26.11.24

Enric Juliana: ‘Pa’lante’... Miguel Ángel Rodríguez se esmera en aparecer como el nuevo poder fáctico de la política en España... vaticinaba que Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, ira pa’lante, que el Fiscal General del Estado también irá pa’lante, que los protagonistas del caso Koldo irán muy pa’lante, y que Pedro Sánchez también acabará yendo pa’lante siguiendo los pasos de su esposa. Todos ellos acabarán siendo procesados. Ese es el mensaje... En ese pa’lante hay también una velada advertencia a Alberto Núñez Feijóo. Pablo Casado también fue pa’lante

 "Pa’lante” es el nuevo grito de guerra de la derecha española. “Iréis pa’lante”. Expresión entre rústica y belicosa. Una advertencia a los más significados adversarios: acabaréis procesados y nosotros sabemos cómo y cuando, porque los juzgados son nuestros.

El creador de esta expresión es el mismo autor de otro eslogan que fue muy repetido en los años noventa: “¡Váyase, señor González!”. Estamos hablando del periodista Miguel Ángel Rodríguez (Valladolid, 1964), antiguo corresponsal de La Vanguardia en Castilla y León (años ochenta del siglo pasado), jefe de prensa de José María Aznar en la presidencia de Castilla y León, director de comunicación Aznar en Madrid, cuando el presidente castellano-leonés se convirtió en jefe de la oposición en el Congreso de los Diputados, y finalmente, secretario de Estado de Comunicación y portavoz del primer gobierno Aznar, entre 1996 y 1998.

Conocido en Madrid con las siglas MAR, Rodríguez fue cesado por Aznar en julio de 1988, después de diversas quejas de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya, líder de la coalición Convergencia i Unió y sostén de aquel primer gobierno del Partido Popular. El portavoz del Gobierno se había burlado en público de algunas propuestas del nacionalismo catalán. Pujol le dijo a Aznar que aquel no era el camino y este lo apartó del cargo, nombrando al ministro catalán Josep Piqué como nuevo portavoz. Previamente algunos ministros del PP se habían quejado del estilo de Rodríguez, que consideraban contraproducente para el Ejecutivo. Demasiado agresivo. Manteniendo el pacto con CiU y el PNV, con el hábil Piqué como portavoz gubernamental, el PP alcanzó la mayoría absoluta en las elecciones generales del 2000.

Después de su cese, Rodríguez se dedicó a actividades privadas, incluso a la novela, sin abandonar nunca el interés por la política y la conexión con el Partido Popular. Fue, por ejemplo, un acérrimo adversario de la la reforma del Estatut de Catalunya en 2006. En 2019 reapareció como asesor áulico de la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que pronto le nombró jefe de gabinete.

Desde entonces se habla de mucho de MAR en Madrid. Ha cuajado durante esos años la percepción de que Rodríguez es el guionista constante de todo lo que dice la presidenta de la Comunidad de Madrid, que muy a menudo lee sus intervenciones públicas. El Pigmalión de una joven política que ambiciona la presidencia del Gobierno de España. El jefe de gabinete de una presidencia con mucho poder en el Madrid DF. El interlocutor constante de buena parte de los medios de comunicación radicados en la capital de España. Un personaje temido por algunos periodistas. Un hombre que en determinadas ocasiones no ha dudado en recurrir a la amenaza. Lo hizo en el pasado y lo ha vuelto a hacer en fechas recientes.

Por voluntad propia, MAR aparece estos días como el guionista jefe de la coyuntura política española. Desde hace semanas viene utilizando la red X para vaticinar cómo acabaran determinados asuntos que son objeto de investigación judicial. En uno de sus últimos mensajes vaticinaba que Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, ira pa’lante, que el Fiscal General del Estado también irá pa’lante, que los protagonistas del caso Koldo irán muy pa’lante, y que Pedro Sánchez también acabará yendo pa’lante siguiendo los pasos de su esposa. Todos ellos acabarán siendo procesados. Ese es el mensaje.

Estas afirmaciones fueron hechas antes de que se conociese el informe de la Guardia Civil sobre el caso Koldo y antes de que se conociese la reciente resolución de la Sala Segunda del Tribunal Supremo en la que se acuerda investigar al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta filtración de las negociaciones del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso con la Fiscalía, a fin de evitar penas de cárcel por un fraude fiscal que Alberto González Amador ha reconocido.

Asesores, jefes de gabinete y spin doctors suelen dirigir la jugada desde detrás del escenario. Asesoran y aconsejan sin adquirir un gran protagonismo público. Agasajan o amenazan sin pegar demasiados gritos. Esa es la escuela clásica. Miguel Ángel Rodríguez tiene su propia escuela y ahora ha decidido aparecer en escena como el nuevo poder fáctico de la política española. Sus mensajes en X, anticipando las líneas generales del informe de la Guardia Civil sobre el caso Koldo o la resolución de la sala Segunda del Supremo sobre el Fiscal General del Estado, adquieren estos días la categoría de advertencia pública.

Una de dos, a Miguel Ángel Rodríguez actúa en estos momentos como coordinador de diversos segmentos del aparato del Estado, sincronizando sus advertencias con sus resoluciones, o estamos ante un enterado que aprovecha sus contactos en las altas esferas de Madrid para aparecer públicamente como el hombre que está al tanto de todo, capaz de mover los hilos más sensibles de la situación.

No estaríamos tan solo ante el creador de la figura pública de Isabel Gómez Ayuso, sino también ante un personaje que ha decidido adquirir autonomía como poder fáctico de la derecha española. Puesto que cuesta creer que el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, se deje influir por el jefe de gabinete de la presidencia de la Comunidad de Madrid, más bien estaríamos ante la segunda de las opciones. Un personaje bien conectado ha decidido salir a escena vestido de hombre muy poderoso. En ese pa’lante hay también una velada advertencia a Alberto Núñez Feijóo. Pablo Casado también fue pa’lante.

La política suele generar personajes extremos. Algunos se estrellan, otros salen triunfantes. Otros intentan triunfar después de haberse estrellado. La política también hay que saberla interpretar a través de sus personajes extremos."

(Enric Juliana, La Vanguardia, 19/10/24)

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