24.8.20

Quedan dos semanas para la vuelta a las aulas y lo único que se sabe en Madrid es que no se sabe nada. “La sensación de caos es tremenda”. Pero la incertidumbre y el enfado crece ...

"Sin noticias de Educación sobre la vuelta al cole en Madrid. El Gobierno regional se remite a la conferencia de presidentes para establecer cuál va a ser el escenario y CC OO ya anuncia una huelga general.

Quedan dos semanas para la vuelta a las aulas y lo único que se sabe en Madrid es que no se sabe nada. Ni la Comunidad, que ha admitido que a estas alturas todavía se barajan los cuatro escenarios posibles que presentaron a finales de junio, ni por supuesto la oposición o los sindicatos, hartos de preguntar y de no obtener respuestas. Pero la incertidumbre y el enfado crece sobre todo entre los más interesados en saber cómo enfrentar el nuevo curso: los profesores, los directores de los centros y los padres de los alumnos, que todavía no saben cómo van a tener que organizar sus vidas a partir del 4, el 8 ó el 9 de septiembre, cuando se da el pistoletazo de salida, de manera escalonada, primero para los más pequeños (0 a 3 años), después para los de segundo ciclo de Infantil (3 a 6), Primaria y Educación Especial y, finalmente, para los de Bachillerato, Formación Profesional y Educación para adultos.

“La sensación de caos es tremenda”, dice María Carmen Morillas, presidenta de la Federación madrileña de Asociaciones de Padres del alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos. No es para menos: un millón y medio de alumnos no universitarios preparan ya las mochilas sin saber si finalmente saldrán de casa. “Se está jugando con la salud y la educación. Tenemos la sensación de tomadura de pelo, de que no hay seriedad ni rigor”. Los cuatro escenarios presentados el 30 de junio por el consejero de Educación, Enrique Ossorio, ya tienen uno más, dice Morillas: el del enfado colectivo. Tanto PSOE, como Unidas Podemos y Más Madrid añaden que la única estrategia que la administración regional está utilizando es “culpar al Gobierno de todo”, sin elaborar un plan, y se temen lo peor de cara al nuevo curso. CC OO no descartaba este martes una huelga general, que finalmente ha anunciado en la mañana del miércoles, o acudir a la vía penal. “No nos vamos a quedar callados. Esto está siendo sangrante”, avisa Isabel Galvín, representante del sindicato.

Sonia P. tiene una niña de cuatro años y todavía no sabe si empezará las clases o no en su colegio público, en Majadahonda. Y, por supuesto, en qué condiciones: cuántos compañeros tendrá, las medidas de seguridad, las horas presenciales, qué se hará en caso de que aparezca un positivo. O si poco después estará contagiada la niña y, por extensión, su familia, con unos padres, los de Sonia, a los que no quiere poner en riesgo, pero que a su vez necesita para organizarse. “Están sanos, pero ya sabes, son ya mayores y lo último que quiero es contribuir a que se vayan al otro barrio. No creo que les diga que la recojan en el cole este año, bueno, no lo sé… Ellos me dicen que sí, que me ayudan. Pero no quiero...”.

La preocupación de Sonia se extiende por los grupos de WhatsApp de padres de toda la comunidad. Nadie sabe qué va a pasar. En Madrid capital, Parla, Coslada, Getafe… De la incertidumbre inicial, han pasado al enfado. Por lo general, quieren clases presenciales “pero en condiciones”. Y la presidenta de la FAPA Francisco Giner de los Ríos apunta al mismo camino. “Lo que se aprende allí no se aprende en casa y, además, en clase se evita la desigualdad de oportunidades”. 
 
Sonia añade que, además, de eso depende su vida profesional. Trabaja “en una clínica dental” y aunque su jefe entiende su situación y la de algunos de sus compañeros que también tienen hijos en edad escolar, necesita organizarse. “Él nos pregunta para que tengamos varias opciones en la recámara, pero no sé muy bien qué recámara voy a tener. O me quedo en casa o voy a trabajar. No hay otra, porque no puedo pagar a alguien para que se quede con la niña”. (...)

“Están haciendo una guerra de nervios”, apunta Esteban Álvarez, presidente de la asociación de directores de institutos públicos de Madrid (Adimad), que cree que solo se pueden enfrentar al nuevo curso con inversión y una buena organización. Es decir, que la comunidad empiece a gastar ya los 260 millones de euros que ha recibido del Estado como partida extra para educación, un dinero que está lejos de la estimación que hizo CC OO a principios de verano para hacer frente a la pandemia: se debía invertir entre 424 y 981 millones entre material, profesorado o infraestructuras, por lo que la administración regional debía colaborar en el gasto. Ossorio ya avisó de que llegaban tiempos complejos para la economía y que esas cifras no se vislumbran.

“Por ahora no se han contratado a profesores”, explica Álvarez. “Y hay que hacer un plan de contingencia. Es una barbaridad que los responsables de los centros tengamos que hacer un plan con las medidas higiénico-sanitarias. Eso lo deben hacer expertos en salud. No puede ser que contraten a 100 sacerdotes y no haya una enfermera por cada instituto”, lamenta. (...)

La Comunidad asegura que está estudiando la experiencia en otros países y que, además, prefiere esperar a las conclusiones que se tomen en la próxima conferencia de presidentes, es decir, a finales de agosto. La presidenta regional, Isabel Díaz-Ayuso, ya avisó de que el Gobierno central debe liderar el proceso. Docentes, padres y sindicatos temen que por falta de previsión se acabe en el tercer escenario: el del confinamiento total, tal y como pasó en marzo.

El cuarto escenario, recuerdan, era una broma de mal gusto. Se trataba de que todos volvieran a las aulas como lo hicieron hace un año. Sin rastro de pandemia. Pero el chiste, en estas fechas, ya no les hace ni gracia." (Berta Ferrero, El País, 19/08/20)

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