Elvin Calcaño @elvin_calcano24
Breves apuntes sobre el reciente ataque de Estados Unidos a Irán:
1. Los evidentes vacíos intelectuales de Trump, así como su turbulento pasado, es probable que hayan influido en el cambio respecto a su principal promesa de campaña de no involucrar a EE.UU en más guerras. Los halcones neoconservadores a los que tanto se opuso como candidato -en 2016 y en la última campaña- han terminado moldeando su política exterior. Incluso, lo han alejado de Putin con quien tenía simpatías personales. Esto nos habla de un individuo que cubre esos vacíos con sus rocambolescas amenazas y tuits en mayúsculas. Asimismo, evidencia un presidente totalmente al servicio de intereses israelíes que hoy, objetivamente, no coinciden del todo con los de EE.UU.
Tanto el genocidio en Gaza como esta guerra con Irán están más impulsados por intereses personales de Netanyahu y de los sectores ultras que le rodean que por motivaciones estratégicas de largo plazo. El descrédito que le genera a EE.UU. y a Occidente seguir apoyando a un Israel tan extremista beneficia a China, Rusia y potencias emergentes del sur global. La autoridad moral de Occidente murió en Gaza y ahora en Irán podría quedar definitivamente enterrada.
2. Israel está debilitado realmente. Leer la geopolítica solo basándose en lo que se ve a primera vista es un error. Las claves fundamentales siempre están en lo que subyace. Israel, visto así, está caminando a una posición insostenible a nivel interno y externo. El ataque a Irán fue un error. Porque ha evidenciado que su sistema de defensa es muy vulnerable cuando quien ataca no es una guerrilla irregular. De ahí la gran destrucción que los misiles iraníes de media gama están causando en sus principales ciudades; dejando un saldo de cientos de edificios, puestos militares, centros de investigación científica y viviendas arrasadas. Más de tres mil israelíes han quedado sin hogar a causa de los bombardeos iraníes. Y otros cientos ya han muerto (datos oficiales).
Por otro lado, queda demostrado que sin la cobertura de EE.UU. Israel no puede terminar ninguna guerra. Sus espectaculares ataques y operaciones de inteligencia, para sostenerse en el tiempo, necesitan de la intervención de las fuerzas norteamericanas. Lo cual indica que el día en que el consenso pro israelí se resquebraje al interior de Estados Unidos, la continuidad del actual Estado de Israel estará muy amenazada.
3. Irán, más que un país, es una civilización. Su programa nuclear no se destruye con bombas porque lo que lo genera es el acumulado de conocimiento de una nación con miles de años de antigüedad. No obstante, para los personajes vulgares que hoy gobiernan EE.UU., que son integralmente incultos casi todos, bombardear un lugar es de por sí destruirlo. Solo ven cosas, pero no procesos. Incluso, la información que hay es que los equipos claves del programa nuclear iraní no estaban en las centrales atacadas. Todo indica que bombardearon lugares vacíos. Trump y su grupo pasarán. Incluso el imperialismo estadounidense, como todos los imperios, en algún momento de la historia pasará. Sin embargo, Irán, que va mucho más allá de los ayatolas, seguirá ahí como lo ha estado por miles de años.
4. Tampoco es que Irán esté fuerte. Sin
dudas está recibiendo golpes muy duros. Y es posible que su capacidad
de ataque no sea la misma que la de hace una semana cuando inició la
guerra. Pero parece que se prepararon para esto. Y por ahora no hay
indicios de que pueda caer el gobierno. En ese contexto, el problema lo
tiene Israel más bien. Esto porque dada las características de la
sociedad israelí no tiene la misma capacidad de resistencia. Es decir,
internamente no aguantaría una guerra larga con un rival como Irán. Ni
su economía (hoy casi al borde del colapso por el costo que tiene operar
diariamente su sistema defensivo) ni su población soportarán mucho más
tiempo un contexto de guerra permanente huyendo a refugios y con miedo.
9:33 p. m. · 22 jun. 2025 21,3 mil Visualizaciones
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