"La insuficiencia permanente de los negociadores europeos para hacer
progresos sustanciales sobre el tratamiento de la deuda griega, tiene a
Europa y al mundo financiero paralizado ante la posible salida de
Grecia de la Unión Europea.
Esta incertidumbre se refleja en pequeña o
gran escala en los mercados de bonos y las dramáticas fugas de capitales
que se viven ante clientes cada vez más angustiados a la aplicación de
un "corralito".
Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos no deja de ejercer presión
a Ángela Merkel para que encuentre una salida a esta crisis de
inmovilismo que transmite sus miedos a la esfera productiva.
Como
señalábamos en este artículo de marzo, Washington ha dejado bien en claro que Grecia debe mantenerse en la zona euro dadas sus implicancias geoestratégicas.
En la reciente visita de Ángela Merkel a la Casa Blanca, el presidente
Obama manifestó su confianza de que Alemania resolvería la crisis "para
bien de occidente".
Las presiones del gobierno de Estados Unidos sobre Ángela Merkel han sido confirmadas por The New York Times, comparando la crisis actual con la de 1947 cuando Grecia, envuelta en la guerra civil, estaba a la sombra de la "dominación soviética". En ese momento, recuerda NYT, el presidente Harry S. Truman pidió "una acción enérgica y decidida" (con cientos de millones de dólares) para "mantener a Grecia en el campo occidental". (...)
Las presiones del gobierno de Estados Unidos sobre Ángela Merkel han sido confirmadas por The New York Times, comparando la crisis actual con la de 1947 cuando Grecia, envuelta en la guerra civil, estaba a la sombra de la "dominación soviética". En ese momento, recuerda NYT, el presidente Harry S. Truman pidió "una acción enérgica y decidida" (con cientos de millones de dólares) para "mantener a Grecia en el campo occidental". (...)
El New York Times es el principal portavoz del gobierno de Estados
Unidos en temas de política exterior y este artículo así lo confirma. (...)
El NYT transmite lo que el gobierno de Estados Unidos quiere dar a
conocer y no se atreve a decir directamente. ¿Para que entonces la
reunión en la Casa Blanca?
Esta vez el NYT presiona a Merkel. El artículo se titula "Las negociaciones de la deuda podrían ser el momento decisivo para Grecia y para Angela Merkel", y resume y aclarar lo que el gobierno de Estados Unidos espera que haga la canciller alemana: resolver un problema que es muy molesto para Estados Unidos.
Merkel debe asumir el liderazgo de la UE y demostrar que tiene "una
visión para todo el bloque europeo que va más allá de la preferencia
alemana por normas y la política interior del país".
El NYT cita a continuación a varios "expertos" que afirman que una
Grexit sería catastrófica y que sumiría a Europa en cientos de miles de
millones de pérdidas para el contribuyente europeo que harían las
finanzas inmanejables.
La opinión unánime de estos analistas es
que se debe mantener a Grecia en la zona euro por consideraciones
geopolíticas. El riesgo de un Grexit podría hacer caer a Grecia en las
garras de Rusia o China, o ambos países al mismo tiempo que según el NYT
"están a la espera de dividir y debilitar a la Unión Europea" (...)
Estados Unidos considera inaceptable la salida de Grecia de la UE,
dado que esto daría pie para que Rusia y China intervengan y ayuden
financieramente a Grecia a cambio de acceder al mediterráneo. Rusia
podría poner fondos a disposición de Grecia de inmediato, a cambio de
una base naval.
Los chinos podrían ofrecer un gran paquete de rescate a
cambio de acceso directo a los puertos y la navegación. No es ningún
secreto que China tiene gran interés en hacerse cargo de la operación
del puerto de El Pireo, uno de los más importantes del Mediterráneo. La
importancia de Grecia es decisiva y todas las implicancias estratégicas y geopolíticas superan con creces todos los problemas económicos y financieros concebibles.
Los temores de Ángela Merkel, sin embargo, van por otro camino y es
que dar un "tratamiento especial" para la deuda griega podría tomarse
como precedente por Irlanda, Italia, Portugal y España, que exigirían un
tratamiento similar. Merkel no toma en cuenta que el electorado
británico puede ser alentado por la perspectiva de una posible ruptura
de la UE para decidir en su referéndum de 2017 abandonar el barco que se
hunde.
Una salida de Gran Bretaña de la UE podría poner fin al sueño
europeo y poner en riesgo terminal a la moneda única. Nada de esto ve
Ángela Merkel, que sigue siendo mezquina con Europa y tiene que
decírselo a los cuatro vientos el gobierno de Estados Unidos. " (Marco Antonio Moreno , El blog salmón, 25/06/2015)
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