24.5.23

A partir de 2008-2011 se pusieron en circulación un montón de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales. ¿Dónde está ese dinero si la gente cobra menos? Pues en los bancos, en los fondos. Han comprado nuestras viviendas con el dinero que nosotros pusimos en circulación... ¿Quién está ganando con todo esto mientras nos peleamos porque en el piso de al lado están montando una fiesta? O como ese señor de Santiago de Compostela que se quejaba de los peregrinos. Las preguntas son las que se hacía Eskorbuto en una canción: quién tiene el dinero, quién tiene el poder, quién tiene el futuro, quién tiene la ley. Esas son las preguntas (Dioni López)

 "Jorge Dioni López (...) vuelve a la carga con sus retratos socioeconómicos en El malestar de las ciudades (Arpa Editores), donde repasa la evolución de las urbes hasta los espacios gentrificados que son hoy en día, que expulsan a los vecinos del centro y donde las viviendas no se hacen para las personas sino para el negocio   (...) 

Ya que habla del Estado, en el libro recuerda mucho un concepto que no sé si está muy asimilado: el neoliberalismo no reniega del Estado.

Para nada. José María Lasalle lo explica bastante bien. El liberalismo no tiene nada que ver con el neoliberalismo. Es como el gótico con los godos. Bastantes pensadores liberales del siglo XIX sostienen que hay que mantener dos impuestos: el impuesto sobre la propiedad y el impuesto sobre la herencia, porque el gran enemigo del liberalismo es el rentismo.

Tienes este típico personaje de las novelas del S XIX: “Lord Carrington tenía una renta anual de 15.000 libras y se pasaba el día yendo a tomar el té”... Los liberales dicen: “No”. Esas 15.000 libras tienen que ir a la industria, muévalas. Y no las va a poder heredar su hijo. Entonces le dejaremos sin gravamen. Pero si decide quedárselas y no benefician a la sociedad, entonces las gravaremos. Eso es el liberalismo. El neoliberalismo precisamente los dos impuestos que quiere eliminar son a la propiedad y las herencias. El neoliberalismo es sobre todo legislación. Y necesita al Estado. Para sostenerse y para mantener esa legislación que le permite crear como un estado dentro del Estado. Y solucionar las crisis periódicas. El neoliberalismo se pone en cuestión por las crisis, pero tiene siempre al Estado siempre para sostenerlo cuando llegan los problemas.

Que es lo que ha venido pasando.

A partir de 2008-2011 se pusieron en circulación un montón de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales. ¿Dónde está ese dinero si la gente cobra menos? Pues en los bancos, en los fondos. Han comprado nuestras viviendas con el dinero que nosotros pusimos en circulación, porque también hemos privatizado la emisión de moneda. Es interesante entender que la creación de moneda se hace a través del banco central, que es independiente. Se externaliza entonces la creación de moneda. Como es independiente, que circule solo en una piscina cerrada, no va para abajo. En estos 11 años se ha puesto en circulación más dinero que nunca en la historia. ¿Dónde está? Cobramos menos que hace 11 años, tenemos menos patrimonio.

Y nos quejamos del turismo masivo cuando también somos turistas a tiempo parcial.

Es enfrentar a la gente entre sí para que quede disimulada la pregunta de quién se queda la pasta, que es la clave. ¿Quién está ganando con todo esto mientras nos peleamos porque en el piso de al lado están montando una fiesta? O como ese señor de Santiago de Compostela que se quejaba de los peregrinos. Las preguntas son las que se hacía Eskorbuto en una canción: quién tiene el dinero, quién tiene el poder, quién tiene el futuro, quién tiene la ley. Esas son las preguntas.

¿Hacia dónde cree que vamos? ¿Este modelo es inagotable?

No tengo ni idea. Creo que esa confianza en que el neoliberalismo esté agotado porque se ponen en cuestión ciertos dogmas... No. El neoliberalismo son muchas cosas. Es tu manera de enfrentarte a las relaciones. Hoy escuchaba a alguien decir que está harto de que la gente utilice el verbo “gestionar” para las relaciones. “Gestionar”, “no me sale rentable dedicarle tanto tiempo a tal amistad”. Claro que no. Es que es una amistad, no tiene que ser rentable.

En la Comunidad Valenciana dos hijos van a ser familia numerosa. Esto revela que la cuestión demográfica empieza a aterrizar y eso ya es bastante grave. Eso probablemente sea un sistema de alarma, de que hay que girar el modelo. Pero, ¿cómo se gira? Porque una ciudad no puede hacerlo sola. Probablemente un país tampoco. Tengo bastante confianza en el modelo de los neoliberales: ir escribiendo, creando un estado de ánimo, para que cuando llegue una crisis se vea que hay que cambiar el modelo. Pero no espontáneamente; cuando suceda algo. Las soluciones son más lentas de lo que parece.

 (Entrevista a Jorge Dioni López, Daniel Sánchez Caballero , eldiario.es, 14/05/23)

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