"El viernes, Donald Trump anunció un asombroso arancel del 50% sobre los productos de la Unión Europea, que entrará en vigor el 1 de junio de 2025, a menos que la UE acepte concesiones comerciales significativas. Esta escalada desde un arancel previamente reducido del 20% (ahora del 10% hasta el 8 de julio) ha desatado una tormenta de reacciones, desde el rechazo diplomático hasta la agitación de los mercados. (...)
Pero quizá lo más importante es que Trump tiene razón cuando afirma que
la UE ha estado incurriendo en prácticas comerciales desleales. Durante
las dos últimas décadas -y especialmente tras la crisis de la eurozona
de 2010-2011- la Unión Europea, a pesar de ser uno de los bloques
económicos más ricos del mundo, ha suprimido sistemáticamente la demanda
interna mediante políticas de austeridad, contención fiscal y
compresión salarial.
Esta trayectoria deflacionista autoimpuesta (que exacerbó aún más el
sesgo deflacionista inherente al euro) no ha sido accidental, sino más
bien una estrategia deliberada destinada a reforzar la competitividad de
los precios en la escena mundial, reduciendo al mismo tiempo las
importaciones.
En efecto, la UE ha adoptado un modelo de crecimiento hipermercantilista
e impulsado por las exportaciones, dando prioridad a los superávits
comerciales sobre el desarrollo económico interno. Este enfoque se ha
producido a expensas tanto de sus propios ciudadanos, que se enfrentan a
salarios estancados y servicios públicos infrafinanciados, como de sus
socios comerciales -sobre todo Estados Unidos-, que han absorbido los
excedentes de exportación de la UE como parte de una relación económica
mundial cada vez más desequilibrada.
Por tanto, los aranceles de Trump deberían verse como una oportunidad
para que los europeos se enfrenten por fin a los profundos defectos del
modelo económico de la UE basado en las exportaciones, un ajuste de
cuentas que debería haberse hecho hace tiempo. Mientras tanto, a corto
plazo, la UE podría anunciar un acercamiento económico y geopolítico a
China, debilitando aún más la influencia de EEUU.
Por desgracia, ninguno de los dos escenarios es probable. El resultado
más probable es que la UE se alinee aún más con la postura de
confrontación de Trump respecto a China, con la esperanza de obtener
concesiones comerciales de EEUU, todo ello en un esfuerzo por sostener
un modelo económico cada vez más obsoleto por el emergente orden mundial
posliberal."
( Thomas Fazi, Jaque al neoliberalismo , 27/05/25, fuente Un Herd)
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