Thomas Fazi @battleforeurope
El descenso de la UE hacia un totalitarismo desenfrenado continúa. En un hecho absolutamente descabellado, la UE ha sancionado, por primera vez, a dos periodistas europeos (alemanes), Alina Lipp y Thomas Röper, por participar en "propaganda prorrusa" y "actividades desestabilizadoras contra la UE". Sus bienes han sido congelados y ya no se les permite entrar en países de la UE (actualmente residen en Rusia).
El medio de comunicación turco red. también fue sancionado por cubrir las protestas pro palestinas en Alemania.
Esto marca un nuevo y escalofriante capítulo en la guerra de la UE contra la libertad de expresión: no sólo silenciando las voces disidentes sino criminalizando al periodismo mismo.
Nadie está a salvo: después de todo, es fácil ver cómo cualquier tipo de información crítica al régimen de la UE-OTAN podría ser categorizada como propaganda prorrusa y desestabilizadora para los gobiernos.
Se ha cruzado una línea roja enorme: a partir de ahora, cuestionar el poder en la UE será un delito punible. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=OJ:L_202500966
(The EU’s descent into rampant totalitarianism continues. In an absolutely insane development, the EU has — for the first time — sanctioned two European (German) journalists, Alina Lipp and Thomas Röper, for engaging in “pro-Russian propaganda” and “destabilising activities against the EU”. Their assets have been frozen and they are no longer permitted to enter EU countries (they are currently residing in Russia). The Turkish media company red. was also sanctioned for covering the pro-Palestine protests in Germany. This marks a chilling new chapter in the EU’s war on free speech — not just silencing dissenting voices, but criminalising journalism itself. No one is safe: after all, it’s easy to see how any kind of reporting that is critical of the EU-NATO regime could be categorised as pro-Russian propaganda and destabilising to governments. A massive red line has been crossed: from now on, questioning power in the EU will be a punishable offence. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=OJ:L_202500966 )
12:51 p. m. · 22 may. 2025 8.944 Visualizaciones
"Las últimas sanciones del Consejo de la UE, destinadas a disuadir la guerra de Rusia contra Ucrania, incluyen al fundador de red. media, Hüseyin Doğru, y a AFA Medya (que opera red.), citando su cobertura de las protestas pro palestinas en Alemania que, según el Consejo, «apoya» a Rusia.
Desde que la UE comenzó a desplegar un paquete de sanciones tras otro a raíz de la invasión rusa de Ucrania en 2022, la selección de Doğru supone la primera vez que la UE utiliza esta arma al servicio de la represión alemana de la solidaridad con Palestina, represión que ha sido condenada por funcionarios de la ONU y grupos de derechos humanos.
La lista de sanciones a Doğru afirma que red. ha «difundido sistemáticamente información falsa sobre temas políticamente controvertidos con la intención de crear discordia étnica, política y religiosa entre su público objetivo, predominantemente alemán». La única prueba que aporta de esta acusación es la cobertura exclusiva de red. desde Berlín durante la revuelta estudiantil pro Palestina que recorrió los campus universitarios de todo el mundo.
Desde la capital alemana, red. se ganó la confianza de los activistas por la solidaridad con Palestina al ser el único medio de comunicación que no fue cómplice de la represión contra ellos, consiguiendo acceso exclusivo a su ocupación en la Universidad Humboldt. En lugar de elogios, esta primicia suscitó la hostilidad de los medios de comunicación alemanes, que pronto empezaron a acusar a red. de organizar las protestas y de estar vinculada a Rusia, afirmaciones que se convirtieron en una campaña en toda regla contra red. en todos los medios de comunicación alemanes y por parte del Estado alemán, lo que provocó nuestro cierre. Esta narrativa infundada no sólo alimentó la censura contra nosotros, sino que también criminalizó a los activistas al asociarlos con una potencia extranjera «hostil». Aunque nunca se corroboraron, el entonces Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken se hizo eco de estas afirmaciones, que ahora se han convertido en la base central para sancionar al fundador de red. La UE sanciona las afirmaciones de la lista:
Durante una violenta ocupación de una universidad alemana por alborotadores antiisraelíes, el personal de RED se coordinó con los ocupantes para difundir imágenes de sus actos vandálicos -que incluían el uso de símbolos de Hamás- a través de sus canales en línea, proporcionándoles así una plataforma mediática exclusiva, lo que facilitó la naturaleza violenta de la protesta.
