"(...) El Instituto Australiano de Política Estratégica, fundado por el gobierno de Australia en 2001 y financiado parcialmente por el ejército de ese país, ha desarrollado un Rastreador de Tecnologías Críticas que monitorea en detalle 64 tecnologías clave. Su último informe, publicado en agosto de 2024, ofrece una evaluación de 21 años sobre qué países lideran el desarrollo de estas tecnologías críticas. Entre 2003 y 2007, Estados Unidos encabezaba 60 de las 64 tecnologías, mientras que China solo lideraba en 3. Sin embargo, entre 2019 y 2023, Estados Unidos lideró únicamente 7 de las 64 tecnologías, mientras que China dominó 57.
China ha tomado la delantera en áreas tan diversas como el diseño y fabricación de circuitos integrados avanzados (producción de chips semiconductores), sensores gravitacionales, computación de alto rendimiento, sensores cuánticos y tecnología de lanzamiento espacial. Por su parte, Estados Unidos mantiene su liderazgo en relojes atómicos, ingeniería genética, medicina nuclear y radioterapia, informática cuántica, satélites pequeños, y vacunas y contramedidas médicas. El informe destaca que “las enormes inversiones de China y décadas de planificación estratégica están dando sus frutos”. Este compromiso con la innovación se ha extendido por toda la sociedad china. En la Nueva Área de Lingang, de Shanghái, el gobierno local ha implementado políticas para desarrollar un polo industrial con capacidad informática de alto nivel, con el objetivo de acelerar la innovación industrial a través de las nuevas fuerzas productivas de calidad.
En contraste, el gobierno de Trump ha anunciado recortes drásticos en la financiación de la ciencia en Estados Unidos. A finales de enero, se publicó un ensayo de
Chatham House con un título urgente: “El mundo debería tomarse en serio
la perspectiva del dominio tecnológico chino y empezar a prepararse
ya”. Resulta llamativo que el titular no se centrara directamente en
Estados Unidos, sino en “el mundo”, ya que al autor le inquietaba que
“ante el escenario más extremo, China podría eclipsar a Estados Unidos
rápidamente”.
En 1891, el poeta y diplomático chino Huang Zunxian (1848-1905), ya fallecido, subió en ascensor al mirador de la Torre Eiffel, inaugurada apenas dos años antes. Huang escribió un poema, Al subir a la Torre Eiffel (登巴黎铁塔), sobre la extraordinaria vista que disfrutó desde allí, contemplando los “millones de acres de las tierras más fértiles del mundo”.
Aunque la tecnología que le permitía admirar aquel paisaje lo asombraba, lo que veía en el terreno le resultaba mucho menos cautivador:
Toda Europa es un antiguo campo de batalla;
Su pueblo ama la guerra y no cede con facilidad.
Hoy, seis grandes emperadores se reparten el continente,
Cada uno jactándose de ser el líder más fuerte del mundo.
Estos tipos se parecen a los proverbiales reyes en una concha de caracol.
Que perdieron el tiempo anotando victorias y derrotas.
Hoy, poco ha cambiado salvo el lenguaje del campo de batalla: aranceles, medidas coercitivas unilaterales, misiles nucleares intermedios y la cúpula de hierro.
Durante la pandemia, la consigna en aliados de Estados Unidos, como India, fue “colaboración, no confrontación”. Sería mucho más beneficioso que Estados Unidos optara por cooperar con China en favor del bienestar del planeta, en lugar de frenar su desarrollo.
Cordialmente,
Vijay" (Vijay Prashad,Tricontinental, 27/02/25)
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