Dice Daniel Bernabé (1) que si la situación del país no fuera tan desastrosa, nunca nos hubiésemos enterado de la gigantesca estafa que fué la salida a bolsa de Bankia. Nos enteramos porque el capitalismo especulativo ya se devoraba a sí mismo.
Siguió la suspensión de la soberanía española en manos de los 'hombres de negro' de la Troika, que presentaron un memorando de obligado cumplimiento por el que nos obligaban a recoretar. En caso de no aceptarlos, España no tendría financiación, el país entraría en bancarrota, y sufriría un 'corralito'.
20 páginas que contenían 32 puntos:
"La Troika aterriza en España. Se congelan las pensiones, se recorta la prestación de paro, se ajusta la plantilla de sanidad y educación y se aprueban las mayores subidas de impuestos de la historia reciente. La crisis se recrudece." (El País)En resumen, nos imponen la reforma de la Constitución para incluir el artículo 135 que obliga al pago prioritario de la deuda, y un techo de gasto. Esto con Zapatero.
Con Rajoy, los recortes llegan a límites brutales, austericidas, una reforma laboral que aplasta los derechos de los trabajadores por completo, y se desarrolla la entrega de nuestra soberanía que pasa a manos de organismos internacionales, que piden seguir recortando.
Mientras los especuladores internacionales se estaban haciendo de oro.
Después del austericidio, destruida España y Grecia, todo se calma...
"(...) Y entonces ocurrió el Merkozy. En noviembre de 2010, la canciller Merkel y el presidente Sarkozy escenifican su idilio político paseando por las playas de Deauville. Ahí anuncian que la deuda pública encajaría quitas y que cada país apechugaría con sus bancos. La traición a la periferia se consuma, los mercados entran en pánico y la bala de plata con la que querían matar las crisis acaba siendo un tiro en el pie. Desde ese instante, los salvamentos se suceden generando el efecto contrario al deseado: ahuyentan a los inversores que querían atraer.
En ese contexto, las cajas de ahorros españolas iban cayendo. Sin una gobernanza que generase credibilidad y sin la capacidad para buscar capital en los mercados, lo tenían difícil para refinanciarse al tiempo que estaban atrapadas en el inmobiliario. Primero fue CCM en marzo de 2009. Luego Cajasur y la CAM. (...)
La solución escogida consistió en crear grupos más grandes. Pero con esa estrategia se terminó con conglomerados zombi apoyados en una contabilidad creativa que no reconocía las pérdidas. Se había perdido la oportunidad de recapitalizar cuando se podía. El riesgo bancario y el soberano caminaban de la mano hacia el abismo.
Y la incertidumbre arreció todavía más cuando ganó el PP las elecciones en diciembre de 2011. Nada más tomar posesión como ministro, Luis de Guindos declaró al Financial Times que la banca española precisaba 50.000 millones. Y lo anunció sin dar pista alguna de cómo se iban a conseguir esos fondos. Los decretos conocidos como Guindos I y II forzaron a las entidades a reconocer el valor perdido del inmobiliario. Pero no decían de dónde se obtendrían los recursos necesarios para sanearse.
Tan sólo se abría la puerta a más fusiones. El ministro incluso manifestó en el Congreso que la crisis bancaria no costaría “un euro” al contribuyente. Pero el mercado no se lo creía. Entre enero y mayo de 2012, la prima de riesgo escaló desde los 300 a los 550 puntos. En medio de la vorágine, las casas de análisis estimaban que la banca española precisaba entre 50.000 y 250.000 millones. (...)
En muy poco tiempo, el ministro pacta con el FMI que se señale a Bankia. A partir de ahí, el clamor para intervenir la entidad se extiende por Europa. Casi 250.000 millones de euros salen de España durante la primera mitad de 2016. Solo el BCE mantiene a los bancos que, a su vez, compran deuda pública con esa liquidez.
En el culmen de la crisis de Bankia, el auditor Deloitte se niega a dar el visto bueno a las cuentas, y el ministro rechaza un plan de salvamento presentado por Rato y valorado en 7.000 millones. Rato se ve abocado a la dimisión. Y la entidad se nacionaliza. El reemplazo elegido es un banquero que brinde credibilidad: José Ignacio Goirigolzarri, que pide 19.000 millones adicionales.
Todo ese ruido sobre Bankia echa más leña al fuego de la prima de riesgo, y la entidad se señala como el talón de Aquiles del euro. Pero España era demasiado grande como para ser rescatada con una mera línea que costease todas sus necesidades. De modo que se opta por un crédito limitado exclusivamente a los bancos.
El 9 de junio de 2012 España pide el rescate. (...)
La Troika aterriza en España. Se congelan las pensiones, se recorta la prestación de paro, se ajusta la plantilla de sanidad y educación y se aprueban las mayores subidas de impuestos de la historia reciente. La crisis se recrudece.
Para asegurar a los inversores, dos consultoras, cuatro auditoras, el BCE y el FMI revisaron los números de la banca española. Tras las valoraciones, la cifra que se pidió al mecanismo de rescate bancario ascendió a los 41.333 millones, de los que Bankia se llevó 17.959 millones, que se sumaron a los 4.465 millones ya puestos. Como parte del rescate, se impuso la creación de un banco malo que extirpase los activos inmobiliarios de las entidades.
Sin embargo, las tensiones no amainaron. En el fondo, los inversores presionaban para que Alemania respaldase las deudas de toda Europa. Tras muchos contactos de alta política entre bastidores, el 26 de julio Mario Draghi pronuncia su ya famoso “haré lo que sea necesario” para salvar el euro. EE UU presiona para mantener a Grecia en la moneda única.
A finales de agosto, el entonces primer ministro chino, Wen Jiabao, traslada en Pekín a Merkel que no podía seguir comprando deuda europea si se dudaba de la pervivencia del euro. Finalmente, a la vuelta de ese verano, Berlín da un giro y expresa su intención de mantener a Grecia en el euro. Y eso empieza a calmar las aguas. (...)" (Antonio Maqueda, El País, 09/06/17)
(1) Notas de lectura de: Daniel Bernabé: La distancia del presente. Auge
y crisis de la democracia española (2010-2020). Ed. Akal, 2020; págs.
84-87)
No hay comentarios:
Publicar un comentario