"(...) Resulta evidente que el punto más débil en la estrategia del nuevo
Gobierno griego se encuentra en sus bancos y no en su deuda pública,
como de forma un tanto simplona nos quiere hacer ver tanto comentarista. (...)
Se olvidan de que en este momento Grecia presenta superávit en su
saldo presupuestario primario, es decir, que prescindiendo del servicio
de la deuda, los ingresos en las cuentas públicas son superiores a los
gastos. En las actuales circunstancias, Grecia puede hacer frente ya con
sus ingresos normales a todos sus gastos internos.
Después de que los bancos alemanes se hayan librado de la deuda
pública griega, el 80% de ella está en manos del FMI y de las
instituciones europeas, de manera que de los fondos de rescate que
Grecia recibe no queda nada en el interior del país, sino que retorna a
su origen en forma de pago de intereses y amortizaciones.
La suspensión
de los pagos del rescate no tendría unas consecuencias tan funestas para
el país heleno como algunos piensan, tan solo obligaría a paralizar a
su vez los reembolsos a los acreedores.
Cosa bien distinta es lo que hace referencia a las entidades
financieras. El traspaso de las competencias de los bancos centrales
nacionales al BCE deja a las entidades financieras sin otro prestamista
de última instancia que esta institución.
Es de sobra conocido que un
sistema financiero no puede sobrevivir sin un banco central que le
respalde, de manera que todo queda al albur de Frankfurt. ¿Cuál será su
comportamiento? Si atendemos a su historia, poco bueno se puede esperar.
De hecho, incluso bordeando la ilegalidad ha pretendido dar el primer
aviso al Gobierno de Syriza. (...)
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el BCE? O, mejor dicho, ¿hasta
dónde está dispuesta a llegar Alemania? ¿Es creíble que desde Europa se
haga quebrar a propósito el sistema financiero de un país miembro? ¿Y
qué repercusiones tendría en otras economías? ¿Hasta cuándo podrá
aguantar el Gobierno de Tsipras?
Todavía cuenta con algunos recursos,
entre ellos, suspender la libre circulación de capitales en el caso de
que la evasión de capitales sea cuantiosa. En ese choque de trenes que
se avecina, tanto Merkel como Draghi harían bien en tener en cuenta que
el famoso corralito con el que siempre se pretende asustar al díscolo
tiene muy poca relevancia para los votantes de Syriza.
Casi ninguno de
ellos tendrá capitales para evadir o depósitos bancarios en cantidades
significativas. Eso es lo que ocurre cuando se machaca a un pueblo, que
los sans culottes llegan a ser mayoría." (
No hay comentarios:
Publicar un comentario