26.9.25

¿Por qué se está acumulando cada vez más oro en perjuicio del dólar y los bonos estadounidenses? Si los bonos estadounidenses eran el activo más deseado se debía a que se consideraban como el más seguro... ya no... Estados Unidos ha aplicado sanciones financieras a distintos países porque estos disponían de activos denominados en dólares... así que los países amenazados huyen del dólar por esa razón... La vulnerabilidad del sistema bancario privado no sólo no ha disminuido sino que se acrecienta... pero sobre todo, es que para poder financiar su aparato militar, Estados Unidos precisa que las demás economías necesiten su moneda... Exige que le demanden dólares y eso no va a ocurrir por los medios actuales, lo que explica las prisas de Estados Unidos para obtener recursos de los demás países, aunque sea a base de amenazas, chantajes y de romper con sus antiguos aliados e incluso de humillarlos... Los bonos de Estados Unidos se emiten para financiar su deuda, pero esta ha superado ya los 37,5 billones de dólares y cada día hay más riesgo de que resulte insostenible. Quizá no tanto por riesgo de impago, como por la probabilidad de que un volumen tan impresionante de deuda provoque una fuerte inflación y la pérdida de valor del dólar y los bonos.... así que la desdolarización es una opción estratégica de primer orden que siguen cada vez más países (Juan Torres López)

 "Hace unos días, un conocido analista de mercados, Octavio Costa, publicó un gráfico en el que se veía que el oro había superado, por primera vez en 30 años, a los bonos del Tesoro de Estados Unidos en los balances de los bancos centrales.

En un artículo de Financial Times se decía que esa observación no era todavía certera porque el fenómeno se debía más a la subida de precios del oro que al aumento de sus compras; y, además, porque los cálculos de las reservas son muy complejos y quizá eso implique que, en realidad, no haya tanto oro en los balances como se dice. Sin embargo, en Bloomberg se aseguraba, por el contrario, que los bancos centrales vienen comprando mucho más oro del que declaran.

En cualquier caso, todos los análisis coinciden en lo fundamental: los bonos estadounidenses y el dólar son cada vez menos deseados como activos de reserva y su demanda cae en beneficio del oro, que los supera como ya le ocurrió con el euro hace tiempo. Todo indica que el volumen de compras de oro que habrán hecho los bancos centrales al acabar 2025 será el más elevado desde 1967, y en pocos meses será un hecho que efectivamente supere a los bonos.

Este fenómeno es muy relevante y significativo, tiene causas muy claras y una consecuencia que puede ser dramática, sobre todo para Europa, si no se evita.

¿Por qué se está acumulando cada vez más oro en perjuicio del dólar y los bonos estadounidenses?

Si el dólar ha sido (y sigue siendo todavía), la principal moneda de reserva en los mercados internacionales ha sido gracias a la potencia económica del país que lo emite, Estados Unidos. Y si sus bonos eran el activo más deseado se debía a que se consideraban como el más seguro.  

Si ahora se están dejando de desear es porque eso ya no ocurre en la misma medida debido a las siguientes razones, entre algunas otras de menor importancia:

– La economía de Estados Unidos ya no es la potencia industrial y comercial indiscutida y más poderosa del mundo y por eso su moneda se resiente, por muy lejos que Trump quiera llegar con los aranceles.

– Estados Unidos ha aplicado sanciones financieras en diversos momentos y a distintos países que se han podido llevar a cabo porque estos disponían de activos denominados en dólares. Podrían eludidarlas más fácilmente si sus reservas están en otros valores seguros, como el oro. Muchos países amenazados por Estados Unidos huyen del dólar por esa razón 

– Los bonos de Estados Unidos se emiten para financiar su deuda, pero esta ha superado ya los 37,5 billones de dólares y cada día hay más riesgo de que resulte insostenible. Quizá no tanto por riesgo de impago, como por la probabilidad de que un volumen tan impresionante de deuda provoque una fuerte inflación y la pérdida de valor del dólar y los bonos.

