"(...) Hoy el país está en default virtual -combina pagos
con reperfilamientos- mientras que la deuda está mayoritariamente en
carteras de fondos de inversión, que después de la crisis mundial
del 2008 se han concentrado y son mucho más poderosos que entonces.
Coordinados, esto es sumando sus acreencias, tienen la capacidad de
hacer caer todo intento de reestructuración, como lo demostraron en
el reciente caso de Prov. de Buenos Aires y en el reperfilamiento del
bono nacional AF20 –una suerte de casos testigos- ya que tienen la
capacidad de impedir se llegue al 75% o más, según los bonos, que
exigen las clausulas de acción colectiva.
En
este contexto es posible funcione el acuerdo con el FMI –postergación
de pagos, equilibrio fiscal por cuatro años y superávit primario
del 1% a partir del 2024. Con los bonistas privados tal vez se
acuerde un período de gracia de tres años con quitas de capital y
postergación del pago de intereses (capitalizables) y tal vez
algunos pagos anuales en efectivo.
Todo pensado para que a partir
del 3er. año el país pueda regresar a los mercados “voluntarios”
de crédito, ya que es difícil que el saldo del sector externo
genere los dólares necesarios para hacer frente los vencimientos. En
síntesis volver a endeudarse para seguir pagando. En este esquema la
reducción importante de los intereses y la magnitud de la quita del
capital son decisivas para que la economía vuelva a crecer.
Sin
embargo nada garantiza que al cabo de 5 años no tengamos una nueva
crisis de deuda, se requeriría un nuevo rescate del Fondo y se corre
el riesgo de ingresar en una secuencia que se realimentaría sola
-rescate tras rescate, tipo Grecia- ya que los acreedores exigirán
ajuste sobre ajuste para garantizar sus cobros, lo que profundizaría
la recesión e impediría recuperar la economía.
Pero podría ser
que los poderosos fondos de inversión no acepten una quita mayor al
10%, exijan cobrar algo en efectivo, reducir poco o nada la carga de
intereses y conocer el acuerdo con el Fondo antes que firmar su
propio acuerdo. En este caso serían los propios fondos los que
provocarían el default.
Si así fuera la economía se dislocaría,
el dólar blue estaría por las nubes y el precio de los bonos se
derrumbaría,
dejando todo a merced de los buitres. Tienen experiencia saben que
Argentina es “pagadora serial” y que solo sería cuestión de
hacer juicio y esperar…
Pero
¿Qué
puede suceder si frente a la intransigencia de los fondos el gobierno
tome una acción soberana y declare su propio default? Esto es
suspenda unilateralmente los pagos e inicie una investigación
integral. Esta salida es la consecuencia lógica y coherente de haber
declarado que la deuda es impagable e insostenible.
Más aún cuando
la actual puede ampararse en el Derecho Internacional bajo el
concepto jurídico de “deuda odiosa”, esto es aquella que no ha
sido contraída a favor de quienes finalmente tienen que hacerse
cargo de su repago. No hay correspondencia alguna entre el monto de
la deuda de los últimos 4 años y mejoras en la infraestructura o en
los servicios básicos, ni en ampliación de la capacidad productiva.
Por el contrario hay evidencias de que solo sirvió para fugar
recursos escasos, para pagar intereses sobre intereses y deudas sobre
deudas, sin beneficio alguno para el pueblo.
Pero
que además está viciada de nulidad. No es legítima, ya que no ha
sido autorizada por el Congreso Nacional,
con el agravante que no hay ninguna explicación razonable que
justifique un bono a 100 años a tasas usurarias o los movimientos
que significaron la pérdida de miles de millones de dólares de
reservas del Banco Central bajo la presidencias de Sturzenegger y
Caputo, o porqué se vulneraron los estatutos del FMI. (...)" (
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