13.6.25

Jesús Maraña: sin rodeos, el informe de la UCO implica a Santos Cerdán en la trama de Koldo y Ábalos... sabemos en un sólo documento, más que en meses y meses de instrucción de casos como el que tiene a un paso del banquillo al Fiscal General del Estado... Pedro Sánchez ha asegurado que no supo de los indicios contra Cerdán hasta la misma mañana de este jueves (como nos pasó a muchísimos periodistas)... Donde se mide la honestidad de un partido o de un gobierno es en la contundencia a la hora de gestionar la reacción a los casos de corrupción... Ha acertado Sánchez (tampoco tenía otra) al exigir la dimisión inmediata de todos sus cargos a Cerdán... ¿Acciona no tiene nada que decir sobre los sólidos indicios que la señalan en presuntos sobornos a dirigentes políticos y responsables institucionales?... Feijóo, alentado por estas filtraciones que se reciben en Génova antes que en ninguna otra parte, decidió elevar el listón (si es que era posible) en la estrategia de deslegitimación del Gobierno, y en la deshumanización de Pedro Sánchez... Le puede la ansiedad forzada por esa pinza que forman Ayuso desde dentro del partido y Abascal desde fuera (como hijo pródigo radicalizado al que Aznar, y Ayuso, y Aguirre, y Cayetana… pretenden rescatar como sea)... Que el PP y Feijóo no tengan la menor credibilidad a la hora de erigirse en la fortaleza de la anticorrupción (con la mochila llena de actuaciones meridianamente “mafiosas” desde el poder, algunas aún pendientes de juicio, como la trama Kitchen) no quiere decir que Sánchez haya completado sus deberes, si aspira a algo más que encastillarse en el Gobierno... Acierta pidiendo reiteradas disculpas a la ciudadanía y a la militancia socialista, y encargando una auditoría externa que clarifique el perímetro de las tropelías de Cerdán, Ábalos y Koldo... Pero también urge recuperar la iniciativa política, con una renovación en la dirección del PSOE y una crisis de Gobierno que consiga transmitir confianza y fortaleza para abordar soluciones a los problemas de la ciudadanía... basta con que se perciban la sinceridad de unos sentimientos y la racionalidad de unos argumentos basados en datos y no en bulos, como la de la presidenta navarra, María Chivite, llorando de impotencia ante las cámaras

"Sin rodeos: el informe 96/2025 de 490 folios firmado por dos agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sobre “irregularidades en contratación pública”, con fecha 5 de junio y conocido este jueves, contiene indicios contundentes de la implicación de Santos Cerdán en la trama de presunta corrupción hasta ahora protagonizada por Koldo García, José Luis Ábalos y el empresario Víctor de Aldama. Hay conversaciones transcritas en ese informe (aún no hemos escuchado los audios) que dejan cero lugar a la duda sobre el comportamiento del ya ex secretario de Organización del PSOE (ver aquí). Por eso, porque ya no cabe confiar en absoluto en la presunción de inocencia (política) de Cerdán, Pedro Sánchez ha hecho lo que debía hacer exigiéndole la dimisión inmediata de todos sus cargos (ver aquí). Y algo incluso más importante: anuncia una auditoría externa para comprobar todas las cuentas del partido que pasaron por sus manos, con el fin de que quede claro que el asunto se ciñe a unos mangantes y no afecta a la financiación socialista.

Es mucho aún lo que no sabemos de este entramado, pero conocemos ya lo suficiente para asentar algunas conclusiones provisionales y urgentes:

1.- En un solo documento (ese informe de la UCO) hay indicios más sólidos sobre irregularidades en altas instancias de un servicio público que en meses y meses de instrucción de casos como el que tiene a un paso del banquillo al Fiscal General del Estado o el que mantiene bajo presión permanente a la esposa del presidente del Gobierno o el que directamente procesa al hermano de Pedro Sánchez. Dicho de otra forma: la consolidación de elementos probatorios de la existencia de organización criminal y cohecho en las andanzas de Koldo, Ábalos, Aldama y Cerdán no justifica en absoluto procesos de investigación prospectiva, tan repletos de decisiones “creativas” como ausentes de una mínima apariencia de imparcialidad, utilizados sin disimulo con la intencionalidad política de criminalizar al entorno familiar del presidente del Gobierno.

2.- Resulta destacable y significativo que las conversaciones transcritas apunten a que el verdadero “jefe” de esta banda era el propio Santos Cerdán, por encima de Ábalos. Se sabía que fue Cerdán quien se trajo a Madrid a Koldo desde Navarra, quien le presentó a Ábalos y quien lo apadrinó para que pasara de conductor de un coche con misiones añadidas de seguridad a convertirse en asesor y mano derecha del ministro de Fomento. La calaña del personaje queda requeteconfirmada por el simple hecho de que al menos desde 2019 ya grababa las conversaciones que mantenía con sus “jefes”, amigos y compañeros de partido.

3.- Lo cierto es que en toda aquella tropa de militantes socialistas que apoyaron ya en 2014 la candidatura de Pedro Sánchez contra el “aparato” de la vieja guardia es evidente que se colaron unos cuantos elementos más entusiastas del progreso personal que del colectivo. Nada menos que los dos secretarios de Organización de los mandatos de Sánchez como secretario general han caído ya por presuntas corrupciones. No parece Sánchez buen ojeador de la decencia política en la sala de máquinas de Ferraz.

