20.12.18

La izquierda afronta una campaña crucial monopolizada por las banderas y el debate territorial... es un marco que divide a los partidos y a sus votantes y especialmente al PSOE, que tiene a García-Page pero también a Iceta. Las bases de estos partidos creen mayoritariamente en la solidaridad entre territorios y han percibido que se podrían estar dando privilegios a Catalunya o el País Vasco en detrimento de otras comunidades... en cambio, el electorado de PP, Ciudadanos y Vox no está dividido por esta cuestión... Sánchez no tiene nada más que coger la calculadora y hacer números: o apostar por el voto que le aporta Iceta, que es insignificante; o asegurarse los apoyos en Andalucía...

"El vuelco electoral que permite a la derecha acariciar por primera vez en 36 años el Gobierno andaluz tras una campaña vertebrada por el procés o los últimos vaivenes del president de la Generalitat, Quim Torra, incluida la invocación de la vía eslovena o la desautorización a los Mossos, contribuyen a situar de nuevo la cuestión territorial en el eje del tablero político.

 Otra vez las banderas y la identidad nacional copan el debate público en detrimento de las cuestiones de carácter social. Todo ello, además, en la antesala del juicio al 1-O, en el que los líderes independentistas se enfrentan a decenas de años de cárcel.  

(...)  es un marco que secciona a los partidos de izquierda y que les puede afectar en un horizonte con varias citas electorales.



Es precisamente en este contexto en el que barones del PSOE están endureciendo su discurso sobre la cuestión catalana, temerosos de perder terreno en sus territorios en los comicios de la próxima primavera.  (...)

"La clave es que el electorado de PP, Ciudadanos y Vox no está dividido por esta cuestión. E incluso a raíz de la crisis económica y el 1-O se han incrementado en este espectro los partidarios de la devolución al Estado de competencias autonómicas, tal y como defienden estos tres partidos. 

En cambio, este es un debate que sí secciona al votante de izquierdas y especialmente al PSOE, que tiene dentro a García-Page pero también a Miquel Iceta", señala el politólogo Pablo Simón. Esta misma semana, una encuesta publicada por eldiario.es situaba a la derecha al borde de la mayoría absoluta en caso de que hubiese elecciones generales.  (...)

De manera más reciente, Simón asegura que la deriva secesionista en Catalunya ha contribuido a impulsar una izquierda "más jacobina", partidaria de la redistribución y de la igualdad de acceso a las prestaciones del Estado y que teme un aumento de los "privilegios" de los territorios tradicionalmente más ricos.

José Ramón Lorente, presidente del i nstituto de investigación sociológica Celeste-Tel, alude a la influencia de este último grupo al tiempo que recuerda  que el PSOE y Unidos Podemos perdieron en las últimas elecciones andaluzas más de 700.000 votos precisamente en una campaña vertebrada por la cuestión territorial.

 "Las bases de estos partidos creen mayoritariamente en la solidaridad entre territorios y han percibido que se podrían estar dando privilegios a Catalunya o el País Vasco en detrimento de otras comunidades que necesitan más el impulso del Estado, lo que ha contribuido a su desmovilización", subraya.

José Pablo Ferrándiz, investigador principal de Metroscopia, cree que este escenario en el que la "nube" de Catalunya lo cubre "todo" también le pasa una cierta factura al PP, pues parte de sus electores se muestran descontentos con la supuesta "tibieza" con la que el Gobierno de Mariano Rajoy afrontó el 1-O y la aplicación del 155 se han marchado a Vox.

 Este experto sostiene que incluso Ciudadanos puede acusar cierto desgaste como consecuencia de la frustración generada por el hecho de que fuera el partido más votado en las elecciones de hace un año en Catalunya pero tuviera nulas opciones de gobernar. "Al final, los más beneficiados son Vox y Carles Puigdemont", añade. Según el sondeo difundido esta semana por eldiario.es, la formación de extrema derecha entraría en el Congreso con hasta once escaños

 

¿Cómo cambiar el marco?


A juicio de las fuentes consultadas, no lo tendrá fácil la izquierda para cambiar ese marco y volver a centrar el debate en cuestiones de carácter social que le son más favorables. Un ejemplo claro de ello es el anuncio por parte del Gobierno de que aprobará en el Consejo de Ministras que se celebrará en Barcelona la semana que viene una subida del 22% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), hasta los 900 euros.

La puesta en marcha de una medida que afecta de manera positiva a 1,3 millones de trabajadores corre el serio de riesgo de quedar sepultada por el efecto de la posible reunión de Sánchez con Torra o la actuación de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), que han llamado a dar la "batalla" ante la celebración de esa reunión en la capital catalana. Hasta 9.000 efectivos policiales se movilizarán ese día para evitar que se produzcan incidentes.

"Me produce mucha pena ver cada semana cómo lo que aparece como noticia es la bronca del Congreso de los miércoles y no las iniciativas que aprobamos los jueves. Algunos quieren convertir la política en el circo romano", señala Patxi López.  (...)

Los expertos creen que va a ser muy difícil que el PSOE y Unidos Podemos puedan cambiar el marco porque no depende de ellos. "Tanto los partidos de derecha como los independentistas tienen muchos incentivos para seguir calentando este tema. En todo caso puede tener cierto margen el Gobierno si plantea medidas con un calendario claro y las va aprobando a través de reales decretos, pues también está clara su debilidad parlamentaria", dice Simón.

Ferrándiz, por su parte, considera que una alternativa podría ser que Sánchez presentara los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y después convocara elecciones. De esa forma conseguiría retratar a las formaciones que no respaldan un proyecto que incluye mejoras en materia de pensiones, vivienda o permisos de paternidad y que establece incrementos de impuestos para las grandes rentas.(...)

 Lorente, sin embargo, cree que especialmente el PSOE lo va a tener complicado para desprenderse del estigma de haber llegado a la Moncloa apoyado por formaciones partidarias de "romper España", lo que le puede afectar especialmente en la primavera electoral que se aproxima. 

Esta es una idea que han conseguido colocar las fuerzas de derecha y que, a tenor de los resultados de las andaluzas y de las últimas encuestas publicadas, ha calado en parte del electorado socialista. "Sánchez no tiene nada más que coger la calculadora y hacer números: o apostar por el voto que le aporta Iceta, que es insignificante; o asegurarse los apoyos en Andalucía. 

En todo caso, el PSOE ya desaprovechó la oportunidad de convocar elecciones en julio, cuando estaba en lo más alto. Desde ahí no ha parado de perder apoyos y la sangría no cesa", sentencia."           (Elena Herrera, eldiario.es, 16/12/18)                 

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