La afirmación del Consejo de la UE de que Red «se coordinó con los ocupantes» para «difundir imágenes de su vandalismo», «facilitando así la naturaleza violenta de la protesta», es profundamente preocupante. Como es natural, los periodistas se relacionan con sus temas e informan sobre sus acciones; ¿de qué otra forma se supone que debemos hacer nuestro trabajo?
red. obtuvo acceso exclusivo sólo porque ningún otro medio alemán había cubierto sistemáticamente los crímenes de guerra israelíes, la complicidad de Alemania en ellos o la represión de Berlín contra los activistas propalestinos. Si otros lo hubieran hecho, también habrían sido bienvenidos. En lugar de ello, los medios de comunicación dominantes publicaron a los activistas en sus portadas y fomentaron su criminalización.
Desde octubre de 2023, red. ha cubierto en profundidad las violaciones del derecho internacional y de los derechos democráticos de sus ciudadanos cometidas por el Estado y los medios de comunicación alemanes. A medida que el panorama mediático alemán se iba transformando en una voz uniforme que se hacía eco de las narrativas estatales en apoyo de los crímenes de guerra de Israel -y a medida que el clima político en Alemania cambiaba bruscamente hacia la derecha- surgió un vacío evidente. Sentimos la responsabilidad de llenar ese vacío. Aprovechando nuestro profundo conocimiento de Alemania y nuestras redes sobre el terreno, red. trató de arrojar luz sobre los alarmantes acontecimientos que se estaban produciendo allí para el público internacional. Nuestra información, rigurosa, coherente y objetiva, resonó y se compartió ampliamente, no porque fuera sensacionalista, sino porque nadie más cubría estos temas.
Pero lo más importante es que nuestra audiencia siempre ha sido abrumadoramente internacional. Nuestros contenidos se publican casi exclusivamente en inglés, y nuestros análisis confirman que nuestra audiencia principal se encuentra en países de habla inglesa como Estados Unidos y el Reino Unido, no en Alemania. Sin embargo, el Consejo justifica sus sanciones alegando que nuestra «intención» es sembrar la discordia entre una audiencia predominantemente alemana, «incluso mediante la difusión de las narrativas de grupos terroristas islámicos radicales como Hamás». Esta afirmación no sólo carece de fundamento, sino que tergiversa cínicamente quiénes somos, qué hacemos y a quién nos dirigimos.
Además, el texto del Consejo no ofrece ninguna prueba que respalde su afirmación de que red. ha difundido la narrativa de Hamás. Sólo podemos deducir que la costumbre de los medios de comunicación y del Estado alemanes de equiparar la crítica más leve a Israel con la propaganda de Hamás se ha extendido aquí. Tal vez se refieran a nuestra pasada entrevista con responsables de grupos de resistencia pro palestinos, incluido Hamás -una vez más, una práctica periodística normal destinada a representar perspectivas clave en un conflicto global-. ¿Sería CNN sancionada por entrevistar a Abu Mohammad al-Jolani (ahora más conocido como Ahmad al-Sharaa) el año pasado cuando todavía era un terrorista designado con una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza? Difícilmente. La hipocresía es flagrante: el mismo día que la UE sancionó a Red. por amplificar supuestamente al «terrorista» Hamás, levantó las sanciones a Siria, ahora dirigida por al-Sharaa, ex combatiente del ISIS y ex jefe de la rama siria de Al-Qaeda.
La afirmación de que las prácticas periodísticas habituales -cuando cuestionan las narrativas dominantes de los Estados miembros de la UE- equivalen a «sembrar la discordia» y, por tanto, justifican sanciones sienta un peligroso precedente. Pero sigue una trayectoria que la UE ha seguido desde 2015, comenzando con la creación de EUvsDisinfo y ampliándose posteriormente a través de instrumentos que convierten en armas la «desinformación» que, según la UE, “socava” el bloque o la «legitimidad democrática» de sus representantes. Con estas últimas sanciones, el Consejo va aún más lejos, equiparando la información crítica de Red. sobre Alemania con el «apoyo» al gobierno ruso.
Comienza repitiendo una afirmación infundada, de la que se hacen eco muchos medios alemanes, según la cual red. está vinculada al Estado ruso simplemente porque algunos de sus periodistas trabajaron anteriormente para Redfish (un proyecto editorialmente independiente financiado por la agencia de noticias de RT, Ruptly) o para la propia Ruptly. Según esta lógica, BBC, CNN, Deutsche Welle, Al Jazeera, Berliner Zeitung y Channel 4 News estarían todas «conectadas» con el Estado ruso, dado que emplean a antiguos periodistas de RT. En realidad, la inmensa mayoría del personal de red. no tiene esos antecedentes.
