“Ni Wall Street, ni sector inmobiliario. El problema es el arroz. El precio internacional del arroz se ha disparado. En un solo día subió un 10%; en las últimas dos semanas, el 50%. Ni siquiera en épocas de guerra ha estado tan caro.
Basta recordar que el arroz es parte fundamental de la dieta diaria de 3.000 millones de personas para que los problemas del sector financiero o del inmobiliario parezcan una distracción menor.
Los precios del arroz subieron porque tanto los países productores como los consumidores entraron en pánico. Ante un posible desabastecimiento, los países importadores de arroz aumentaron drásticamente sus compras.
Y los productores, preocupados por la posibilidad de dejar a su población sin arroz, limitaron sus exportaciones. La combinación de compras nerviosas y acaparamiento preventivo llevó los precios a la estratosfera.
Y no es sólo el arroz; es el precio de la comida en general. El problema afecta a todos, pero trágicamente, y como siempre, más a los pobres. En Egipto hay desabastecimiento de pan. Los precios internacionales del trigo se duplicaron en el último año y los controles de precios y subsidios gubernamentales hacen que el pan subsidiado, en vez de llegar a los pobres, se venda más caro en el mercado negro.
Al menos seis personas han muerto asfixiadas por la muchedumbre o apuñaladas al tratar de colarse en las filas para el pan. El hambre generalizada está volviendo a formar parte de la vida de millones de africanos. Pero ahora, en vez de afectar a poblaciones rurales y aisladas, está ocurriendo en las ciudades. En Argentina, donde la carne es tan importante como lo es el pan en Egipto o el arroz en Asia, hay carestía de bife.
En todas partes los altos costos de la comida, la escasez, el acaparamiento y la especulación están ocasionando duros enfrentamientos políticos, conflictos entre productores y consumidores, entre el campo y las ciudades y entre países exportadores e importadores. La clase media de los países ricos también se ve afectada.” (MOISÉS NAÍM: No son los bancos, es el arroz. El País, ed. Galicia, Internacional, 06/04/2008, p. 12)
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