"Comentarios preliminares
Primero, lo bueno. Desde
hace más de dos años, junto con un grupo de colaboradores en rápido
crecimiento —científicos, empresarios, periodistas, personalidades de la
cultura—, estoy trabajando intensamente en el proyecto «Giro hacia el
Este 2.0, o Siberización de Rusia». El motor principal son los
siberianos, pero el centro del proyecto está en Moscú, entre otras cosas
para evitar acusaciones de localismo y separatismo, a las que se
enfrentan muchas iniciativas para el desarrollo de las regiones al este
de los Urales. Las sospechas a veces son engañosas. Muchas élites de
nuestras antiguas capitales, que se han acomodado en Europa, no quieren
reconocer lo obvio: el viaje europeo de Rusia, de más de trescientos
años, ha terminado Конец пятисотлетнего господства Запада — Россия в глобальной политике
. Hubiera sido mejor terminarlo más de un siglo antes; tal vez así se
hubieran evitado las pérdidas más graves para el país y el pueblo en el
siglo XX. Este viaje nos ha aportado mucho, tanto en desarrollo técnico
como en asuntos militares.
El injerto europeo en el tronco de la
cultura tradicional rusa dio un resultado asombroso: la mejor literatura
del mundo, la gran música, el teatro, el cine. Y, por supuesto, debemos
y vamos a conservar y acariciar en nuestro interior el legado de
Aristóteles, Dante, Rafael, Bach, Vivaldi, Shakespeare, Fellini,
Schopenhauer e incluso Marx, entre otros muchos mas.
La primera vuelta del giro de Rusia se concibió a finales de la década de 1990 y,
especialmente, en la década de 2000, y comenzó a principios de la última
década.
La justificación se basó principalmente en cálculos económicos: su
rentabilidad y las ventajas competitivas de Rusia en los mercados
asiáticos. Se tenían en cuenta las evaluaciones de la falta de
perspectivas y el peligro de continuar con la alineación unilateral con
Europa, que había comenzado a decaer económicamente y se estaba
volviendo cada vez más hostil políticamente. La mayor parte de la élite
rusa todavía estaba entusiasmada con el occidentalismo y la eurofilia.
Aun así, recibieron una buena parte de las acusaciones no solo de
euroescepticismo, sino también de «asiatismo» e incluso de «hordismo».
Aquel giro solo tuvo un éxito parcial. La inercia burocrática y la
renuencia a alejarse bruscamente de Occidente fueron un obstáculo. En
aquel momento, el giro solo se refería al Extremo Oriente ruso, al que
más tarde se añadió la Ruta Marítima del Norte. La mayoría de los
habitantes del Extremo Oriente ruso no se vieron involucrados en el
tema. Para muchos, el giro parecía (y era) «moscovita». Pero lo más
importante es que no se extendió a las regiones de Siberia más fuertes
en términos económicos, científicos, humanos, de recursos y de
producción: la oriental y la occidental, y también los Urales. Y en
términos económicos, políticos, humanos e históricos, para Rusia,
Siberia comienza en la región de Perm y los Urales. Сибирь – ключ к пониманию судьбы России — Россия в глобальной политике
Aquel
primer giro dio resultados limitados, pero positivos: se activó el
desarrollo económico de la Rusia del Pacífico, aumentó notablemente el
comercio con Asia, lo que más tarde suavizó el impacto de la ruptura de
las relaciones económicas con Europa. En los últimos dos años, incluso
ha disminuido la salida neta de población de la región. Ahora, junto con
nuestros colegas de los centros intelectuales de Siberia y los Urales,
estamos preparando una hoja de ruta integral para el segundo giro del
país hacia Oriente Восточный поворот 2.0: вперёд в Большую Евразию — Россия в глобальной политике
: su «siberización». En gran medida, se trata de un «regreso a
casa»[1], a las fuentes de la grandeza de Rusia, su singular apertura
cultural, su infinitud, su ímpetu espiritual, su fortaleza de espíritu,
su incomparable laboriosidad y su colectivismo, su sentido de la
comunidad.
