"La Sindicatura de Cuentas ha puesto la lupa en la asistencia que reciben en Cataluña los enfermos de riñón, una afección crónica que requiere largas, frecuentes y costosas sesiones de diálisis para su tratamiento. Según cálculos del CatSalut, en Cataluña hay casi 280.000 personas con enfermedades de riñón, de las que 6.278 recibían en el año 2022 tratamientos de diálisis.
La solución para las afecciones nefríticas es el trasplante, pero ni hay suficientes donaciones de órganos ni todos los pacientes están capacitados para recibirlas. Durante el año 2022, objeto del informe de la Sindicatura de Cuentas, se realizaron 949 trasplantes de riñón.
La Sindicatura de Cuentas ha detectado graves deficiencias en el modelo de gestión que hace el CatSalut de las diálisis de los pacientes. En buena parte, derivan de la externalización de parte de este servicio que se produjo en el año 2014, a raíz de los severos recortes presupuestarios que aplicó el Govern del presidente Artur Mas.
Esto ha hecho que, durante el periodo analizado por la Sindicatura de Cuentas, el 45,3% de los pacientes recibieran las sesiones de diálisis en los centros privados contratados por CatSalut, mientras que el 54,7% lo hicieron en la red de hospitales públicos y concertados.
Pero ya se sabe, por experiencia, que las privatizaciones de los servicios, con la excusa de abaratar costes, acostumbran a resultar más caras. Así, según el informe de la Sindicatura de Cuentas, el tratamiento anual de diálisis de un paciente en un centro privado le costó a la Generalitat 47.744 euros, mientras que en la red pública el coste fue de 42.261 euros, incluyendo los traslados del paciente en ambulancia.
La externalización parcial de este servicio se dividió en 17 lotes territoriales, que se han repartido mayoritariamente entre dos empresas: Fresenius (con 7) y Diaverum (también con 7). Según la Sindicatura de Cuentas, en este reparto, que se hizo sin pasar por concurso público, hay indicios que podrían conllevar sanciones administrativas y procedimientos penales.
Las empresas externalizadas cobraron, en 2022, 91,4 millones por prestar el servicio de diálisis a 3.295 pacientes, con un sobrecoste no presupuestado de 8,4 millones. Además, se ha detectado que en el periodo 2014-22 se emitieron 31.574 facturas presuntamente duplicadas, con un fraude estimado de unos 2 millones de euros.
La Sindicatura de Cuentas también muestra su extrañeza por la poca utilización de la diálisis domiciliaria, mucho más barata (29.724 euros anuales) y cómoda para el paciente. En Cataluña, solo está prescrita al 10,8% de los pacientes con enfermedades crónicas de riñón."
(elTriangle, 11/01/25)
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