"En los últimos seis años de cloacas policiales, el PP se ha hundido en un magma de fango que tiene difícil arreglo. El partido de Feijóo hace tiempo que debería haber pedido perdón por haber patrocinado los bajos fondos con sus policías contaminados como el comisario Villarejo y operaciones siniestras como la Policía Patriótica y la Kitchen (una trama de espionaje para evitar que el tesorero Luis Bárcenas contara la verdad sobra la caja B de Génova 13). Un perdón sincero a los españoles y una regeneración en profundidad del partido se antojaban necesarios, pero el actual líder popular está muy lejos de esa estrategia. Al contrario, ha optado por la táctica ofensiva del ventilador y por echar basura al PSOE, el famoso “y tú más” que hoy ya no sirve de mucho (más allá de dar votos a la extrema derecha, que rentabiliza la rabia de los ciudadanos contra el bipartidismo).
Ayer, en medio del vendaval por el escándalo Montoro, tuvimos una nueva muestra de la desvariante hoja de ruta del dirigente conservador. El líder del PP pidió que se investigue “hasta el final” la supuesta trama en la que está investigado el exministro de Hacienda, tres días después de estallar este caso, que el PSOE ha calificado como la “Kitchen fiscal”.
“No puede haber dos varas para la corrupción. Afecte a quien afecte”, aseguró Feijóo en una entrevista publicada en La Voz de Galicia, en la que señala que no va “a perseguir a los jueces, ni a los pseudomedios” y pide “que se investigue hasta el final”. Mientras hacía estas declaraciones, el narco Marcial Dorado, ese capo gallego en cuyo yate se paseaba el jefe de la oposición y aspirante a la Moncloa, concedía una entrevista a El Confidencial en la que aseguraba que el PSOE le ofreció dinero “para soltar una bomba contra Feijóo” antes de las últimas elecciones generales. Dorado no especifica quién fue el enviado del Partido Socialista que le propuso el pacto.
No habían pasado ni cinco minutos cuando el líder popular dio la orden a su portavoz, Ester Muñoz, de hacer sangre con un tema que para el PP debería ser tabú, tal es la vergüenza ajena que produce saber que el hombre que puede dirigir los destinos de España fue amigo de un contrabandista. La aplicada Muñoz aseguró que “si algo queda claro es que tenía más relación con Marcial Dorado el PSOE que el presidente Feijóo”. En realidad, nada de eso quedó claro. La relación amistosa entre el líder popular y Dorado es una infamia que en cualquier país democrático del mundo ya le hubiese costado el puesto al político de turno. Más aún cuando el narco, en su entrevista con el periodista de El Confidencial, revela la participación del PP en este sucio affaire. “De nuevo sin dar nombres, pero insinuando la participación de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, relata la recepción de un nuevo mensaje conminándole a hablar: Sales absuelto si echas [basura] contra estas personas. Eran Feijóo y Rajoy”. “Pero, ¿y quién manda esto”. “Bueno, esa es una pequeña”. “¿Pero qué pequeña, el qué?”. “Sí, la pequeña. Del PP, del PP. De Madrid. ¿Quién es la pequeña? Pues eso”.
Además, Dorado revela la conversación que tuvo con su abogado sobre su estrategia jurídica y los riesgos que él veía en una virtual presidencia de Alberto Núñez Feijóo: “Mira, hay que meter el recurso cuanto más rápido, porque cuando entre este [Feijóo], van a decir que meto el recurso para que este me ayude. Y este [Feijóo] va a ser peor que los demás. Porque si salgo absuelto, van a decir que ha sido él”. Todo lo que tiene que ver con el narco gallego y Feijóo apesta y le inhabilita para acceder al poder algún día. “Era una relación de amistad, porque era una buena persona y nada más. No había más nada”, asegura Dorado. Según el contrabandista, se conocieron “en el año 93, 94” a través de Manuel Cruz [chófer del exministro José Manuel Romay Beccaría mientras estuvo en la Xunta, y al mismo tiempo testaferro de Dorado]. Para entonces ya era un conocido contrabandista de tabaco. En la entrevista, Dorado lo cuenta todo, sus viajes con Feijóo a lugares como Ibiza o Picos de Europa, y los dos años de celebraciones por Nochevieja con el actual líder del PP en un hotelito de Estoril (Portugal). “Yo me lo podía permitir e íbamos allí. Si yo podía pagar más, pagaba más. Quien no pudiera pagar, eso”, relata. A la pregunta de si Feijóo pagaba su parte, la respuesta es escueta: “Algo pagaría él”.
Con todo este currículum impresentable, Feijóo pretende ser el presidente de este país. Y no solo eso: ha sacado pecho para afirmar que en 30 años en política no ha nombrado, en sus puestos, “a nadie que esté metido en un supuesto de corrupción”. Demasiada cloaca y demasiado narco. Feijóo está deslegitimado para gobernar España. Tendría que haberse ido a su casa hace mucho tiempo, mayormente en cuanto salió a la luz pública esa foto de la vergüenza en el barco de un capo de la droga."
(Marcos López , Diario16+, 22/07/25)
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