Sin la colonización de Siberia, es muy probable que la
antigua Rus no hubiera podido mantenerse en la llanura central rusa,
constantemente atacada desde el sur y el oeste, y no se hubiera
convertido en un gran imperio antes incluso de que Pedro I la proclamara
como tal. No habría cultivado lo mejor y más fuerte del carácter
nacional ruso Книга о русском характере — Россия в глобальной политике
, la «mezcla siberiana»[2], una combinación de audacia, perseverancia,
colectivismo, apertura cultural y religiosa, aspiración a metas lejanas,
«hacia el sol». La siberización —el desplazamiento del centro de
gravedad del país hacia los Urales y Siberia— es extremadamente
beneficiosa, pero también inevitable, ya que el vector occidental,
europeo, en el futuro previsible está bloqueado por la política de
Occidente, que ha provocado la guerra en Ucrania. En condiciones de
decadencia moral y política de Europa, es necesario comenzar la
siberización lo antes posible.
Problemas en la dirección europea
Para determinar
plenamente el nuevo rumbo del desarrollo del país, «sibirizarlo», girar
hacia Oriente, ocuparse de su propio desarrollo espiritual, humano,
tecnológico y económico, sin quedarse estancado en la dirección europea
ahora sin perspectivas y perjudicial, en los próximos años es necesario
terminar victoriosamente la guerra, derrotando a Europa, mejor sin
recurrir a medios extremos. Repetir la experiencia de 1812-1814 y
1941-1945, solo que ahora resolviendo por completo políticamente el
«problema europeo» de Rusia y del mundo. Recuerdo lo obvio, pero a
menudo ocultado a nosotros mismos: Europa es el centro de todos los
males principales de la humanidad, dos guerras mundiales, innumerables
genocidios, colonialismo, racismo y muchos otros «ismos» repugnantes. En
los últimos años, el totalitarismo liberal, mezclado con el
transhumanismo, el lgbtismo, la negación de la historia y, en esencia,
la antihumanidad. Examinemos primero las perspectivas de desarrollo de
nuestras relaciones con Europa (la UE y la OTAN), y veamos luego qué
hacer.
Con Europa tenemos las peores relaciones de toda su historia. El actual nivel de rusofobia y sentimientos antirrusos no tiene precedentes, no solo entre las élites europeas, sino también entre una parte cada vez mayor de la población. Se la manipula con una propaganda de carácter total, propia de tiempos de guerra. Europa aún no ha declarado abiertamente la guerra, participando en las acciones militares de forma indirecta, armando y azuzando contra Rusia a ucranianos engañados y nazificados, que son sus mercenarios, como muchos otros reclutados en todo el mundo. Se están preparando otros mas en los países pobres del este y el sur de Europa. Y a lo grande. Los estadounidenses han logrado parte de los objetivos que perseguían al desatar la guerra junto con sus sirvientes europeos: socavar la competitividad de sus aliados-competidores, que se han enriquecido a sus espaldas, rompiendo las relaciones gasísticas con Rusia. Pero en Estados Unidos comprendieron el peligro de una escalada nuclear «Ядерная эскалация откроет ящик Пандоры, но избавит мир от пятисотлетнего ига Запада» — Россия в глобальной политике y comenzaron a retirarse de la guerra con Rusia. Sin embargo, la expectativa de que arrastrarían a Europa con ellos, si es que la hubo, no se cumplió. Europa ya se está preparando abiertamente para una gran guerra dentro de 5-7 años Танки западных школ — Россия в глобальной политике . Las élites europeas se han enfurecido, la hostilidad sigue aumentando. Sus raíces son profundas. No se trata solo de una rusofobia secular, sino también de la esperanza de vengarse de las numerosas derrotas sufridas a manos de Rusia, desde los tiempos de la batalla de Poltava (contra los suecos, 1709 NdT), la invasión napoleónica, que afectó a casi toda Europa. Aún más países sufrieron la derrota en 1945, cuando la inmensa mayoría de los europeos marchaban bajo las banderas de Hitler o trabajaban para su ejército. Durante mucho tiempo mostramos una nobleza que resultó ser miope, enfatizamos el papel de los pequeños grupos partisanos antifascistas, en su mayoría comunistas, cerrando los ojos ante el hecho de que Hitler contaba con el apoyo de decenas, si no cientos, de veces más europeos.
La ira viene dictada por el resentimiento por las ganancias perdidas.
