"El 70% de los europeos se considera en una situación de precariedad debido a sus ingresos insuficientes. El 89% afirma que esta situación también afecta a las personas que conocen o con las que trabajan. Así lo revela la XIX edición del "Barómetro Europeo sobre Pobreza e Inseguridad Económica", la encuesta realizada por IPSOS Francia por encargo del Secours Populaire Francais, presentada el pasado 11 de septiembre.
La investigación involucró a Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Italia, Moldavia, Polonia, Portugal, Rumania y Serbia, y destacó cómo la principal preocupación de las personas es la gran dificultad para hacer frente al aumento imparable de los gastos en vivienda, salud y alimentación.
Según la investigación, los italianos son los que denuncian el mayor riesgo de encontrarse en una situación de precariedad en el futuro próximo (62%).
Los europeos también comparten la sensación de un acceso más difícil a una serie de servicios públicos en comparación con las generaciones anteriores. Un dato aún más marcado en Italia y Francia en cuanto a los servicios de salud (50%), mientras que el dato italiano sobre la sensación de no poder acceder a un empleo estable (65%) es el peor entre los registrados en otros países.
El dato más llamativo es el que destaca que uno de cada tres europeos con trabajo considera que no tiene ingresos suficientes para hacer frente a todos los gastos: Más de uno de cada cuatro europeos ya ha tenido que saltarse una comida, a pesar de tener hambre, debido a su situación financiera, mientras que uno de cada tres padres declara no haber podido cubrir las necesidades básicas de sus hijos. Una situación que afecta la salud mental de las personas y las hace decididamente más pesimistas sobre el futuro de su bienestar.
Muy interesante también el enfoque de la investigación sobre lo que los jóvenes piensan de su situación y de su futuro. Uno de cada dos no está satisfecho con sus condiciones y también entre los estudiantes se observa una creciente dificultad para vivir, con porcentajes muy altos tanto en Grecia como en Alemania, lo cual es sorprendente dada la diferencia estructural entre las dos economías. Una situación que repercute en su salud mental: Uno de cada cinco jóvenes europeos denuncia que su situación es hoy problemática en términos de estrés, falta de sueño y depresión.
En resumen, en la próspera Europa la mayoría de la población dista mucho de sentirse segura; al contrario, la precariedad de la vida está ahora arraigada y señala el creciente aumento de las desigualdades. La gente no se cuida como debería, muchos renuncian a una alimentación correcta o suficiente para cubrir los gastos de sus hijos, y el trabajo precario y mal pagado prolifera en el mercado laboral.
Las señales de movilización social provenientes de Francia y ahora también de Italia, hacen albergar esperanzas en un ciclo de conflicto que priorice con fuerza la afirmación de las necesidades populares sobre las de la economía de guerra y el beneficio privado."
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