23.4.19

El temor a una nueva recesión... la economía mundial atraviesa un momento delicado en el que el 70 por ciento experimenta una desaceleración. En realidad todos los organismos empeoran sus previsiones pero evitan por activa y por pasiva la palabra recesión

"El crecimiento del comercio mundial pierde impulso en tanto que persisten las tensiones comerciales. En 2019 y 2020 seguirán soplando fuertes vientos en contra del comercio mundial como consecuencia de un crecimiento en 2018 más lento de lo previsto debido a tensiones comerciales en alza y a una mayor incertidumbre económica.

Los economistas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) prevén que el crecimiento del volumen del comercio de mercancías descienda a un 2,6% en 2019, frente al 3,0% en 2018. Si se aliviasen las tensiones comerciales, el crecimiento del comercio podría repuntar en 2020, hasta el 3,0%.

Eso sí, un repunte marcado por la precariedad y la vulnerabilidad. Incertidumbres frente al brexit (la salida británica de la Unión Europea), revueltas sociales en Francia, falta de consenso entre los gobiernos uropeos sobre cómo continuar con las negociaciones comerciales con Estados Unidos, proteccionismo, guerra comercial, y un nivel de deuda pública y privada superior a la de la anterior precrisis del 2008, son los datos de la realidad.

Todo este panorama se verifica a pesar de las políticas de la Reserva Federal, así como los estímulos en China que se han convertido en los instrumentos idóneos para evitar que la economía mundial enfrente una posible recesión este año. Los Bancos Centrales (de EEUU y la zona Euro) han decidido retrasar la subida de las tasas de interés, para seguir trasmitiendo respiración asistida a sus economías. 

 Christine Lagarde, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), previo a la reunión de primavera del 12 al 14 de abril del FMI y el Banco Mundial, precisó el "inestable" panorama económico mundial y señaló que "la economía mundial atraviesa un momento delicado en el que el 70 por ciento experimenta una desaceleración , cuando hace solo dos años el 75 por ciento de la economía mundial registraba un repunte del crecimiento."  (...)

El Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, afirmó que "teniendo en cuenta que las tensiones comerciales van en aumento, nadie debería sorprenderse de estas perspectivas”.  

(...) un conjunto de factores, como los nuevos aranceles y las medidas de retorsión ( acto perpetrado por una nación sobre otra en represalia por un acto similar perpetrado por la otra) que afectan a las mercancías más comercializadas, el debilitamiento del crecimiento económico mundial, la volatilidad de los mercados financieros y la imposición de condiciones monetarias más estrictas en los países desarrollados, han supuesto un lastre para el crecimiento del comercio. Según las estimaciones de consenso, el crecimiento del PIB mundial se ralentizará y pasará del 2,9% en 2018 al 2,6% en 2019 y 2020.  (...)

La desaceleración de las economías del sector exportador, ocasionadas por el proteccionismo y las guerras comerciales ha causado un debilitamiento de las exportaciones y estarían empezando a trasladarse a las inversiones empresariales y por ende agravando las condiciones laborales y sociales, con el consiguiente aumento de desempleo y precarización.  (...) 

Los economistas de la OMC han intentado cuantificar los efectos económicos a medio plazo de un conflicto comercial de mayores dimensiones en el que la cooperación internacional respecto de los aranceles se desintegre por completo y todos los países fijen aranceles de manera unilateral (Bekkers y Teh).

Según ese estudio, esta situación, que sería la "más pesimista", provocaría que el PIB mundial cayera aproximadamente un 2% en 2022, y que el comercio mundial se redujera en torno al 17% respecto de las previsiones de referencia. A título comparativo, en 2009 el PIB mundial y el comercio mundial se contrajeron en aproximadamente el 2% y el 12%, respectivamente, a raíz de la crisis financiera.

Otros riesgos para las perspectivas comerciales son más difíciles de cuantificar. Por ejemplo, los efectos del brexit dependerán del carácter del acuerdo que puedan alcanzar el Reino Unido y la Unión Europea, y las repercusiones se restringirían sobre todo a esas economías. Una de las hipótesis más probables del brexit es un menor nivel de inversión en el Reino Unido, lo cual tendería a reducir la capacidad productiva con el tiempo

En realidad todos los organismos empeoran sus previsiones pero evitan por activa y por pasiva la palabra recesión: no vaya a ser que Wall Street se engripe. Todos saben, por experiencia, que cualquier señal de debilidad alienta los temores de una recesión. La precariedad del capitalismo en su fase actual especulativa alienta una recaída de la mayor economía del mundo, lo que puede traducirse en una recesión u otros impactos económicos y financieros de alcance global."               (Eduardo Camín, Estrategia.La, 10/04/19)

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