Tras exprimir a los europeos del este y perder la esperanza de hacerlo
también a costa de Rusia, los europeos occidentales, especialmente los
alemanes, contaban con aprovechar las ricas tierras, los recursos y la
laboriosa población de Ucrania. Estos cálculos se están frustrando ante
nuestros ojos (aunque varios millones de nuevos trabajadores migrantes
—refugiados— se han incorporado a la economía europea en declive). La
razón principal de esta hostilidad sin precedentes es más profunda. Se
trata del fracaso generalizado
de las élites europeas y el
estancamiento del proyecto europeo. Sus problemas comenzaron ya en los
años 70 y 80, pero quedaron temporalmente ocultos por el inesperado
colapso de la URSS y del bloque socialista (que tuvo sus propias causas
internas), lo que liberó a varios cientos de millones de trabajadores
baratos y consumidores hambrientos. Al mismo tiempo, se abrieron los
mercados de China. Pero desde finales de la década de 2000, la inyección
externa de adrenalina económica y moral comenzó a agotarse. Llegó el
momento de pagar por la codicia de la burguesía europea, que desde la
década de 1960 había dado rienda suelta a las multitudes de inmigrantes
para reducir el coste de la mano de obra y debilitar a los sindicatos.
El resultado es una crisis migratoria creciente y, por ahora, sin
salida. Desde hace casi dos décadas, la clase media europea se está
reduciendo, la desigualdad va en aumento y los sistemas políticos son
cada vez menos eficaces. El golpe de la revolución estudiantil de 1968 a
la educación superior, el predominio de la nueva corrección política en
las ciencias humanas y, lo que es más importante, el hecho de que la
democracia en condiciones normales conduce a una selección
antimeritocrática, han provocado una acelerada caída de la calidad de
las élites políticas Американизация Старого Света и феномен «устойчивой деградации элит» — Россия в глобальной политике
. No voy a seguir con la agradable (teniendo en cuenta la hostilidad de
Europa hacia Rusia) enumeración de los numerosos indicios de una crisis
compleja y global del proyecto europeo y de Europa. No hay nada de lo
qué alegrarse. Desmoronándose por dentro, las élites europeas ya hace
una década y media tomaron el rumbo de exagerar la imagen de Rusia como
enemigo mortal. Luego, con entusiasmo, se dedicaron a intentar infligir
una derrota estratégica a través de Ucrania. Y ahora se han embarcado
abiertamente en la preparación para la guerra, alimentando la histeria
militar. La situación se agrava aún más por el «parasitismo estratégico»
que se ha instalado gracias a la prolongada paz, la ausencia de miedo a
la guerra «Верните страх!» — Россия в глобальной политике , incluso nuclear, y la pérdida del instinto de supervivencia entre las élites europeas y la población.
Tres
cuartos de siglo a espaldas de Estados Unidos, que en su constante
confrontación con la URSS garantizaba la paz en Europa y reprimía la
eterna hostilidad mutua entre naciones europeas, han agotado su
capacidad de pensamiento estratégico y han llevado a un embrutecimiento
casi total de las élites. Los pocos europeos que entienden lo que está
pasando no pueden decir casi nada. La situación se ha vuelto peligrosa.
Además, muchos en Europa sienten subconscientemente que, al arrebatarle
los cimientos de quinientos años de dominio —la superioridad militar —,
la Unión Soviética y ahora Rusia la han privado de su habitual forma de
vida basada en la explotación colonial y neocolonial del resto del
mundo. Esta renta se convirtió en la fuente más importante de su
prosperidad y bienestar, de sus éxitos científicos y culturales. La
pérdida de esta fuente es una de las razones más importantes del odio
bestial hacia Rusia. Centrándose en sí mismo y en su entorno, Estados
Unidos, puede prosperar, pero Europa ya no. Habría que volver a trabajar
duro. Y ya no están acostumbrados a ello.
Nosotros mismos hemos contribuido a la degradación de los europeos hacia una agresividad maliciosa, apaciguándolos, tranquilizándolos, esperando que «quizás se solucione». Nuestra eurofilia, que desde hace tiempo se ha vuelto cada vez más miserable, ha jugado una mala pasada a una parte significativa de las élites y la población rusas. Yo mismo fui víctima de ella, hasta que hace más de tres décadas me sumergí en el estudio profesional de la política y la vida europeas.
Lo dicho, por supuesto, no significa que Europa sea una colección de monstruos morales y rusófobos, hay muchas personas dignas allí. Conozco personalmente a muchas de ellas y me pesa la ruptura que nos han impuesto. Pero las personas sensatas, comprometidas con la cultura y los valores tradicionales europeos, están siendo desplazadas y niveladas políticamente por la propaganda totalitaria.
