Burocracia criminal y hospitalaria, aunque un juez no vea delito

“Los trabajadores denunciaron reiteradamente las condiciones de la UCI.

Las primeras quejas arrancan desde un año antes de la aparición del brote (infección hospitalaria de la bacteria acinetobacter) cuando los casos de ésta y otra bacteria se iban sucediendo con regularidad. “No se puede asegurar que el brote sea causa directa de las deficiencias, pero tampoco nadie podrá decir que no hemos estado tiempo avisando”, afirma una trabajadora. (…)

Desde finales de 2004 y principios de 2005, las enfermeras de la UCI denuncian ante el juez las carencias de personal. Lo hacen por su cuenta, sin que ningún sindicato les diera cobertura. Un día tras otro, cada vez que se veía reducido el equipo, firmaban una hoja estándar que remitían al juez.

La respuesta del juzgado fue un jarro de agua fría. “Habiéndose practicado las diligencias de investigación”, suscribió el magistrado, “no aparece debidamente justificada la perpetración de un delito”. (…)

Tras el surgimiento del brote, el personal encontró un aliado: la delegación de CC OO. (…)

CC OO reitera las quejas y destaca que “los trabajadores no disponen del material mínimo necesario para cubrir las necesidades higiénicas del servicio (papel secamanos, pijamas limpios...)”. En ese mismo escrito, el sindicato lamenta que una sola enfermera esté al cargo de “cuatro enfermos aislados por Acinetobacter” y lamenta que con “la actitud irresponsable de la dirección se están asumiendo riesgos innecesarios para la vida de los pacientes”. Enrique Orsi, de CC OO, recuerda que pasaron “meses y meses exigiendo más medios y personal para la UCI”. “Al final”, sostiene, “no fue hasta marzo de 2007 cuando, tras salir publicada la información en algunos medios”, el hospital se comprometió a medidas más drásticas, como la reforma de la UCI.” (El País, ed. Galicia, Sociedad, 11/05/2008, p. 37)