"Menachem Mizrahi es un juez muy respetado en Israel, un jurista conservador cuyo tribunal de magistrados es el más básico en la jerarquía judicial del país, con jurisdicción sobre asuntos penales y disputas familiares. Ahora ha encarcelado a cinco altos cargos militares y gubernamentales en una investigación penal en rápida expansión que podría llevar al final del tercer mandato de Benjamin Netanyahu como primer ministro. Y ha ordenado el archivo del caso.
Pocos fuera de los medios de comunicación cuestionan la cautela de Mizrahi, dadas las cuestiones que rodean el caso. En esencia, se trata de acciones llevadas a cabo por Netanyahu, que está desesperado por mantenerse en el cargo. Supuestamente fue el catalizador del chantaje, el robo de documentos altamente secretos y la falsificación de transcripciones de reuniones secretas del gabinete, todo ello derivado de su publicación casual de uno de los documentos más delicados del ejército israelí sobre el control operativo de Hamás sobre los rehenes del 7 de octubre, que, si siguen vivos, llevan cautivos trece meses.
Estas cuestiones han enardecido y enfurecido a la prensa israelí, a veces complaciente, pero no siempre, que se da cuenta de que bajo el alboroto mediático se esconde el hecho de que los casos, una vez desentrañados, podrían decir a las angustiadas y amargadas familias de los rehenes que siempre tuvieron razón: Netanyahu no llegó a un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes cuando era posible porque de hacerlo habría puesto en peligro su posición ante la extrema derecha religiosa de Israel. Su objetivo declarado abiertamente es hacerse con el control de Gaza y Cisjordania, como manda una lectura fanática de la Biblia. Y al infierno con el destino de los palestinos de Gaza y Cisjordania, sometidos continuamente a los mortíferos ataques militares israelíes.
Las acciones del juez han sido noticia en todo el mundo. Inicialmente se hizo hincapié en un ayudante de Netanyahu que filtró una versión distorsionada -amigable para el primer ministro- de lo que la comunidad de inteligencia israelí había averiguado sobre la difícil situación de los rehenes restantes al Jewish Chronicle, un periódico del Reino Unido. Una versión aún más distorsionada fue proporcionada al Bild, un tabloide de derechas alemán conocido por su apoyo al gobierno de Netanyahu. La idea central del artículo británico era apoyar la afirmación de Netanyahu de que las conversaciones intermitentes con Hamás nunca desembocarían en un alto el fuego porque Yahya Sinwar, el líder de Hamás que fue asesinado el mes pasado, estaba dispuesto a huir de Gaza a Irán, a través de Egipto, y se llevaría a los rehenes con él." ( Seymour Hersh , blog, 12/11/24, traducción DEEPL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario