"(...) La sorpresa del día surge de la figura de Pedro Sánchez, quien ha decidido adelantar las elecciones generales al 23 de julio en un golpe de timón brusco e inesperado. Ante una supuesta amenaza de tsunami, es imperante tomar alguna medida antes de que el mar nos engulla por completo.
Sánchez ha justificado su determinación asumiendo la catastrófica caída del bloque izquierdista en las recientes jornadas electorales y argumentando que, a pesar de las sólidas gestiones de numerosos líderes socialistas a nivel autonómico y municipal, dichas instancias pasarán a manos de la oposición. En sus palabras, esta situación requiere una revisión de la voluntad popular para determinar las fuerzas políticas destinadas a liderar este nuevo escenario. ¿Quién puede pensar en la presidencia europea cuando las olas embisten implacables contra una nave que yace a la deriva?
El adelanto electoral, un movimiento audaz y arriesgado por parte de Sánchez, ha sorprendido a muchos, especialmente después de los resultados electorales. Esta acción coloca a los votantes, especialmente a aquellos de tendencia progresista, frente a la inmediata elección de consolidar los resultados de las elecciones locales y autonómicas o movilizarse para evitar que el PP y Vox adquieran mayor poder.
¿Por qué ha tomado esta decisión? Pocas certezas, múltiples interrogantes. Permítanme trazar algunos esbozos:
1. Redefinir el marco, un avance osado que marca la agenda. Hay
varias facetas a considerar. Este movimiento encarna una maniobra
táctica destinada a remodelar la dinámica política actual de España. El
audaz paso de adelantar las elecciones se interpreta como una jugada
para dominar el relato, fijando las condiciones del debate en sus
propios términos, en lugar de responder a la agenda impuesta por los
demás.
2. Un hábil desvío de la atención de la derrota electoral del PSOE. En línea con lo anterior, la firme resolución de Sánchez sirve para reescribir el relato alrededor de los recientes reveses electorales. En lugar de dejar que la derrota domine la escena política, cambia el curso de la conversación hacia las inminentes elecciones y las posibles estrategias de cada formación.
3. Un golpe de efecto para desconcertar a la oposición: Al decretar elecciones anticipadas, Sánchez ha logrado sorprender a sus adversarios. Esto limita el tiempo del que dispone la oposición para celebrar su reciente triunfo y prepararse para las elecciones, lo que podría inclinar la balanza a favor del PSOE.
4. El bullicio sobre los posibles pactos entre el PP y Vox en gobiernos autonómicos y locales se entrelazará con el periodo electoral: Las alianzas políticas entre el PP y Vox, y las políticas que estas representan, estarán en el epicentro del debate durante la campaña electoral. Esto podría movilizar a los votantes que temen la acumulación de poder por estas dos fuerzas.
5. Prevenir cualquier intento de los «barones» del partido para desestabilizar su posición: Al adelantar las elecciones, Sánchez resta tiempo a los líderes regionales del PSOE para desafiar su liderazgo. De este modo, se asegura su puesto al frente del partido durante la campaña electoral.
6. Presionar a los aliados para que lleguen a un acuerdo: Adelantar las elecciones también podría ser una táctica para obligar a los socios políticos del PSOE a decidir rápidamente si concurren juntos en los venideros comicios y bajo qué condiciones.
7. Ahorrar meses de críticas y demandas de elecciones anticipadas por parte de la oposición: Al convocar elecciones anticipadas, Sánchez se adelanta a las posibles censuras y reclamos de la oposición. De esta forma, minimiza el impacto negativo que dichas críticas podrían tener en su administración.
8. Es Pedro Sánchez, ¿qué esperaban?
Este muerto podría estar muy vivo
Antes de tomar decisiones tan precipitadas (o no tanto) como la del presidente, quizás sea necesario recordar que en numerosas ocasiones se ha dado por acabado a Sánchez sólo para verlo resurgir de manera sorprendente. Además, debemos recordar que, en los viajes por alta mar, la cartografía juega un papel primordial, y es muy posible que este cambio de rumbo responda a un mapa que ofrece una perspectiva diferente a la que se está presentando, un horizonte entero de posibilidades (los resultados de las elecciones municipales en todo el territorio arrojan un resultado del 38,68% para el bloque de una derecha supuestamente movilizada y un 36,12% para el de una izquierda supuestamente desmovilizada).
¿Un acierto o un fracaso? Muchas claves nos faltan, mucho por analizar.
Pero cuidado a los que sacan la pala y se enfundan el disfraz de
enterrador no tengan al final que decir “no, no estaba muerto, no,
simplemente estaba de campaña”. (...)" (Incorrección Política, 29/05/23)
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