6.10.11

"Durante los dos últimos días, ¿ha notado algo raro en los mercados financieros? Las bolsas europeas repuntaron ante el rumor de que iba a permitirse que Grecia se declarase en quiebra “controlada”... Raro ¿no?

"Durante los dos últimos días, ¿ha notado algo raro en los mercados financieros? Las bolsas europeas repuntaron ante el rumor de que iba a permitirse que Grecia se declarase en quiebra “controlada”.

Ahora reconsidérelo, porque la posición 'oficial' tanto de los irlandeses como de la élite política europea es que cualquier quiebra, en cualquier ámbito, consentida por cualquiera sería un desastre e implicaría una masiva fuga de capitales y una carnicería financiera atroz.

Si fuese cierto, ¿por qué durante los dos últimos días los mercados han lanzado precisamente la señal contraria? Según el último movimiento del mercado financiero, la quiebra realmente apacigua el ambiente de cara a los inversores.

Parece que tiene sentido enfrentarse a la realidad de que un país como Grecia no tiene dinero y, por tanto, debe declararse en quiebra. Si se impide que se accione este mecanismo básico del capitalismo (en el que los inversores pagan sus propios errores), todo el sistema se desmorona. (...)

La única forma de zanjar todo esto es a través de la quiebra de Grecia y, obviamente, de otros países que tampoco puedan hacer frente a sus pagos. Tal y como refleja la reacción del mercado, si dejamos de pagar las deudas contraídas y articulamos un fondo para garantizar que no vuelva a suceder, ya podríamos mirar hacia delante.

Éste es el fundamento de los procedimientos de bancarrota – asar a los viejos acreedores que cometieron el error y dejar que los nuevos unten la salsa de la parrillada.

¿Por qué entonces los políticos no aceptan esta lógica? Porque el ámbito político está preocupado por el prestigio y por cómo la quiebra de Grecia puede influir en la percepción del poder de Europa. (...)

Al contrario que los mercados, que se preocupan por las futuras ganancias y no por el prestigio pasado. Los mercados financieros no tienen memoria. Les guía la oportunidad de lo que está por llegar en lugar del reproche del pasado.

  Por eso, la decisión de un Estado (pongamos Irlanda) de pagar las deudas de sus bancos no hace que el país incurra en un riego menor, sino mayor. La lección que debemos aprender del comportamiento de los mercados financieros en estos dos últimos días es bien simple: si Michael Noonan [ministro de Finanzas de Irlanda] no pagase el próximo plazo a los tenedores de bonos de Anglo [banco tóxico irlandés], el mercado en Irlanda repuntaría.

Ello se debe a que cada vez que desembolsamos 700 millones de euros a los tenedores de bonos de Anglo se trata de dinero muerto. Este gasto no conseguirá aumentar la productividad irlandesa en el futuro, como sí lo haría si ese dinero se invirtiese en los colegios.
De hecho, así se retardará el crecimiento de la productividad porque ese dinero deberá sufragarlo la próxima generación a través de impuestos más altos. (...)

Esta generación de líderes europeos hace que el mariscal alemán Paul von Hindenburg y Neville Chamberlain parezcan hombres resueltos.(...)

Que no les sorprenda que en los próximos días se permita de alguna manera que los griegos vayan a la quiebra. Lógicamente, esto da pie a que se plantee la siguiente pregunta: si Grecia puede declararse en quiebra por sus deudas, ¿por qué los bancos irlandeses no pueden hacer lo mismo respecto a sus tenedores de bonos?

Eso nos ahorraría decenas de miles de millones de euros. Al fin y al cabo, el BCE se encuentra en un atolladero en Grecia, y también aquí. Lo que es bueno para los griegos también lo será para los celtas."                    (Presseurop, 28 septiembre 2011,Irish Independent, Dublín

No hay comentarios: