27.5.25

Los Mossos alertan de "brotes de narcosociedad" en Catalunya... profesiones legales que caen en la red de la marihuana... desde electricistas a agentes inmobiliarios o jardineros, acaban atrapados en las redes criminales a cambio de un "beneficio rápido y alto"... por ejemplo, ferreterías o abogados. También se convierten en cooperadores del narcotráfico los transportistas... hay inmobiliarias que trabajan casi en exclusiva para los delincuentes... "Hemos llegado a arrestar a ingenieros eléctricos" (Germán González)

 "Desde hace más de una década Catalunya se ha convertido en uno de los principales productores y exportadores de marihuana para toda Europa. El negocio del narcotráfico no es cosa únicamente de criminales, sino que sus tentáculos se han extendido a profesiones que sin ser conscientes de ello contribuyen al negocio y se benefician de él. Los Mossos d'Esquadra definen este fenómeno como "brotes de narcosociedad" y advierten de que empieza a ser "preocupante" por cómo estos profesionales, desde electricistas a agentes inmobiliarios o jardineros, acaban atrapados en las redes criminales a cambio de un "beneficio rápido y alto".

De esta manera, remarcan los agentes a EL PERIÓDICO, negocios que son legales, como ferreterías, empresas de sistemas de refrigeración o de regadío, o 'grow shops' acaban quedando vinculadas, a través del dinero, con una actividad ilegal como es el narcotráfico.La policía ve "preocupante" cómo estos negocios legales acaban atrapados en redes criminales

"La paradoja que se da con la marihuana es que sus efectos no son tan perjudiciales como la heroína o la cocaína pero es la que da más problemáticas sociales, no únicamente por la violencia asociada con narcoasaltos, sino por la estructura económica que se ha creado alrededor de las plantaciones", señalan desde Mossos. Recuerdan que los traficantes de heroína o cocaína suelen tener una trayectoria criminal importante, pero en el negocio de la marihuana hay quien colabora con los delincuentes sin ser consciente de que se está convirtiendo en colaborador necesario para cometer el delito.

El ejemplo más claro son los electricistas. Los Mossos han detenido a profesionales por hacer grandes instalaciones en una plantación. No únicamente conectan irregularmente el suministro de energía de la nave o el piso en el que está la marihuana a la red externa, lo que supone un delito de fraude eléctrico, sino que colocan el sistema de regadío, el de ventilación, control de temperatura y el de luces. 

"Hemos llegado a arrestar a ingenieros eléctricos", remarcan fuentes policiales. Los narcotraficantes suelen buscar este tipo de profesionales, con conocimientos técnicos muy especializados, a los que ofrecen grandes sumas de dinero en negro. Los Mossos advierten del riesgo de quedar atrapado en la red criminal. En este sentido, se han encontrado casos en los que electricistas aceptan realizar la instalación de una plantación a cambio de una importante cantidad de dinero, pero cuando la banda les propone volver a hacerlo recurre a la extorsión para que acepten.

Se ha dado el caso de profesionales que han quedado "atrapados" al tener como única fuente de ingresos a esta organización criminal. Tampoco pueden dejarlo yr, ya que han sido cooperadores necesarios en un delito de tráfico de droga, destacan los Mossos: "Es gente sin vinculación delincuencial que empieza a trabajar para estas mafias sin ser consciente de que es un delito y acaban en una telaraña porque estas bandas son muy peligrosas".

Otra de las profesiones que se benefician del 'boom' de la marihuana en Catalunya son los agentes de la propiedad inmobiliaria. Muchos, sin saberlo, acaban buscando casas o naves industriales de alquiler para narcos. Los delincuentes son 'clientes fáciles': no suelen discutir el precio, por muy elevado que sea, y suelen pagar al contado, señalan los Mossos. Los policías se han encontrado con inmobiliarias que trabajan casi en exclusiva para los delincuentes.

El dinero de los narcos también entra en la sociedad en las compras que las bandas hacen, por ejemplo, a ferreterías o en el pago de abogados. También se convierten en cooperadores del narcotráfico los transportistas, tanto los que conducen camiones como los que alquilan furgonetas o camiones vacíos. Además, hay jardineros que se dedican a cultivar esquejes de marihuana para que las bandas puedan aligerar el proceso de cultivo. "Igual que te venden plantas de hortalizas también hay de marihuana", destacan desde la policía catalana.

Aquí señalan que existe una paradoja con la legislación, ya que si bien el cultivo de marihuana está castigado por el Código Penal, con alguna excepción para el autoconsumo muy restrictiva, comprar semillas no lo está. Se pueden adquirir en 'grow shops', que son tiendas legales, en las que además ofrecen sistemas de ventilación o de regadío, así como variedad de marihuana.

"Una actividad ilegal se vincula a una legal", advierten los Mossos, que destacan que el tráfico de marihuana empieza a tener una importante afectación en la economía, ya que al ser mercado negro "no paga impuestos". "Son lo que llamamos 'brotes de narcosociedad', el dinero de los delincuentes sirve para pagar actividades aparentemente legales", destacan fuentes policiales. Cada año los Mossos desmantelan una media de más de 400 plantaciones en Catalunya.

Sin competencia

Para los agentes esta "profesionalización" de la producción y distribución de la marihuana en Catalunya hace que el coste de la droga sea bajo y que otras partes del mundo no puedan competir con el precio. "Es difícil encontrar personas que puedan hacer una instalación eléctrica o que te encuentren una nave industrial para ubicar un cultivo o que luego lo transporten. Aquí tenemos de todo", remarcan desde Mossos. También favorece esta situación que el coste de la vida es más bajo en España en comparación con otros países europeos y que existe legislación que favorece el autoconsumo o la creación de clubs cannábicos.

Por estas condiciones, Catalunya se ha convertido en un mercado atractivo para las grandes organizaciones criminales que deciden instalarse para el tráfico de marihuana. Algunas no la producen, sino que la roban en los llamados 'narcoasaltos', lo que genera un incremento de la violencia, con uso de armas de fuego. En 2024, se registraron 79 narcoasaltos en Catalunya, de los que un 34% fueron con arma de fuego y un 11% con armas blancas."

(Germán González, El Periódico, 26/05/25)

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