PabloMM @pablom_m
Khloé Kardashian se ha aprovechado de la situación de vulnerabilidad de una mujer pobre para alquilarle el útero y comprarle a su hijo.
Y además ha tenido la desfachatez de meterse en la cama del hospital para hacerse la foto, como si fuera ella la que hubiese parido. Qué gentuza
3:36 p. m. · 22 sept. 2022
1.007 Retweets 99 Tweets citados 4.020 Me gusta
"La imagen es tierna: una madre sostiene en brazos a su bebé recién nacido en una cama de hospital. Ella se llama Khloé y está semiacostada.
El crío, que se llama Bruno y aún tiene la carita roja por el sofoco que implica siempre abandonar el útero materno, duerme en su regazo.
Ella se apellida Kardashian y es la hermana nosecuántos del clan más sórdido y hortera de la televisión americana, algo meritorio siendo Estados Unidos uno de los países con más sordidez por metro cuadrado y con más horteras por habitante, así que el chiquillo, supongo, también se apellidará Kardashian. Él lleva un body de rayas azules y rojas y su mamá luce una sudadera blanca que se confunde con las sábanas del hospital.
Cualquiera que se encuentre la foto sin saber su contexto, sobre todo si ese cualquiera es una mujer que ha parido, pensará que la muchacha va demasiado bien peinada y demasiado bien maquillada para haber dado a luz hace apenas unas horas. “Pero así son las famosas”, concluirá a renglón seguido, sin saber que el secreto de esas trenzas de las que no se escapa ni un abuelillo y de esos ojos ahumados es que al crío se lo ha parido otra. Una “gestante por sustitución”, que es como quieren algunos que llamemos a las mujeres pobres que tienen hijos para vendérselos a parejas ricas.
Khloé no es la primera de su familia que compra un bebé: la Kardashian jefa, Kim, ya se había hecho con dos. Igual estaban de oferta, quién sabe. “Es el mercado, amigo”. Mirando la foto pensaba en que es difícil identificar a Kim y a Khloé como a las malas de El cuento de la criada, la distopía de Margaret Atwood llevada a la pantalla por HBO. Y es difícil porque Atwood erró al imaginar que la explotación reproductiva de la mujer sería normalizada, ejecutada y abanderada por el fanatismo religioso, el tradicionalismo y la ultraortodoxia, cuando la realidad es que está llevándose a cabo y siendo defendida por el capitalismo y en nombre de las libertades que trae consigo.
Donde Atwood imaginó una sociedad de túnicas largas y cofias, de silencio y rezos que se apropiaba de los hijos de las pobres explotadas, ahora tenemos familias diversas como la de Khloé, que va a ser madre soltera y publica su última adquisición (un bebé) en Instagram. Donde Atwood hipotetizó una sociedad autoritaria y cerrada en la que los niños son arrancados de los brazos de su madre nada más nacer para ser entregados a otra familia ahora tenemos un mundo abierto en el que somos tan libres que podemos, incluso, comprar y vender libremente humanos.
Donde Atwood imaginó El cuento de la criada ahora tenemos El cuento de la liberada, protagonizado por la madre soltera y emperifollada Kardashian y su desvergüenza al posar con un crío recién comprado como si lo acabase de parir. No es la única: en las redes sociales pueden encontrar no pocas fotos de parejas que compran bebés y se fotografían con pijamas de hospital. Hay una, incluso, de lo que parece un hombre (y digo parece porque en la foto no salen sus pronombres sentidos) ataviado con un camisón de parturienta y haciendo el “piel con piel” con su retoño recién nacido. Mirarlas es hacerse consciente de que llevamos tiempo viviendo en una distopía, pero bien distinta a la que describió Atwood. Una en la que al yugo se le llama libertad." (Ana Iris Simón , El País, 24/09/22)
"'El cuento de la criada' se hizo realidad: Khloé Kardashian posa en la cama de un hospital junto a su bebé nacido por vientre de alquiler.
Miren la foto. Una mujer sostiene a su bebé. Aparentemente la imagen evoca felicidad. La mujer que posa junto a su hijo en una cama de hospital perfectamente maquillada es la celebrity Khloé Kardashian. El niño en realidad nació a principios de agosto, pero es ahora, casi dos meses después, cuando la instantánea sale a la luz.
Toda imagen contiene un subtexto. Un contenido oculto (o al menos no evidente) que completa su significado, que la convierte en otra foto. Sepan, por ejemplo, que la mujer que ven tuvo a su bebé por vientre de alquiler. Sepan también que una vez parido posa junto a él como si acabara de dar a luz.
Vean de nuevo la imagen. ¿Les sigue pareciendo bella?, ¿no perciben ahora una mueca sombría en el rostro de ella?, ¿no ven la crueldad que entraña?
En efecto, ya lo estaréis pensando, la imagen remite de forma unívoca a una de las escenas de El cuento de la criada. Muchos tuiteros han querido subrayar la indecencia que contiene el gesto y la imagen de Khloé Kardashian:
C o n i @FlyWithMeJoe_JNo logro entender qué hace Khloé Kardashian acostada en una cama de hospital, solo puedo compararla con las escenas de The Handmaid’s Tale, que asco esta sociedad donde se normaliza arrendar a una mujer y comprar hijos
3:40 p. m. · 22 sept. 2022
570 Retweets 74 Tweets citados 3.608 Me gusta
No hay comentarios:
Publicar un comentario