– Como es sabido y a pesar de las amenazas de Trump, el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) más algunos otros países, están alejándose aceleradamente del dólar, tratando de crear su propio sistema monetario e incluso una nueva divisa. Por muy lento que vaya el proceso, la desdolarización  es una opción estratégica de primer orden que siguen cada vez más países.

– Las nuevas formas de funcionamiento del sistema financiero están permitiendo que el oro se esté convirtiendo en un activo muy fácilmente intercambiable y liquidable, lo que facilita su uso.

– En particular, avanza un proceso de cambio monetario a nivel internacional que traerá consigo la aparición de nuevos tipos de monedas, digitales, basadas en materias primas, o emitidas por empresas privadas. Y los bancos centrales tratan de evitar que esa transición les llegue habiendo acumulado la reserva equivocada, la que quizá quede marginada en los mercados cuando se vayan produciendo estos cambios.

– El proceso de sustitución del dólar y los bonos por oro es tan evidente, se toma como algo tan fundamental y urge tanto, que muchos bancos centrales incluso están repatriando el que tenían en las bóvedas de otras instituciones. Y Bloomberg informaba hace un par de días que China no sólo está realizando compras masivas de oro, desprendiéndose de dólares y bonos, sino que está utilizando la Bolsa de Oro de Shanghai para lograr que los bancos centrales de países amigos que compren lingotes los almacenen dentro de sus fronteras.

– La vulnerabilidad del sistema bancario privado no sólo no ha disminuido sino que se acrecienta (fundamentalmente, porque los bancos centrales no han querido imponer a los bancos condiciones que la limiten). La posibilidad de una nueva y grave crisis financiera se contempla como algo muy real, lo que también lleva a incrementar la acumulación de oro. Es sabido que este es un valor de mayor rendimiento en momentos de perturbación económica y crisis.

Una tremenda consecuencia

La pérdida de peso del dólar y los bonos como activos de reserva tiene efectos diversos sobre el comercio, los tipos de interés, los precios y otras variables económicas que no voy a analizar aquí. Quiero detenerme en una consecuencia de la que se habla mucho menos en el análisis de los economistas.

Estados Unidos es una potencia imperial. No lo digo con ninguna connotación negativa o positiva. Es un hecho. Durante decenios ha sido la nación más poderosa del mundo y -desde la desaparición de la antigua Unión Soviética- ha ejercido ese poder sin émulos y en su propio beneficio. Sin olvidar, que decir que algo es beneficioso para Estados Unidos equivale a señalar que lo es para las grandes corporaciones: «Lo que es bueno para nuestro país es bueno para General Motors, y viceversa», dijo Charles Erwin Wilson, presidente de esa multinacional y luego secretario de Defensa de Estados Unidos con el presidente Dwight D. Eisenhower.

Pues bien, ese poder imperial estadounidense se ha basado en tres pilares fundamentales. El primero, la fortaleza sin igual en todo el mundo de su economía, su industria, servicios, comercio, finanzas y tecnología. El segundo, la existencia del dólar como moneda de reserva y referencia de toda la economía mundial. El tercero, su hegemonía militar. Se podría añadir su poder cultural y mediático, no menos importante, pero del que no voy a ocuparme aquí.

Lo que viene ocurriendo en los últimos años está bien estudiado. La economía de Estados Unidos se ha desindustrializado y depende de compras multimillonarias en el exterior, lo que ha aumentado sin cesar su deuda interna y externa. Y la economía de China está en camino de superarla, si es que no la ha superado ya, en avances tecnológicos y desarrollo industrial. El primer pilar de su hegemonía imperial sigue ciertamente en pie, pero se debilita a pasos agigantados.

El segundo pilar, la supremacía del dólar, tampoco ha desaparecido por completo pero, como acabamos de ver, también se viene abajo con rapidez. O, al menos, no va a poder mantenerse con la fuerza que se necesita para que un país domine el mundo con su moneda, como hasta ahora ha hecho Estados Unidos.

