28.2.25

No hay ni un solo ser humano en el planeta que pueda aducir desconocimiento del genocidio en Gaza... el peor genocidio en lo que llevamos de siglo XXI ha sido retransmitido en todo detalle por las televisiones y los teléfonos móviles y nadie puede decir que no sabía lo que allí estaba pasando. La destrucción de las viviendas, de los hospitales y escuelas, el corte de suministros de agua, de energía, de comunicación, de alimentos y de medicinas, y, sobre todo, la sangrienta matanza de 50.000 personas (oficialmente), más de la mitad de ellas mujeres y niños, todo ello sumado a las imágenes de soldados israelíes lanzando cadáveres palestinos desde las azoteas, atando presos desnudos a los tanques de guerra para usarlos como escudos humanos, disparando en la cabeza a menores de edad en Cisjordania o haciendo mofa de todo ello en vídeos de TikTok, todo el horror genocida de una limpieza étnica pudo ser visto en cada rincón de la Tierra... pero hoy todos los dirigentes políticos y todos los periodistas se escandalizan por el vídeo nauseabundo que ha publicado Donald Trump en sus redes sociales. Desde luego, el citado material audiovisual es pura necropolítica. Un vídeo que no solamente es repugnante sino que además revela un hecho enormemente inquietante: que el presidente de la primera potencia militar del mundo es un psicópata que reivindica abiertamente el genocidio, la limpieza étnica y el robo de tierras a los pueblos como herramientas válidas para hacer negocio inmobiliario... la altanería sociopática de Donald Trump no es sino una continuación relativamente lógica de la política llevada a cabo al respecto por la administración Biden... lo ha hecho discursivamente, incluyendo la posibilidad de asesinar decenas de miles de niños, como parte de un supuesto ‘derecho a defenderse’, o políticamente —bloqueando todas las resoluciones de la ONU para condenar lo que estaba pasando o saboteando la actuación de los tribunales internacionales... Estados Unidos ha sido uno de los principales apoyos del genocidio antes de las elecciones de noviembre y lo sigue siendo después de la cita electoral (Editorial Diario Red)

 "Si hoy Donald Trump se puede permitir publicar un vídeo haciendo apología del genocidio es porque sabe que Europa no va a hacer absolutamente nada para detenerlo

Aunque seguramente los servicios de inteligencia de Estados Unidos y los países aliados durante la Segunda Guerra Mundial tenían información fehaciente sobre el genocidio que estaba llevando a cabo el Tercer Reich durante el holocausto, el insondable horror de la matanza industrial que llevó a cabo Adolf Hitler impactó como un puñetazo en la boca del estómago en los ciudadanos de a pie de los países que combatieron a Alemania y también en los propios soldados rasos de la Unión Soviética que llegaron los primeros al campo de concentración de Auschwitz. Las cúpulas militares, políticas y de inteligencia seguramente sabían lo que estaba pasando entonces, pero la gente no lo sabía.

Con el genocidio en la Franja de Gaza —sin embargo—, no hay ni un solo ser humano en el planeta que pueda aducir desconocimiento. A diferencia de lo que ocurrió en Europa hace algo menos de un siglo, el peor genocidio en lo que llevamos de siglo XXI ha sido retransmitido en todo detalle por las televisiones y los teléfonos móviles y nadie puede decir que no sabía lo que allí estaba pasando. La destrucción de la inmensa mayoría de las viviendas, de los hospitales y los centros educativos, el asesinato de decenas de periodistas y trabajadores de las ONG, el corte de suministros de agua, de energía, de comunicación, de alimentos y de medicinas, y, sobre todo, la sangrienta matanza de aproximadamente 50.000 personas —oficialmente contabilizadas, aunque muy posiblemente muchas más—, más de la mitad de ellas mujeres y niños, todo ello sumado a las imágenes de soldados israelíes lanzando cadáveres palestinos desde las azoteas, atando presos desnudos a los tanques de guerra para usarlos como escudos humanos, disparando en la cabeza a menores de edad en Cisjordania o haciendo mofa de todo ello en vídeos de TikTok, todo el horror genocida de una limpieza étnica pudo ser visto en cada rincón de la Tierra, en las pantallas y en las retinas de todos y cada uno de los habitantes del mundo.

Es muy importante recordar de dónde venimos hoy que parece que todos los dirigentes políticos y todos los periodistas se escandalizan por el vídeo nauseabundo que ha publicado Donald Trump en sus redes sociales.

