"No tenemos por qué acatar los recortes porque “no hay dinero” para mantener el actual nivel de pensiones y sanidad pública o ayudas sociales.
Sí hay dinero, y sabemos quién lo tiene.
La economía española crece, pero no de la misma manera para todos. Mientras el salario real de los trabajadores es hoy menor que en 2019, los beneficios de bancos, monopolios y capital extranjero se han más que duplicado.
El Estado alemán afirma que el país está en recesión y por tanto “ya no podemos permitirnos destinar uno de cada tres euros de lo que ingresamos a pensiones, sanidad y ayudas sociales”. Pero la crisis no es igual para todos. Mientras el pueblo alemán sufre cada vez más estrecheces, el Bundesbank acaba de anunciar que los grandes monopolios alemanes aumentaron sus ganancias el año pasado un 12%. Alcanzando la gigantesca cifra de 215.000 millones de beneficios.
El gobierno germano no ejecuta recortes sociales porque “no haya dinero”, sino para cargar la crisis sobre la mayoría, salvaguardando el beneficio de bancos y monopolios.
Lo mismo sucede en España. Nos repiten que será inevitable aplicar recortes porque “las cuentas no salen”. Pero ocultan cuál es la auténtica realidad del país.
Hoy somos un país más rico que en 2019. El PIB de España es hoy 340.000 millones de euros mayor que hace cinco años. Pero no todos se han beneficiado de ese crecimiento económico. El salario real de los trabajadores es un 2,5% menor que en 2029. Pero los beneficios de los bancos y monopolios del Ibex-35 son un 233% mayores que hace cinco años.
Esta claro quien gana y quien pierde. Los números nos dicen quién se queda el botín del crecimiento económico.
Esto es lo que debe estar en primer plano.
¡Es la desigualdad!
España crece muy por encima de la media europea. Pero esa cada vez mayor riqueza se la quedan en mayor medida unos pocos. Aumenta la desigualdad. Este es el problema nodular al que nos enfrentamos. El “elefante en la cacharrería” que debemos enfrentar.
Según un reciente estudio de Eurofund, España es el segundo país más desigual de la UE, solo por detrás de Alemania. El 50% solo posee el 6% de la riqueza. Mientras que el 5% más rico acumula el 43%… ¡siete veces más que la mitad de la población!
Mientras tres millones de trabajadores son pobres a pesar de cobrar una nómina, el salario de los directivos de los principales bancos y monopolios es de… ¡7,7 millones de euros al año!
Sobre la mayoría de la población se impone un saqueo permanente. El precio de la vivienda, con alquileres abusivos e hipotecas por las nubes, es uno de los principales factores de empobrecimiento. Mientras un ínfimo puñado de mega fondos norteamericanos, y de bancos y constructoras españolas, hacen su agosto traficando con un bien esencial como es la vivienda.
España lidera el crecimiento económico, pero casi un 20% de la población, 12,5 millones, viven con ingresos por debajo del umbral de la pobreza relativa. Mientras que en el último año la riqueza de los milmillonarios creció un 20%, acumulando 185.000 millones de euros más.
Un 60% de la población, aun sin ser pobre ni estar en peligro de caer en la pobreza, ha visto recortado su poder adquisitivo, su bienestar, a golpe del aumento del precio de servicios y productos básicos, muy por encima del de los salarios. Mientras que bancos, monopolios y capital extranjero alcanzan cada año un nuevo récord de ganancias.
Está claro, hay que Redistribuir la Riqueza
Los números son tajantes. Una ínfima minoría monopoliza una parte cada vez mayor de la riqueza nacional, que todos producimos con nuestro trabajo.
Ante la evidencia de una mayor desigualdad, la alternativa también está clara: hay que Redistribuir la Riqueza. Recortar por arriba, es decir reducir los abusivos beneficios de unos pocos, conseguidos a costa de todos, para poder satisfacer los intereses de la mayoría.
España es un país rico. Tenemos recursos más que suficientes para cubrir las necesidades del país y de la población.
¡Sí hay dinero! ¡El problema es quién se lo queda!"
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