Eso quiere decir que a Estados Unidos sólo le va quedando un pilar para imponer su hegemonía imperial: el poder militar.

Pero ese pilar puede ser efectivamente una base de su poder, en primer lugar, sólo si no lo es en apariencia. Necesita hacerlo efectivo, mostrarlo como tal y manifestarlo clara y expresamente. En segundo lugar, necesita financiarlo suficientemente. Las armas son muy caras (sobre todo, porque las venden monopolios que pueden corromper e imponer sus condiciones a los gobiernos).

Para financiar la astronómica cantidad de gasto militar que precisa (gastó 997.000 millones de dólares en 2024), Estados Unidos ha recurrido hasta ahora a la demanda de dólares que hacen los demás países. Sólo eso es lo que le ha permitido financiar la inmensa deuda que genera su estructura militar y también una economía, como acabo de señalar, cada día más débil, por muy superior que siga siendo respecto a los demás países.

Dicho de otra manera más fácil de entender: para poder financiar su aparato militar, Estados Unidos necesita que las demás economías necesiten su moneda.

Cuando empieza a ocurrir lo que hemos analizado, la menor demanda de sus dólares y bonos del Tesoro,  Estados Unidos se enfrenta a un problema existencial: obtiene menos financiación justo cuando más la va a necesitar para poder mantener el único pilar que va a poder utilizar para seguir dominando el mundo.

Necesita que le demanden dólares y eso no va a ocurrir por los medios actuales. Y, además, necesita recursos con urgencia, porque cada día que pasa pierde ventaja sobre China. Aunque ahora siga teniendo supremacía militar, falta muy poco tiempo para que la emergente potencia oriental le hable de tú, también, en capacidad armamentística.

Todo esto que acabo de exponer es lo que a mi juicio explica las prisas de Estados Unidos (no sólo de Trump, sino de toda su clase dirigente empresarial, tecnológica y financiera) para obtener recursos de los demás países, aunque sea a base de amenazas, chantajes y de romper con sus antiguos aliados e incluso de humillarlos.

Trump acaba de sacarle a Japón 550.000 millones de dólares y podría conseguir hacerlos efectivos porque ese país dispone de un fondo de pensiones de 1,6 billones de dólares que el gobierno puede manejar. A la Unión Europea le reclamó 600.000 millones, además de otras cantidades también millonarias, pero en este caso no se puede asegurar la contribución, puesto que deberían realizarla empresas a las que no siempre se puede obligar a que inviertan donde se les diga.

Y aquí es, entonces, donde viene la consecuencia de todo lo anterior que es tremenda y que me atrevo a plantear como hipótesis. Estados Unidos necesita que Europa necesite dólares y eso sólo lo puede conseguir hoy día de una forma: haciendo que Europa se involucre en la guerra de Ucrania y Rusia. Sólo eso permitirá que llegue a Estados Unidos el flujo de docenas de miles de millones de dólares que necesita para mantener su hegemonía militar. Además, por otro lado, le ayudaría a debilitar a Rusia y quizá a que China se involucrase más directamente en el conflicto, quién sabe si para adelantar así lo que a Estados Unidos le conviene que se produzca cuanto antes: el choque con el gigante asiático entes de que ya le resulte completamente imposible superarlo en cualquier ámbito.

Si estoy en lo cierto, Europa va a estar en guerra, de una u otra manera, con mayor o menor intensidad, participando más o menos países, muy pronto. Quizá a lo largo de los próximos seis meses.

Se podría evitar si los dirigentes europeos espabilan y dejan de caer irresponsablemente en las provocaciones que, desde hace tiempo y con la finalidad que acabo de señalar, les viene preparando Estados Unidos, quien se supone que es su principal aliado.

Lo sé, no me lo digan. El cambio de estrategia de von der Leyen, Kallas, Mertz y compañía es muy improbable. Dependemos de un milagro." 

(Juan Torres López, blog, 25/09/25) 

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