Asimismo, la mayoría de las materias primas tiene una estrecha correlación con el dólar [ver gráficos de la página 6] y la tendencia a la baja de los últimos meses en la divisa estadounidense ha impulsado la cotización al alza de las materias primas. "Pero no hay fundamentos que justifiquen una onza de oro a 1.400 dólares", insiste José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
Más cuando muchos bancos centrales y el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) están aprovechando la coyuntura para vender parte de sus reservas de este metal, una señal que en otro momento habría hundido el mercado. Se trata, sin duda, de algo más.
Según los cálculos de Barclays Capital, y con datos hasta noviembre, en 2010 las nuevas inversiones en materias primas rondarán los 60.000 millones de dólares, el segundo mejor año para este tipo de fondos tras el récord de 76.000 millones registrado en 2009.
En total, los activos bajo gestión en materias primas alcanzaban a finales de noviembre los 354.000 millones de dólares, el nivel más alto nunca registrado. De forma nada sorprendente son la energía y los metales preciosos los sectores que más inversiones han atraído.
"Las materias primas son en la actualidad un activo financiero más. Y lo cierto es que tienen un fuerte componente especulativo porque es verdad que la fuerte sequía soportada por Rusia puede justificar un aumento de los precios del trigo, pero ese condicionante ya lleva ahí más de seis meses y en las últimas semanas se ha vuelto a producir una escalada", explica David Cano.
Es lo que Barclays Capital califica como "el retorno del inversor profesional" a este mercado y que, según su encuesta anual a inversores, se mantendrá e incluso se incrementará en 2011." (El País, Negocios, 09/01/2011. p. 4)"El barril de petróleo vuelve a estar por encima de los 90 dólares. El cobre y el algodón han alcanzado máximos históricos y, en general, los precios de las materias primas mundiales han aumentado un 25% en los últimos seis meses.
Entonces, ¿qué significa este repentino aumento? ¿Se ha desbocado la especulación? ¿Es consecuencia de la creación excesiva de dinero o es el anuncio de una inflación desenfrenada a la vuelta de la esquina? No y no. (...)
Tampoco deberíamos descartar la idea de que la especulación esté desempeñando algún papel en los precios actuales; por ejemplo, ¿quién es el misterioso inversor que ha comprado la mayor parte de las reservas de cobre mundiales?
Pero el hecho de que la recuperación económica mundial también haya provocado la recuperación de los precios de las materias primas indica claramente que las recientes fluctuaciones de los precios reflejan principalmente unos factores fundamentales. (...)
Concretamente, hoy día, como en 2007 y 2008, la principal fuerza impulsora que se halla detrás del aumento de los precios de las materias primas no es la demanda de EE UU, sino la demanda de China y de otras economías incipientes.
A medida que un mayor número de personas de los países que antes eran pobres van incorporándose a la clase media mundial, están empezando a conducir coches y a comer carne, ejerciendo una creciente presión sobre las reservas mundiales de petróleo y de alimentos. (...)
Por tanto, ¿cuáles son las consecuencias del reciente aumento de los precios de las materias primas? Es, como he dicho, una señal de que vivimos en un mundo finito, un mundo en el que las limitaciones de los recursos son cada vez más constrictivas. (...)
En estos momentos, el incremento de los precios de las materias primas es básicamente consecuencia de la recuperación mundial. No guarda ninguna relación, se mire como se mire, con la política monetaria estadounidense, ya que esta es una historia mundial; en un nivel fundamental, no se trata de nosotros." (PAUL KRUGMAN: El mundo finito. El País, Negocios, 09/01/2011, p. 4/5)
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