En Europa hay un puñado de países que se permiten seguir una línea más o menos independiente con respecto a Rusia, pero están siendo presionados. En el futuro, puede que algunos países mas se sumen a ello. Hay que aprovecharlo. Pero lo que predomina y se intensifica es la línea de la hostilidad. A esto se suma la remilitarización de Europa que ha comenzado. La línea está marcada y, dentro de 5-10 años, si no se detiene el proceso, pueden tener muchas más fuerzas armadas. Por ahora no hay que temerles en el ámbito militar, pero si se fortalecen y se envalentonan, volveremos a encontrarnos en una situación de riesgo. No podemos permitir que eso ocurra. Los Estados Unidos estarán encantados de ayudar al rearme de una Europa aún rica Белая книга Евросоюза по обороне – «милый маленький сад» милитаризма — Россия в глобальной политике , recuperando su complejo militar-industrial, debilitado en los últimos 35 años y, para ello, seguirá provocando tensiones en el subcontinente a través de su numerosa clientela. Les conviene que estas tensiones no alcancen el nivel nuclear ni empiecen a amenazar con extenderse al territorio de los propios Estados Unidos.
Los estadounidenses comprendieron que, en condiciones de pérdida de la superioridad militar y, con ella, de la capacidad de imponer su voluntad e intereses por la fuerza, la superpotencia, la hegemonía absoluta, se vuelve no solo imposible, sino también desventajosa, ya que amenaza con degenerar en una gran guerra global también en el territorio de los Estados Unidos. Al comprenderlo, comenzaron a retirarse parcialmente. Las señales eran visibles incluso antes de Trump, especialmente después de que no se cumplieran los sueños de desintegrar rápidamente a Rusia mediante la guerra en Ucrania y eliminarla como el aliado de facto más importante de China y el eje estratégico de la mayoría mundial en proceso de liberación – también después de que Washington empezara a recibir señales de Moscú sobre la posibilidad de una escalada nuclear. Los estadounidenses tendrán vacilaciones, potencialmente muy peligrosas, pero el rumbo es evidente. Reducción de la implicación militar directa, pero desestabilización de las regiones de las que se retiran para que no caigan en manos de sus competidores. Repito, los estadounidenses tienen adónde ir y con qué ir: una economía potente y dinámica, que se puede modernizar, atrayendo capitales y producciones hacia sí mismos, con grandes mercados cercanos a su alcance. Las élites europeas carecen de esa posibilidad. Además, se han castrado intelectualmente. La UE se ha convertido en el principal instrumento de represión de la disidencia interna. Desde finales de la década de 1940, esa represión, incluso más que la oposición a la URSS, fue la función principal de la OTAN. A partir de mediados de la década de 1950, la alianza pasó de ser política con un componente defensivo a ser político-militar, lo que exigía, para su desarrollo ulterior, el agravamiento de la confrontación. Ahora, la UE se está convirtiendo en lo mismo, aunque por el momento con un componente militar y técnico aún débil. Pero no menos, y tal vez incluso más que la OTAN, necesita de la escalada. Para las élites europeas actuales, mientras no sean desplazadas, el principal instrumento para justificar su poder es el fomento de la confrontación e incluso la preparación para la guerra. Esto durará mucho tiempo. La única salida es la derrota de Europa y el cambio de estas élites. Repito, mejor sin recurrir a medidas extremas. Pero Europa, una vez más, como casi siempre en la historia, es la principal amenaza para la paz. (...)"
NOTAS
[1] Esta formulación la brindó el profesor, filósofo y escritor de
Jabarovsk L.E. Blyajer. Véase: Karaganov S.A., Bordachev T.V.
Hacia el Gran Océano – 6: personas, historia, ideología,
educación. El camino hacia uno mismo. M.: MDK «Valdai», 2018. 67 p.
[2] La frase es del destacado escritor de Tyumen
A. Omelchuk. Véase: Karaganov S.A., Omelchuk A.K. El giro siberiano
giro 2.0 desde el campo de Ermakov hasta Karakorum // Tyumen
Gubernia. 2023. N.º 24. Págs. 12-13.
(Sergei Karagánov, presidente honorario del Consejo de Política Exterior y de Defensa. en Rafael Poch blog, 04/09/25, Publicado en : Европа: недоброе расставание — Россия в глобальной политике )
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