4.- Ha asegurado el presidente que no supo de los indicios contra Cerdán hasta la misma mañana de este jueves (como nos pasó a muchísimos periodistas) y que incluso en esas horas el número tres del partido negaba las acusaciones. Ha acertado Sánchez (tampoco tenía otra) al exigir en cualquier caso la dimisión inmediata de todos sus cargos a Cerdán, incluida la entrega de su acta de diputado (cosa que no consiguió con Ábalos). Las corrupciones son inevitables en todo sistema político. Donde se mide la honestidad de un partido o de un gobierno es en la contundencia a la hora de gestionar la reacción a los casos de corrupción. A veces no es fácil ejercer el respeto a la presunción de inocencia de cualquiera al tiempo que se protege la credibilidad de un proyecto, un liderazgo y una organización. En infoLibre siempre hemos mantenido que la responsabilidad jurídica no es paralela, ni mucho menos previa, a la política, pero que esta debe asumirla cualquier cargo público al margen de su derecho a la defensa.

5.- A menudo los grandes casos de corrupción quedan en la memoria colectiva ligados exclusivamente a personajes de la política. Pero no hay corrompidos sin corruptores. En el que nos ocupa, esos 490 folios desgranan múltiples indicios que señalan a empresas concretas, pero muy especialmente a Acciona, como el “pagador” de mordidas a cambio de adjudicaciones de contratos públicos. Hemos escuchado a Sánchez, a Cerdán, a Ábalos, etc., etc., ¿pero acaso Acciona no tiene nada que decir sobre los sólidos indicios que la señalan en presuntos sobornos a dirigentes políticos y responsables institucionales? Si uno lee atentamente el informe de la UCO, cabría definir a Santos Cerdán como el ‘hombre de Acciona’ en el círculo de influencia de Fomento.

6.- Durante horas, este jueves, no pocos dirigentes de la oposición política, económica, judicial y mediática salivaron (una vez más) con la caída inmediata del Gobierno progresista vía convocatoria de elecciones anticipadas. Parece que no aprenden, ni del talante de Sánchez (acostumbrado a moverse al borde del precipicio) ni de la evidencia de lo que significa la fragmentación parlamentaria que caracteriza nuestro sistema político desde el fin del bipartidismo. No es sólo que no interese a Pedro Sánchez convocar unas elecciones para perderlas (cosa que no ha hecho nunca presidente alguno en democracia, salvo quizás Zapatero en 2011), sino que ninguno de los socios de investidura tiene ahora mismo alicientes racionales para poner fin a la legislatura.

7.- Alberto Núñez Feijóo ha querido vender la piel del oso… desde que aterrizó en Madrid llegado de Galicia. Y se le está haciendo largo el camino. Quizás alentado por filtraciones que se reciben en Génova antes que en ninguna otra parte, decidió hace semanas elevar el listón (si es que era posible) en la estrategia de deslegitimación del Gobierno de coalición y en la deshumanización de Pedro Sánchez. Ya en vísperas del congreso nacional del PP, decidió nada menos que definir como “mafia” al Gobierno y como “capo” de la misma al propio Sánchez (ver aquí). Boicoteó la Conferencia de Presidentes y convocó una concentración en Madrid bajo el lema de “Mafia o democracia”. Si uno es coherente con todo eso, más que exigir elecciones anticipadas lo que debe es presentar denuncia en el juzgado de guardia y reclamar prisión para el “capo”. Le puede la ansiedad forzada por esa pinza que forman Ayuso desde dentro del partido y Abascal desde fuera (como hijo pródigo radicalizado al que Aznar, y Ayuso, y Aguirre, y Cayetana… pretenden rescatar como sea).

y 8.- Que el PP y Feijóo no tengan la menor credibilidad a la hora de erigirse en la fortaleza de la anticorrupción (con la mochila llena de actuaciones meridianamente “mafiosas” desde el poder, algunas aún pendientes de juicio, como la trama Kitchen) no quiere decir que Sánchez haya completado sus deberes, si aspira a algo más que encastillarse en el Gobierno con el arma de la potestad exclusiva para la convocatoria de elecciones anticipadas. Acierta pidiendo reiteradas disculpas a la ciudadanía y a la militancia socialista por este nuevo bochorno; también lo hace encargando una auditoría externa que clarifique el perímetro de las tropelías de Cerdán, Ábalos y Koldo; y expulsando de todo cargo público a su ya ex secretario de Organización. Pero también urge (incluso antes de este jueves negro en Moncloa y en Ferraz) una hoja de ruta que intente recuperar la iniciativa política, que logre ocupar la conversación pública con lo que se hace más que con lo que se dice (algo nada sencillo ante el paisaje mediático y sus dependencias). Lo cual incluye más pronto que tarde una renovación en la dirección del PSOE y una crisis de Gobierno que consiga transmitir confianza y fortaleza para abordar soluciones a los problemas de la ciudadanía, antes que a los que preocupan a quienes han traicionado los principios éticos de una militancia política honrada y un servicio público honesto.

Si hay una imagen que concentra la hecatombe que supone el daño causado por quienes se han dedicado a llenar su buchaca en lugar de atender sus obligaciones cívicas, políticas y legales es, a mi entender, la de la presidenta navarra, María Chivite, llorando de impotencia ante las cámaras (ver aquí). No hay que gritar ni actuar para ganar la confianza de la ciudadanía o la credibilidad de un proyecto: basta con que se perciban la sinceridad de unos sentimientos y la racionalidad de unos argumentos basados en datos y no en bulos. La democracia no acabará nunca con la corrupción, pero está obligada a castigarla con absoluta dureza, caiga quien caiga y cueste lo que cueste."   (Jesús Maraña , InfoLibre, 11/06/25)

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