"Caída libre.
La Federación de la Industria Alemana (BDI) fue una vez la institución no estatal más importante del país. El presidente del BDI, Peter Leibinger, dio ayer la evaluación más sombría que hemos escuchado salir de Alemania. La economía industrial de Alemania está en caída libre, dijo. Mientras que en el resto de la UE la crisis cíclica para la industria ha terminado, la situación en Alemania es grave. No hay un final a la vista. Leibinger dijo que era la mayor crisis desde el comienzo de la República Federal.
Leibinger se pronunció tras la publicación del último informe y pronóstico del BDI. Lo que hace que el informe sea tan sombrío son los niveles extremadamente bajos de utilización de la capacidad, especialmente en la industria química, pero también en la ingeniería mecánica y el acero. Son los pilares de la economía alemana. La situación en la construcción se está estabilizando, mientras que la industria automotriz está aumentando la producción, aunque al mismo tiempo sigue despidiendo empleados.
Como siempre, vemos efectos cíclicos y estructurales superpuestos. La industria alemana está en declive estructural, porque ha perdido la capacidad de extraer rentas de oligopolio. China es un competidor serio en la mayoría de los segmentos, incluidos los productos de alta calidad. El entorno comercial global se está volviendo más difícil y las cadenas de suministro son cada vez menos confiables. Leibinger pidió reformas estructurales. Aunque es útil, nos cuesta ver cómo esto detendría el declive de las industrias del automóvil y de los productos químicos. Lo que vemos en Alemania es una dependencia excesiva de unos pocos sectores de media tecnología y una falta de diversificación. Las reformas estructurales podrían abordar estos problemas, por ejemplo, reduciendo las subvenciones o abriendo el sector financiero, pero tememos que estas no sean las reformas estructurales que Leibinger tenía en mente. (...)"
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