Un partido político quiere acabar con los ingresos fiscales por completo y el otro se ve arrastrado fácilmente. Este frenesí de recortes de impuestos viene después de tres décadas de un régimen fiscal de élite en EE.UU. que ha favorecido a los ricos.
Desde que Ronald Reagan asumiera la presidencia en 1981, el sistema presupuestario se ha orientado a apoyar la acumulación de riqueza en la cúspide. El ingreso anual de los 12.000 hogares más ricos es mayor que el de los 24 millones de hogares más pobres. (...)
Hay un ámbito en el que se justifica hacer grandes recortes presupuestarios: las fuerzas armadas. Pero ése es el tema que la mayoría de los republicanos no va a tocar. Quieren recortar el presupuesto recortando la educación, la salud y otros beneficios de la clase trabajadora.
No creo que lo logren. La mayoría de los estadounidenses parece estar de acuerdo con los argumentos republicanos de que es mejor cerrar el déficit mediante recortes de gastos en lugar de aumentar impuestos. Sin embargo, cuando sea la hora de hacer propuestas reales, habrá una reacción cada vez mayor. La clase trabajadora comenzará a manifestarse por justicia social. (...)
El problema para los ricos es que, aparte de los gastos militares, no hay espacio para recortar el presupuesto más que en áreas de apoyo básico para la clase trabajadora.¿EE.UU. va a recortar los beneficios de salud y las jubilaciones? ¿Va a equilibrar el presupuesto reduciendo el gasto en educación en momentos en que los estudiantes ya están siendo superados por sus contrapartes de Asia? ¿Va a permitir que su infraestructura pública siga deteriorándose?
Los ricos van a tratar de impulsar ese programa, pero al final fracasarán." (Jeffrey D. Sachs: En EE.UU. se libra una lucha política de clases, Para LA NACION. Attac Madrid, 09/01/2011)
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