Las acusaciones utilizadas para sancionarme a mí y a los medios de comunicación de red. parecen un acto de venganza del Estado alemán por haber sacado a la luz su propia complicidad. Esta venganza se ha producido una tras otra a través de medios de comunicación, periodistas, sindicatos y ONG alemanas, y ahora se ha formalizado en última instancia mediante sanciones de la UE.
Pero el argumento es aún más tenue y preocupante. La UE da a entender que, dado que la cobertura de red. ha resultado incómoda para determinados Estados miembros (Alemania, en particular), y dado que Rusia también es incómoda para esos mismos Estados, red. debe por tanto estar «apoyando» a Moscú.
Este razonamiento culmina en la siguiente afirmación:
A través de AFA Medya, Hüseyin Doğru apoya así acciones del Gobierno de la Federación Rusa que socavan o amenazan la estabilidad y la seguridad en la Unión y en uno o varios de sus Estados miembros, incluso apoyando y facilitando indirectamente manifestaciones violentas y participando en la manipulación coordinada de la información".
No sólo es la primera vez que la UE recurre a sanciones en defensa de Ucrania para atacar la cobertura mediática crítica de la represión contra el derecho de reunión dentro del bloque, sino que también puede ser la primera vez que la UE sanciona a una persona y a un medio de comunicación que ha criticado sistemáticamente la invasión rusa de Ucrania. Ni red. ni su fundador han defendido nunca las acciones de Rusia en Ucrania. Al contrario, red. ha caracterizado sistemáticamente a Rusia como una potencia imperialista que persigue sus propios intereses geopolíticos, al igual que Estados Unidos, China, la UE y la OTAN. Rechazamos todas sus políticas y acciones militares. Hemos criticado públicamente la invasión de Ucrania y hemos informado sobre la detención de figuras de la oposición, y hemos dejado claro en nuestros reportajes que esta guerra es una guerra entre dos bloques imperialistas.
Es más, las sanciones de la UE representan una grave escalada en la confusión del periodismo independiente con la injerencia extranjera. Al acusar a Red. de «apoyo» a Rusia, en particular por su cobertura crítica de la represión en Alemania de las protestas de solidaridad con Palestina, la UE sienta un precedente que amenaza la libertad de prensa en todo el bloque. Las acusaciones se basan en asociaciones poco sólidas, interpretaciones distorsionadas de la práctica periodística y una preocupante tendencia a etiquetar la disidencia como desinformación. El hecho de que se castigue a red. no por difundir falsedades, sino por informar sobre verdades incómodas, debería preocupar a todo el mundo. En el fondo, no se trata de red. ni siquiera de Rusia, sino del cada vez menor espacio para el periodismo crítico y la libertad de expresión en Europa.
A pesar de los repetidos intentos de los medios de comunicación alemanes, y ahora incluso de funcionarios de los más altos niveles de Estados Unidos y la UE, de desacreditarnos, no se ha presentado ni un solo caso de falsedad informativa por parte de red. ni de ningún miembro de nuestro equipo.
El fundador del medio, Hüseyin Doğru, cree que las sanciones fueron impulsadas por Alemania en el marco de su creciente represión de la disidencia, y dirigidas contra él para dar ejemplo y disuadir a otros que se atrevan a alzar la voz contra los crímenes que perpetran las fuerzas más poderosas del mundo. Doğru dijo: "Las acusaciones utilizadas para sancionarme a mí y a los medios de comunicación rojos. parecen un acto de venganza del Estado alemán por haber sacado a la luz su propia complicidad. Esta venganza se ha producido una tras otra a través de medios de comunicación, periodistas, sindicatos y ONG alemanas, y ahora se ha formalizado en última instancia mediante sanciones de la UE. Todos estos actores e instituciones están destinados a salvaguardar nuestros derechos democráticos, pero se han transformado cínicamente en instrumentos de represión contra periodistas y activistas. Se trata de una flagrante violación de las libertades que Occidente afirma que le diferencian del «incivilizado» resto del mundo, y evoca las tácticas de los regímenes autoritarios.
Hago un llamamiento a todas las instituciones internacionales que se preocupan por nuestras libertades fundamentales y los derechos humanos -las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras Internacional y la Federación Internacional de Periodistas- para que investiguen urgentemente nuestro caso y pidan cuentas a los responsables de permitir este asalto a la libertad de prensa.
No se trata solo de un ataque contra los medios de comunicación rojos, sino contra el propio periodismo. Hoy somos nosotros. Mañana, será cualquiera que se atreva a disentir".
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