"La economía creció un 0,3% en el tercer trimestre, respecto al trimestre anterior, gracias a la resistencia del consumo de las familias y pese a la debilidad internacional y a la caída de la inversión en vivienda. El avance del PIB (Producto Interior Bruto) se sobrepuso al daño de la inflación y de las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) por los aumentos de salarios y por la creación de empleo, que apoyaron la capacidad de gastar de los hogares en pleno verano y en la principal temporada para el turismo.
El crecimiento apenas desaceleró una décima respecto al 0,4% que la economía de España creció en el segundo trimestre, y se mantiene en el camino que le dirige a cumplir las expectativas de un incremento de la actividad cercano al 2,5% en el conjunto de 2023, el más destacado de la eurozona.
De hecho, desde el Ministerio de Asuntos Económicos destacan que “este dato confirma el crecimiento diferencial de la economía española respecto a los principales países desarrollados y está en línea con las previsiones macroeconómicas incluidas en el Plan Presupuestario”. (...)
Volviendo al cálculo trimestral, el consumo de las familias aumentó un 1,4%, al mayor ritmo de todo el año, corroborando, como ya explicó elDiario.es en esta información, que en niveles agregados las familias se han repuesto del shock de la pandemia y también de la crisis de inflación que exacerbó la invasión rusa de Ucrania. El incremento es el mayor desde el segundo trimestre de 2022, justo después de la última gran ola de contagios por COVID.
La renta disponible de los hogares se ha recuperado rápidamente del daño de las subidas de precios por los aumentos de salarios desde finales de 2022, la creación de empleo y las medidas del Gobierno. La extraordinaria respuesta política, que ha favorecido la flexibilidad fiscal permitida desde la Unión Europea (UE), va desde la financiación pública de los ERTE (Expedientes de regulación de empleo), pasa por el incremento de las pensiones según el IPC y por la reforma laboral y el récord de contratos indefinidos, y llega hasta el tope al gas (o mecanismo ibérico) para contener la escalada de la electricidad.
Esta evolución del dinero que las familias tienen para consumir o
para guardar dista mucho del hundimiento de los años de la austeridad
tras la gran crisis financiera de 2008. Por supuesto, se trata de una
visión promedio, que no atiende a la desigualdad que existe en nuestro
país entre los más ricos y los más vulnerables. Sin duda, uno de los
principales problemas estructurales de España y de todo el sistema
capitalista." (Daniel Yebra, eldiario.es, 27/10/23)
No hay comentarios:
Publicar un comentario