1.6.23

Recesión en Alemania... ¿Qué está pasando? La guerra de Ucrania golpea la economía alemana con mayor intensidad por su fuerte dependencia del gas ruso... El símbolo de la recesión alemana son los gasoductos Nord Stream reventados en el fondo del mar Báltico por unas cargas explosivas que nadie ha reivindicado y sobre las que existen diversas suposiciones. Suposiciones que, mayormente, apuntan a Occidente... Muchas industrias han disminuido la producción y la disciplinada población alemana consume menos, mientras se hacen planes para el próximo invierno. Y Estados Unidos ofrece jugosos incentivos a las empresas europeas que quieran instalarse en su territorio. En paralelo, las economías del sur de Europa crecen en la medida que tienen una menor tasa de actividad industrial... El retroceso económico de Alemania puede tener trascendentales consecuencias para la Unión Europea. Dentro de un año, el 9 de junio del 2024, habrá elecciones al Parlamento Europeo

 "Alemania acaba de entrar en recesión, después de dos trimestres seguidos de retroceso de su Producto Interior Bruto. En otras circunstancias esa preocupante paralización de la locomotora europea sería el principal tema de discusión en España. Si la industria alemana retrocede ello puede tener serias consecuencias para la industria española en el medio plazo. Las economías del sur de Europa, sin embargo, están creciendo más de lo previsto. Portugal, 1,6%; España, 0,5%; Italia, 0,5%, y Grecia, la economía más damnificada por la última crisis económica, con un crecimiento del 6% el año pasado, como si un muelle se hubiese disparado.

¿Qué está pasando? La guerra de Ucrania golpea la economía alemana con mayor intensidad por su fuerte dependencia del gas ruso, que llegó a ser del 60%. El símbolo de la recesión alemana son los gasoductos Nord Stream reventados en el fondo del mar Báltico por unas cargas explosivas que nadie ha reivindicado y sobre las que existen diversas suposiciones. Suposiciones que, mayormente, apuntan a Occidente. La recesión en Alemania no es un asunto meramente estadístico. El retroceso económico de Alemania puede tener trascendentales  consecuencias para la Unión Europea. Dentro de un año, el 9 de junio del 2024, habrá elecciones al Parlamento Europeo.

Aunque este pasado invierno no se han llegado a producir los desastres que auguraban las previsiones más pesimistas, ello no quiere decir que no pase nada en la principal economía industrial europea acostumbrada desde hace años a funcionar con voluminosas importaciones de gas ruso barato. Los nuevos suministros son más caros y ello repercute en los costes industriales. Muchas industrias han disminuido la producción y la disciplinada población alemana consume menos, mientras se hacen planes para el próximo invierno. Y Estados Unidos ofrece jugosos incentivos a las empresas europeas que quieran instalarse en su territorio. 

En paralelo, las economías del sur de Europa crecen en la medida que tienen una menor tasa de actividad industrial (con la significativa excepción del distrito industrial del norte de Italia) y una mayor vinculación a la economía de servicios y al turismo. Los ajustes efectuados durante la última crisis también explican esas tasas de mayor crecimiento.

Ese es el cuadro principal y de ese cuadro principal no se ha hablado en los últimos quince días. Paradójicamente la economía apenas ha formado parte del debate electoral concluido anoche. Tampoco se ha hablado de los costes energéticos, ni siquiera se ha mencionado el debate que en estos momentos se está abriendo en Bruselas sobre los ritmos de la transición energética en la Unión Europea como consecuencia de las adversidades en la industria. (...)"           (Enric Juliana, La Vanguardia, 27/05/23)

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