunidades, tres de ellas de la cornisa cantábrica: un 60,88 % en Cantabria, un 58,30 % en Galicia, un 57,54 % en Catalunya y un 57,47 % en Asturies.
Algo menos, pero también por encima de la media, han recortado sus tasas de desempleo Madrid (56,17 %), Canarias (56,01 %), País Vasco (55,38 %), Aragón (55,06 %), Baleares (54,95 %) y Castilla y León (54,25 %).
Sin alcanzar el descenso medio, la tasa de paro ha caído en 10 años un 53,13 % en Murcia, un 52,07 % en Andalucía, un 51,68 % en La Rioja, un 51,00 % en Castilla-La Mancha, un 49,96 % en la Comunidad Valenciana, un 47,63 % en Extremadura, un 37,21 % en Navarra, un 28,72 % en Melilla y un 3,46 % en Ceuta.
Más los hombres que las mujeres y los españoles que los extranjeros
No en todas las comunidades, pero en el conjunto del país la tasa de paro masculina, que ya era más baja, se ha reducido en mayor medida que la femenina: un 56,11 % desde el 20,96 en 2015 hasta el 9,20 ahora, frente a un 52,10 % desde el 24,01 al 11,50.
Lo mismo ocurre con los trabajadores de nacionalidad española frente a los llegados desde el resto del mundo. Los nacionales tienen actualmente una tasa de paro de 9,27, que es un 56,31 % inferior a la de 2015, que era de 21,22 %, mientras que la tasa de los extranjeros se sitúa en 15,41, un 50,03 % menor que el 30,84 de hace 10 años.
También hay diferencias a favor de los extranjeros procedentes de la Unión Europea, cuya tasa de desempleo es el 10,12, un 57,51 por debajo del 23,82 % de 2015, respecto a los extracomunitarios, que alcanzan el 17,37, un 49,91 % menos que 10 años antes (34,68). (...)"
( Diego Díaz Alonso , Nortes, 26/07/25)
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