"Alerta roja en la
industria. El consumo eléctrico del sector, uno de los termómetros más
fiables para medir su salud económica, está sufriendo el hundimiento más
fuerte en siete años, cuando se vivía uno de los momentos más críticos
de la crisis económica.
El gasto eléctrico de la industria española lleva cinco trimestres consecutivos —desde el inicio de 2018— cayendo, algo que no se veía desde 2012, según los datos
publicados por Red Eléctrica corregidos ya de estacionalidad y
laboralidad. Además, la tendencia es preocupante porque los retrocesos cada vez son más pronunciados y ya están al nivel de hace siete años, momento crítico en España tras el estallido de la gran recesión y cuando se sufrieron las mayores tasas de paro.
La bajada del consumo, consecuencia de una
aminoramiento de la actividad, afecta de manera dispar a los subsectores
dentro de la economía. La automoción, que representa el 12% del PIB en España y es tractora de empleo en grandes ciudades, es uno de los que más se deterioran.
Esta industria está sufriendo el hundimiento del diésel y la disrupción
tecnológica hacia motores bajos en emisiones como los eléctricos,
híbridos o de gas.
En los últimos meses, se ha producido una bajada de las matriculaciones
en España: siete meses consecutivos bajando. También se están
resintiendo las exportaciones, adonde va el 85% de los coches
ensamblados en territorio nacional.
En ese contexto, el consumo eléctrico del sector vehículos ha sufrido un bajón en el último medio año sin precedentes. Incluso superior a las caídas de 2012, en pleno proceso de ajustes y recortes en el sector. (...)
Otro sector que está evidenciando el parón de la
actividad es el metalúrgico. La industria de producción de materias
primas está estrechamente vinculada al ciclo de la economía. Cuando sube
la actividad, se acelera la producción de materiales como acero o aluminio.
Por el contrario, esta desciende cuando la economía afloja. Además, el
consumo eléctrico es clave para esta industria. No en vano, es el
subsector que más luz utiliza y las caídas cada vez son más
pronunciadas. Sobre todo las de este primer trimestre de 2019, cuando ha
bajado cerca de un 10%.
Pero estos no son los únicos afectados. La industria
química y el refino también están cayendo con fuerza. De hecho, esta
situación no hace más que evidenciar la cascada de cierres anunciados
durante 2018. Fábricas como Alcoa, Cemex, Vestas, La Naval o Siemens Gamesa
han anunciado el fin de la actividad de algunas de sus plantas de
producción. De ahí que el consumo, y por tanto la actividad económica,
esté cayendo en picado.
Los fantasmas que se avistan en la industria se
producen en pleno proceso de búsqueda de soluciones por parte de las
administraciones públicas, aunque sin que de momento se haya logrado
resolver el problema, fundamentalmente por el empleo y actividad en las zonas afectadas.
Pese a ello, los problemas estructurales que está
sufriendo la industria en España no ocuparon ni un minuto del debate a
cuatro entre PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos para las elecciones generales del próximo domingo 28 de abril." (El Confidencial, 24/04/19)
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