"A ojos de la Reserva Federal de St. Louis, este panorama
tiene mucho que ver con la crisis de deuda que en los 80 desató una
década perdida en Latinoamérica. Desde el banco central regional, dos de
sus funcionarias, Maria Arias y Paulina Restrepo-Echevarría, han
publicado un análisis que compara la radiografía de ambas crisis.
Si durante la década de los 70, los países de América Latina
experimentaron una era de alto crecimiento impulsada por el exceso de
liquidez derivada del alza en los precios del crudo, países como Grecia,
España, Portugal e Irlanda se beneficiaron de una importante inyección
de capital a comienzos del 2000.
"Estos nuevos recursos estaban inicialmente orientados a
financiar y potenciar la inversión pero, como ocurrió décadas antes en
Latinoamérica, el exceso de liquidez financió un boom en el consumo",
señalan Arias y Restrepo-Echevarría.
Recordemos que durante buena parte de la década de los 70
muchos países latinoamericanos cuyas economías dependían del petróleo se
beneficiaron del alza en los precios, que sanearon sus cuentas
permitiendo el endeudamiento en el exterior. Sin embargo, en 1979 cuando
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió
impulsar de nuevo el precio del crudo, el por entonces presidente de la
Reserva Federal, Paul Volcker, optó por incrementar los tipos de interés
súbitamente para frenar la inflación en Estados Unidos.
Esta
situación encareció los pagos de deuda para los países de la región que
se apalancaron en exceso a través de la banca estadounidense. Al mismo
tiempo, importar petróleo para alimentar las necesidades energéticas
también hizo mella, pese a que muchos de los países eran productores de
oro negro. La deuda con respecto al PIB de los principales países se
disparó del 30 por ciento en 1979 al 50 por ciento en 1982.
En dicho año, México fue el primero en morder el polvo y
generar un efecto dominó en latinoamérica. Mientras tanto, en el Viejo
Continente, la ratio de deuda con respecto del PIB medio pasó del 90 por
ciento en el 2000 hasta el 200 por ciento en 2009, justo antes de que
Grecia tuviera que solicitar su primer rescate.
"En ambos casos el exceso de liquidez y las inyecciones de
capital fomentaron el aumento de la deuda con respecto al PIB",
justifican las autoras del estudio. "Posteriormente un shock externo
hizo insostenible la situación y varios países quebraron", añaden.
También hay diferencias
Dicho
esto, ambos escenarios presentan diferencias. En primer lugar, el
gatillo que disparó la bala en el caso de Latinoamérica fue la subida de
tipos en EEUU, mientras que en Europa fue la Gran Recesión de 2009 la
que destapó los problemas de deuda.
Al mismo tiempo, en el caso de América Latina la deuda
pública fue el impulsor de los niveles totales de deuda, sin embargo, en
la eurozona, fue la deuda privada el motor del endeudamiento. Tampoco
debemos olvidar que el encarecimiento de la deuda provocó la quiebra de
países latinoamericanos al no poder cumplir con sus responsabilidades.
En Europa, los elevados niveles de deuda de buena parte de
los países de la periferia se hicieron insostenibles cuando la
producción, la inversión y el consumo per cápita comenzaron a caer como
efecto derivado de la recesión mundial de 2009.
El Plan Brady, salvador
América
Latina sufrió en los 80 una década perdida, donde los ajustes fiscales y
la austeridad no impulsaron el crecimiento. Fueron la devaluación de la
divisa, la expansión de las exportaciones y eventualmente la
reestructuración de deuda, el conocido como el Plan Brady, lo que ayudó a los países de la región a recuperar el tono económico y superar el elevado endeudamiento." (José Luis de Haro (Nueva York) , El Economista, 1/03/2015)
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