1.9.25

El futuro del mundo podría depender de los aranceles de la India, y de la nueva frontera de Rusia en el río Dnieper... Los recientes aranceles de Washington sobre la India —impuestos punitivos del 50% sobre exportaciones clave como textiles y gemas— son un castigo despiadado por la continua compra de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi. Sin embargo, las consecuencias imprevistas son evidentes. India no es un estado cliente menor, ni es fácilmente coaccionable... lo que estaba destinado a ejercer influencia o coacción se convierte en repulsión... así que, a pesar de sus contradicciones internas, los BRICS se están posicionando firmemente como una piedra angular del mundo multipolar. Al realizar la mayor parte del comercio en monedas locales y ampliar su membresía en Asia, África y América Latina, el bloque está sentando las bases para nuevas palancas financieras: sistemas de liquidación comunes, instituciones de crédito alternativas, e incluso la posibilidad de un mecanismo de fijación de precios de energía o materias primas fuera del dólar. Si estas herramientas maduran, los BRICS podrían evolucionar de un contrapeso simbólico a un polo económico genuino capaz de remodelar las reglas del comercio mundial ( Phil Butler)

 "El orden mundial no se está derrumbando, pero se está fragmentando en pedazos afilados. El triángulo cambiante entre Rusia, India y el bloque BRICS está dando forma a esa fractura, mientras que la guerra en Ucrania sigue siendo el caso de prueba más visible y costoso de la realidad multipolar.

La India en el punto de mira arancelario

Los recientes aranceles de Washington sobre la India —impuestos punitivos del 50% sobre exportaciones clave como textiles y gemas— son un castigo despiadado por la continua compra de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi. Sin embargo, las consecuencias imprevistas son evidentes. India no es un estado cliente menor, ni es fácilmente coaccionable. Su línea de vida económica pasa por la energía rusa, y su alianza defensiva con Moscú se remonta a la Guerra Fría. Aunque los grupos de expertos y los actores del Estado profundo puedan no considerarlo, cada ataque desde Washington refuerza la necesidad de la India de protegerse contra la presión estadounidense y, en la práctica, la acerca más a Rusia. Por lo tanto, lo que estaba destinado a ejercer influencia o coacción se convierte en repulsión.

También debemos tener en cuenta que estos aranceles no solo perjudican a la India; también perjudican a los estadounidenses. Los economistas advierten que funcionarán como un impuesto oculto para los hogares estadounidenses, elevando los precios al consumidor en casi un 2% en general, aproximadamente 2100 dólares anuales para la familia promedio. Desde mariscos hasta textiles y joyería, el costo de los bienes cotidianos aumentará, lo que significa que el intento de Washington de presionar a Nueva Delhi repercute con la misma fuerza en los bolsillos estadounidenses.

BRICS: Entre la Visión y la Fractura

Los BRICS avanzan y flaquean a partes iguales. Por un lado, el 90% del comercio intrabloque se realiza ahora en monedas locales, un desafío audaz a la hegemonía del dólar. Por otro lado, la cumbre de julio en Río puso de manifiesto las grietas que subyacían bajo la superficie. La ausencia de Putin y Xi puso de manifiesto la tensión en la unidad, y la afluencia de nuevos miembros con agendas contradictorias enturbió aún más el mensaje del bloque. Hoy en día, el BRICS no es todavía la alternativa consolidada a las finanzas occidentales, pero sí algo casi igual de importante: un experimento vivo de soberanía postoccidental, donde las naciones construyen estructuras para la independencia financiera fuera del alcance de Washington.

Sin embargo, a pesar de sus contradicciones internas, los BRICS se están posicionando firmemente como una piedra angular del mundo multipolar. Al realizar la mayor parte del comercio en monedas locales y ampliar su membresía en Asia, África y América Latina, el bloque está sentando las bases para nuevas palancas financieras: sistemas de liquidación comunes, instituciones de crédito alternativas, e incluso la posibilidad de un mecanismo de fijación de precios de energía o materias primas fuera del dólar. Si estas herramientas maduran, los BRICS podrían evolucionar de un contrapeso simbólico a un polo económico genuino capaz de remodelar las reglas del comercio mundial.

Ucrania: Paz o el Dniéper

Sobrevolando estos cambios se encuentra la guerra en Ucrania, que ya lleva cuatro años. Las fantasías de Kiev reconquistando Crimea o de Washington colapsando la economía rusa se han evaporado. Lo que queda es un horizonte de resultados cada vez más estrecho: o la paz mediante la negociación, o una frontera rusa en el río Dniéper.

Si Moscú hubiera tenido la intención de conquistar toda Ucrania, podría haber movilizado una fuerza abrumadora en 2022 y haber aplastado la infraestructura y el ejército del país. La moderación mostrada desmiente la caricatura occidental de Vladimir Putin como un villano sediento de sangre. Sin embargo, la contención no ha salvado vidas: más de dos millones de víctimas marcan el conflicto, asegurando rencores amargos para generaciones. En ese sentido, las élites occidentales ya han logrado una victoria táctica: al convertir a dos pueblos eslavos estrechamente unidos en adversarios enfrentados. Para quienes manejan los hilos de la OTAN, ese resultado por sí solo ya era una misión cumplida.

Para Moscú, el cálculo es claro: el tiempo juega a su favor. Para Washington, el tiempo erosiona su influencia. Y para el resto del mundo, la lección es clara. La realidad multipolar ya está aquí, y Ucrania es el principal campo de batalla que lo demuestra." 

( Phil Butler,  NEO, 01/10/25, traducción Quillbot)

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