9.7.25

Un Referéndum Popular en Brasil impulsa una votación para gravar a los superricos y reducir la jornada laboral... El referéndum, organizado por movimientos populares, busca presionar al Congreso para una jornada laboral más justa y el fin de los privilegios para los ricos... la presión popular es fundamental para que el gobierno Lula (PT) logre cumplir las promesas de campaña, que han enfrentado la resistencia del Congreso y del gran capital. "Estamos proponiendo jugar con los intereses de las minorías. Son los súper ricos, millonarios, multimillonarios, la alta cúpula del Poder Judicial, las jubilaciones de los militares. Ya la derecha y la extrema derecha quieren sacar dinero de los hospitales, de las escuelas, de las universidades, de la jubilación"... "Los que pagan mucho impuesto en este país son los trabajadores y trabajadoras y los sectores medios. Los que no pagan son los súper ricos, los multimillonarios, que tienen una serie de privilegios en nuestro sistema tributario" ( Adele Robichez)

 "La votación es presencial y puede ocurrir en urnas físicas o digitales, organizadas por voluntarios en los barrios y ciudades del país-Caio Jardim El Plebiscito popular comenzó este martes (1º) con el objetivo de movilizar a la población brasileña a votar dos temas centrales para la vida de los trabajadores: el fin de la escala 6 1 1 y la tributación de los super-ricos. La iniciativa está organizada por movimientos populares, centrales sindicales, partidos progresistas y entidades de la sociedad civil, y busca fortalecer el debate público sobre propuestas que, según los organizadores, han sido prohibidas por un congreso conservador. 

En la cartilla del Plebiscito Popular, hay una detallada explicación de los ejes principales de la movilización, de los temas que serán votados y orientaciones para la realización de la votación. El documento también reúne sugerencias prácticas para que movimientos populares en todo el país consigan articularse en sus espacios de lucha para realizar actividades de concientización política y, especialmente, logren involucrarse para la realización de la votación, que es voluntaria. El período de votación se extiende hasta el siete de septiembre y la publicación de los resultados está prevista para el seis de octubre. Sin embargo, se están organizando mutirones para que, semanalmente, las votaciones sucedan y la movilización vaya ganando adhesión cada vez mayor de la población. 

"Nuestro interés es, sobre todo, hacer un debate con la sociedad sobre dos pautas estructurales en relación a los temas del trabajo y de la tributación", explica Igor Felipe, representante de la Comisión Ejecutiva Nacional del Plebiscito. La votación es presencial y puede realizarse en urnas físicas o digitales, organizadas por voluntarios en los barrios y ciudades del país. En la página central del Plebiscito Popular, hay una serie de opciones, como enlace para participar en el grupo, acceso al sitio con las informaciones principales y también una forma de registrar una urna de votación. Esto puede ser hecho por una persona o entidad y cada registro podrá representar una o más urnas, según el territorio o base social. Según Felipe, el objetivo va más allá del conteo de votos: se trata de movilizar y unificar a la clase trabajadora en torno a demandas concretas. "Nosotros tenemos Condiciones de retomar un proceso de organización, movilización y lucha para presionar, sobre todo, al Congreso Nacional. El Congreso teme a la población. Es por eso que ellos quieren quitar ese sistema de pautas: no quieren apretar el botoncito diciendo que están en contra de que la gente trabaje menos y que quien gana más pague más impuesto", dice. 

El representante cree que la presión popular es fundamental para que el gobierno Lula (PT) logre cumplir las promesas de campaña, que han enfrentado la resistencia del Congreso y del gran capital. "Estamos proponiendo jugar con los intereses de las minorías. Son los súper ricos, millonarios, multimillonarios, la alta cúpula del Poder Judicial, las jubilaciones de los militares. Ya la derecha y la extrema derecha quieren sacar dinero de los hospitales, de las escuelas, de las universidades, de la jubilación", compara. El plebiscito popular es usado por los movimientos sociales desde finales de los años 1990 y ha debatido temas como la deuda externa, el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), la reestatización de Vale y la convocatoria de una Constituyente exclusiva. "Nosotros tenemos una tradición, desde hace 25 años, del plebiscito popular con esa metodología. Y nosotros conseguimos, este año, construir una unidad del conjunto de las fuerzas populares para retomar esa experiencia", celebra el activista. 

Viaje más justo: fin de la escala 6 1 1 

La propuesta de reducción de la jornada de trabajo sin reducción salarial y el fin de la escala 6 1 1 ganó visibilidad el año pasado, con el movimiento vida más allá del trabajo (Vat), encabezado por el hoy concejal Rick Azevedo (Psol-RJ). "El desarrollo tecnológico no se ha utilizado para mejorar la vida de las personas, sino para aumentar el nivel de explotación de las personas. [Hoje] hoy las personas llegan a casa y están respondiendo al jefe en la aplicación, preocupados con la dinámica de trabajo, ya se despiertan con el celular sonando", relata Igor Felipe. La escala en la que se trabaja seis días a la semana con sólo uno de descanso es vista como un símbolo de la precarización. "La gente trabaja seis días a la semana, se divierte uno, que ni siquiera sabe cuál es, no tiene horas extras. Es un viaje extremadamente inhumano", puntualiza. El final de este modelo es visto por los trabajadores como una forma de garantizar el bienestar y una mejor distribución del tiempo de vida entre el trabajo y el juego. 

Impuesto más justo: gravar a los más ricos 

La segunda pauta del plebiscito trata de la tributación, relativa a la propuesta del gobierno, que quiere que quien gana más de R.50 mil por mes pague más Impuesto de renta (IR), permitiendo la exención para quien recibe Hasta R R 5 mil mensuales. "Los que pagan mucho impuesto en este país son los trabajadores y trabajadoras y los sectores medios. Los que no pagan son los súper ricos, los multimillonarios, que tienen una serie de privilegios en nuestro sistema tributario", denuncia Felipe. 

Afirma que la propuesta de gravar a los más ricos busca corregir distorsiones históricas en el sistema tributario brasileño, que se basa fuertemente en el consumo, penalizando a quienes tienen menores ingresos, a diferencia de otros países más desarrollados. "Queremos que la gente pague un impuesto justo. Quien gana menos, no paga nada o paga menos. Quien gana más, paga más. Y queremos acabar, sobre todo, con los privilegios", argumenta. 

El organizador espera que el plebiscito popular logre presionar al Congreso que, a su juicio, ha tenido hasta "más poder que el propio Poder Ejecutivo" con las enmiendas parlamentarias, para que voten a favor de los trabajadores. Para Igor Felipe, la acción puede significar una "reanudación de las luchas y el avance de la clase trabajadora"."

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