"La imagen de la jornada del miércoles en las negociaciones de la
troika con Grecia no es una foto de Tsipras, Lagarde o Draghi. No es una
mirada de ‘killer’ de Varufakis. No es una imagen de Merkel hablando
con Schäuble.
Lo que de verdad representa este nuevo momento decisivo en
la historia de la UE (y ya llevamos demasiados) es un pdf de cinco páginas
repleto de frases añadidas, tachadas o subrayadas en rojo. Es la
respuesta de la troika a las propuestas concretas del Gobierno griego
que se supone que habían sido recibidas con gran alivio por las
autoridades europeas.
Como el profesor que puntúa implacable el examen de un alumno
problemático, los jerarcas de la UE/BCE/FMI habían suspendido a Alexis
Tsipras y roto las esperanzas propiciadas 24 horas antes.
“Las instituciones [antes llamadas troika] han presentado una nueva
propuesta que transfiere la carga [de la austeridad] sobre los
asalariados y jubilados de una forma socialmente injusta, mientras al
mismo tiempo evita aumentar la carga sobre los que más tienen”, dijo el
comunicado de respuesta del Gobierno griego.
Rebobinemos. Un día antes, todos los medios informaron que Tsipras
había cedido y traspasado las líneas rojas delimitadas por su Gobierno.
Hasta entonces habían dicho que no se tocaban las pensiones y esta
última oferta suponía reducir el gasto en pensiones. También se
planteaba la progresiva reducción de la jubilación anticipada,
un tema de gran carga simbólica por las comparaciones que se podían
hacer con otros países.
Parecía que estaba dispuesto a hacer algunos
cambios en los tramos del IVA para aumentar la recaudación, y no se
descartaba que aceptara aumentar el IVA en las islas griegas, lo que
sería una declaración de guerra para sus socios en el Gobierno, los
conservadores nacionalistas de Anel.
Algunos dirigentes, como los del Gobierno español, se alegraron de
esas medidas, hasta el punto de que Rajoy y otros dirigentes del PP las
utilizaron en el Parlamento para ajustar cuentas con sus rivales
nacionales. ¿Veis lo que pasa cuando se hacen promesas irreales?, venían
a decir.
Sólo Schäuble había dicho que todo esto no le valía de nada, pero el
ministro alemán de Finanzas parece haber decidido ya que es mejor un
divorcio traumático con Grecia que continuar una relación
insatisfactoria.
Volvemos al miércoles. Lo que vemos en esos cinco folios tachados es
un rechazo completo de las propuestas de Tsipras. El Gobierno estaba
dispuesto a obtener 7.900 millones de euros en dos años, pero en más de
un 90% la diferencia procedía de aumento de ingresos vía impuestos. Pero
el FMI exige dar la vuelta
al cálculo. Quiere que los ingresos extra procedan en un 80% del
recorte de gasto, y sólo el resto del aumento de impuestos. La
negociación ha continuado en la noche del miércoles y proseguirá este
jueves. (...)
Lo que la troika propone es endurecer la austeridad para obtener a
cambio los fondos que permitan a Grecia seguir pagando los intereses de
una deuda insostenible.
Un momento. Sólo hace unos días, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, dijo esto a Der Spiegel:
“Grecia ha experimentado recortes profundos en su red de asistencia
social. El resultado ha sido una crisis humanitaria inaceptable. (…) Por
otro lado, hay gente en Grecia que es asquerosamente rica. Yo le pedí a
Tsipras que subiera los impuestos a los ricos en su país.
Sorprendentemente, su respuesta a mi petición no fue tan entusiasta como
yo esperaba”.
Y ahora el Gobierno griego se decide a incrementar la presión fiscal,
no sólo sobre los “asquerosamente ricos”, sino también sobre empresas y
pensionistas en relación a sus cotizaciones. (...)
Pero la troika, de la que forma parte la Comisión, sigue confiando en
las virtudes curativas de los recortes para salir de la recesión. No se
cree las previsiones de ingresos que presenta ahora Grecia. La pregunta
que hay que hacerse es: ¿por qué hay que creerse las previsiones que
hace el FMI para justificar otra dosis de austeridad cuando su historial
es una sucesión de errores? (...)
Al final, el problema de Grecia continúa siendo el mismo que había el
primer día. No era el único país en una situación financiera
desesperada por los problemas estructurales creados por la moneda única,
además obviamente por sus propios errores.
Otros países se encontraban
en una situación similar y tenían el tamaño perfecto, es decir, no
demasiado grande, como para gastar dinero en ellos para que siguieran
pagando sus deudas. Sólo había dos que podían caer en la misma
situación, pero eran demasiado grandes como para ser digeridos, España e
Italia.
El principio (moral e ideológico, no económico) de que las
deudas hay que pagarlas, aunque supongan una carga insostenible,
obligaba a sostener a Grecia moribunda en la UVI, pero sin aplicar la
cirugía habitual en la deuda en estos casos, la que el FMI siempre ha
impuesto en Asia, África y Latinoamérica, para impedir que España o
Italia abandonaran sus habitaciones de planta o exigieran el mismo
trato.
Una reestructuración de la deuda griega sería ahora un ejemplo
terrible para cualquier otro país europeo, para sus habitantes, porque
se da la molesta circunstancia de que esos estados son democracias en
las que los ciudadanos pueden exigir en las urnas soluciones diferentes a
las impuestas desde Bruselas.
De ahí las frases tachadas en rojo." (Guerra eterna, 24/06/2015)

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