"Los días posteriores a las elecciones del 28 de mayo han traído un saco de sorpresas. Es interesante repasarlas.
El lunes 29, con todo el pescado vendido, se supo que había otro detenido por el muy comentado caso de compra de votos por correo en Mojácar (Almería). Esta vez no era un militante socialista. Se trataba del sepulturero del pueblo, acusado de amañar votos para el Partido Popular. No se supo hasta el lunes. La noticia quedó fuera del radar de los medios de comunicación mientras Esteban González Pons e Isabel Díaz Ayuso inyectaban presión al cierre de campaña acusando a Pedro Sánchez de orquestar un pucherazo masivo.
El martes 30, la Audiencia de Valencia daba a conocer la absolución del antiguo presidente socialista de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez,
detenido en el 2018 bajo la acusación de haber efectuado una serie de
contrataciones ilegales en la empresa pública Divalterra (antes Imelsa).
En la causa figuraban otros 13 acusados de prevaricación
administrativa, malversación de caudales públicos y falsedad en
documento oficial. Todos ellos han sido absueltos. La madre de Rodríguez
se suicidó tres meses después de la detención de su hijo, según ha
explicado éste tras conocer la sentencia. Los jueces esperaron a que
transcurriesen las elecciones para hacer pública la absolución de los
acusados.
Datos relevantes sobre sospechas relevantes no se han conocido hasta después del 28-M
Una semana después, el martes 6 de junio, se conoció un informe policial según el cual Mónica Oltra, exvicepresidenta de la Generalitat Valenciana, no escribió ni borró ningún correo electrónico que pudiera ser incriminatorio en la investigación judicial en curso sobre los abusos sexuales cometidos por su exmarido, trabajador de los servicios sociales, a una menor que se hallaba bajo tutela de la Generalitat. El informe, solicitado por una entidad de extrema derecha que figura como acusación particular, no cierra la instrucción judicial, que seguirá con otras diligencias, pero debilita las sospechas de que Oltra intentó proteger a su exmarido. La vicepresidenta era el principal activo electoral de la coalición Compromís hasta que dimitió al ser convocada por el juez para tomarle declaración como investigada.
Encabezada por Joan Baldoví, la formación valencianista ha mencionado poco a Oltra en toda la campaña del 28-M (Baldoví sí lo hizo para decir que ponía la mano en el fuego por su antecesora), perdiendo cien mil votos y sus tres alcaldías más preciadas: València, Crevillent y Alzira. El informe, encargado a un grupo técnico de la brigada provincial de la policía judicial de Valencia, quedó concluido dos semanas antes de las elecciones autonómicas, pero el juez decidió esperar a junio para el levantamiento parcial del secreto de sumario.
Ninguno de esos acontecimientos decantó por sí solo la campaña del 28-M, aunque un importante segmento del electorado (un 30% según algunos analistas) esperase a los últimos días para decidir su voto. No decantó, pero sí influyó. La corriente de fondo no era favorable a la izquierda y se fue a votar bajo una fuerte tormenta mediática que hablaba de fraude electoral. Las demoras judiciales posiblemente no decidieron el resultado final, pero nos muestran la textura del momento que vivimos.
La música de fondo la pone el sepulturero de Mójacar. Luisón,
como le conocen en el pueblo, fue apoderado del PP en las municipales
del 2019 y ahora se halla en la cárcel. Atención, sin embargo, al matiz.
No perdamos nunca de vista los matices en tiempos extremos. El
sepulturero se halla preso porque tenía otra causa pendiente: vendió un
saxofón robado." (Enric Juliana, La Vanguardia, 08/06/23)
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