En segundo lugar, en todas partes de Europa occidental, los partidos socialistas no saben cómo reaccionar ante la tendencia a la "derechización" de la sociedad, que es el resultado de la inestabilidad creada por la desregularización económica y social de estos últimos años y que se encarna en una fuerte demanda de seguridad (social, económica e identitaria), y en una vuelta a los nacionalismos. Estas dos tendencias de fondo, que podemos observar en todas partes, expresan en realidad una grave crisis de identidad de la socialdemocracia: ya no tiene ningún proyecto específico. Así que la victoria del liberalismo en estos últimos 15 años no sólo ha sido económica; ha sido también y, sobre todo, ideológica y cultural.
La izquierda ya no tiene ni conceptos, ni métodos, ni visión para entender el mundo y actuar. Tiene cada vez más dificultades para diferenciarse cualitativamente de la derecha." (SAMI NAÏR: El dilema del socialismo europeo. El País, ed. Galicia, Opinión, 13/10/2009, p. 29 )Artículo 129 de la Constitución española: Los poderes públicos... establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción - Implantar la democracia económica en España es constitucional
26.10.09
El origen del fin, y el fin, de la socialdemocracia europea
"En Francia, la crisis comenzó a principios del año 2000 con el fracaso estrepitoso del experimento de la "izquierda plural". La aplicación de una política de recuperación económica en 1997 había sido seguida a partir de 1999 de una política de adaptación liberal contraria al programa inicial. Simbólicamente, este cambio se encarnó en la célebre frase del entonces líder socialista Lionel Jospin -"no puedo hacer nada"- en el momento en que la empresa multinacional Michelin anunció superbeneficios y, a la vez, dejaba en el paro a miles de trabajadores debido a las deslocalizaciones. Ahí es donde el Partido Socialista Francés perdió al pueblo. (...)
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