"(...) ¿Y qué pasa con la banca en la sombra más conocida por la expresión inglesa shadow banking?
Esta es una cuestión esencial. Las actividades financieras de la banca en la sombra se realizan principalmente en nombre de los grandes bancos por empresas financieras creadas por ellos. Estas sociedades financieras (SPV, money market funds...) no reciben depósitos, lo que les permite no estar sujetas a la reglamentación y regulación bancarias. Por lo tanto, son utilizados por los grandes bancos para escapar de las regulaciones nacionales o internacionales, en particular las del Comité de Basilea sobre fondos propios y ratios prudenciales. El shadow banking es el complemento o corolario del banco universal.
Las cantidades financieras que gestiona la banca en la sombra son mucho más voluminosas que las que aparecen en el balance de los bancos. En caso de crash en las actividades bancarias en la sombra, hay inevitablemente un efecto de contagio en la salud de los bancos. Un informe reciente 6 del Banco Central Europeo lo dice claramente. Según este estudio del BCE, las actividades en la sombra de los grandes bancos de la zona euro constituyen el 13% de su balance, es decir, mucho más que sus fondos propios. Esto se refiere en particular a los mayores bancos de la zona euro: BNP Paribas, Crédit agricole, Société générale, BPCE en Francia, Deutsche Bank en Alemania, ING en los Países Bajos, Santander en España y UniCredit en Italia.
¿Se puede confiar en las grandes firmas de auditoría que revisan las cuentas de los bancos?
A nivel mundial hay 4 grandes firmas de auditoría Deloitte, EY (Ernst & Young), KPMG, PwC (PricewaterhouseCoopers). Cada una de ellas es el resultado de múltiples fusiones de empresas, las más antiguas de las cuales se remontan a mediados del siglo XIX.
Muchos escándalos jalonan la historia de estas firmas de auditoría y los conflictos de intereses son numerosos. Sus errores son monumentales. Para tomar solo un ejemplo reciente. KPMG se encargó de auditar las cuentas de los 3 bancos estadounidenses que quebraron en marzo de 2023: Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic. Ahora bien, en su informe de febrero de 2023, KPMG declaró que la situación de estos bancos y su cuenta no tenía problemas y emitió un certificado de buena salud. El Financial Times dedicó un artículo a este caso bajo el título “ KPMG es objeto de una revisión exhaustiva como principal auditor del sector bancario tras la quiebra de tres prestamistas” (“ KPMG under scrutiny as banking sector’s largest auditor after trio of lender failures”, artículo de pago publicado en línea el 3 de mayo de 2023 bajo el título “Three failed US banks had one thing in common: KPMG”).
Según el FT, ha habido un conflicto de intereses entre altos funcionarios de KPMG y funcionarios de al menos dos de los tres bancos en quiebra. Los directores generales de Signature Bank y First Republic eran antiguos altos empleados de KPMG. También está la situación de Keisha Hutchinson, que fue la principal responsable del equipo de auditoría de KPMG en Signature Bank en 2020 y que unos meses después fue reclutada por el banco como directora del departamento de evaluación de riesgos en 2021. Fue contratada para este puesto por Signature Bank apenas dos meses después de firmar el informe de auditoría de 2020 como representante de KPMG. Las reglas de la Securities and Exchange Commission (SEC), que es el principal órgano de control de los bancos en los Estados Unidos, imponen un período de reflexión de 12 meses antes de que un empleado de una firma de auditoría sea contratado por una empresa en un papel de supervisión de la información financiera. Por lo tanto, este plazo no se cumplió.
En cuanto al Silicon Valley Bank, los depositantes iniciaron un proceso judicial contra KPMG acusándola de haber permitido al Banco no declarar a los clientes la depreciación de sus activos cuando esto es lo que causó en parte la quiebra 7.
Obviamente, sería un error confiar en los boletines de salud y moralidad publicados por las principales firmas de auditoría, en particular KPMG, Deloitte, EY (Ernst & Young) y PwC (PricewaterhouseCoopers).
En cuanto a la salud del sector bancario privado, está claro que las autoridades bancarias no han establecido realmente el orden y que los bancos privados son muy frágiles porque su única preocupación es obtener las mayores ganancias posibles lo antes posible. Se esperan nuevos episodios de crisis bancarias en el futuro. Es urgente socializar todo el sector bancario8." (Eric Toussain , Viento sur, 17/Jun/2023)
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