Desde luego, el citado material audiovisual es pura necropolítica. En un breve corte de algo más de medio minuto realizado con inteligencia artificial, se combina la propaganda de carácter nazi con el mal gusto y la ostentación de los millonarios más incultos y prepotentes. En el vídeo, se pretende ofrecer una imagen gráfica de la propuesta de Donald Trump de convertir la Franja de Gaza en la ‘Riviera de Oriente Medio’ después de haber expulsado a los palestinos a otros países como Egipto o Jordania. Sobre los escombros de un territorio arrasado, podemos ver cómo se ha levantado un resort turístico para ricos, con brillantes rascacielos a pie de playa, coches de alta gama por las calles y gigantescos yates en las aguas del Mediterráneo. En este escenario, podemos ver también a Donald Trump, a Elon Musk y a Benjamin Netanyahu disfrutando de sus vacaciones. Trump bailando con una señorita ligera de ropa en una discoteca, Elon Musk lanzando billetes al aire para alborozo de unos niños que saltan para cogerlos o Netanyahu tomándose un cóctel en la piscina de un lujoso hotel junto al actual presidente de los Estados Unidos. Un vídeo que no solamente es repugnante sino que además revela un hecho enormemente inquietante: que el presidente de la primera potencia militar del mundo es un psicópata que reivindica abiertamente el genocidio, la limpieza étnica y el robo de tierras a los pueblos como herramientas válidas para hacer negocio inmobiliario.

Es natural que cualquier persona decente se escandalice ante esa publicación, pero lo que no debemos olvidar es que la altanería sociopática de Donald Trump no es sino una continuación relativamente lógica de la política llevada a cabo al respecto por la administración Biden. Desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos ha apoyado de forma contundente y cerrada el genocidio en la Franja de Gaza. No solamente lo ha hecho discursivamente —incluyendo la posibilidad de asesinar decenas de miles de niños en clave de limpieza étnica como parte de un supuesto ‘derecho a defenderse’ de Israel—, sino que también lo ha hecho políticamente —bloqueando todas las resoluciones de la ONU para condenar lo que estaba pasando o saboteando la actuación de los tribunales internacionales— y, por supuesto, lo ha hecho económica y militarmente, enviando miles de millones de dólares en armamento al Estado genocida. Podemos afirmar que Donald Trump está elevando el apoyo a Netanyahu varios grados por encima del apoyo que le ofrecieron Joe Biden y Kamala Harris, pero sería deshonesto afirmar que estamos ante un cambio de dirección. Estados Unidos ha sido uno de los principales apoyos del genocidio antes de las elecciones de noviembre y lo sigue siendo después de la cita electoral.

Respecto de España y de la Unión Europea cabe exactamente la misma afirmación. En una estrategia que ha corrompido para siempre el alma de Europa, los diferentes países de la Unión —incluyendo el nuestro— decidieron hacer seguidismo de los Estados Unidos y apoyaron el genocidio en la Franja de Gaza con una contundencia similar a la de sus amos norteamericanos. España, en concreto, no ha llegado ni siquiera a romper relaciones diplomáticas con un país que está llevando a cabo una limpieza étnica y ha seguido comprando y vendiendo armas a Israel durante todos estos meses. Por si esto fuera poco, Pedro Sánchez se ha delicado a decir que los periodistas que han destapado la compraventa de armas, el envío de armamento desde el aeropuerto de Zaragoza o el atraque de barcos con armas estadounidenses para Israel en puertos españoles están todos mintiendo. Además, con una hipocresía insoportable, se ha intentado erigir como un apoyo a Palestina mediante la afirmación retórica y vacía de los ‘dos estados’ al mismo tiempo que suministraba armas a sus verdugos.

Si hoy Donald Trump se puede permitir publicar un vídeo haciendo apología del genocidio y la limpieza étnica es porque sabe que Europa no va a hacer absolutamente nada para detenerlo. Y lo sabe porque ha visto cómo el continente que fue capaz de levantar una unión política y comercial como respuesta al horror de la Segunda Guerra Mundial y el holocausto ha traicionado completamente sus supuestos principios fundacionales y ha acatado la orden de los Estados Unidos de apoyar a Netanyahu. Tras lo ocurrido en Gaza, se abre un nuevo orden internacional en el que ya nunca más Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea se van a poder presentar ante el mundo como los defensores de los derechos humanos, la libertad y el derecho internacional. Llevan un año y medio apoyando un genocidio y, esta vez, todo el mundo lo sabía."              (Other News, 27/02/25, fuente Editorial Diario Red)

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